jueves, 22 de diciembre de 2016

SIN BANDERAS AL VIENTO... ¿PARA QUÉ?

                                                      SIN BANDERAS AL VIENTO

Nunca me he identificado con bandera alguna, creo que son elementos distintivos de países y culturas, muchas de ellas, se identifican con elementos reivindicativos con los que la gente cuando las ven enarbolándolas por calles y plazas se enfervorizan y hasta cierto punto las adoran. Es algo que he observado, cuando te metes en mitad de masas de gentes, he notado que algunos las llevan tatuadas en el cuerpo, “Mí bandera ante todo…” No hace falta ser buen ciudadano, para perforarse la piel con los colores de su bandera, sea esta regional o nacional, ¿para qué tanta exhibición, para mostrar a los demás que uno piensa de determinada forma, para que la gente vea que uno no piensa renunciar a sus derechos como persona, que reacciona ante determinadas exigencias contrarias a lo que un gobierno ha prometido y no es capaz de cumplir? Para eso no hace falta ir disfrazado de bandera, y a voz en cuello, exigir que se cumpla aquello que se les ha prometido y que no se puede ni se piensa cumplir.
Esa es la razón por la cual yo reniego en casa, solo, sin levantar ruido y sin provocar a nadie que pueda sentirse herido en su amor propio porque llevas la cara pintada con determinados colores. ¡Ho, es que a la gente les gusta eso…! qué quieres hacer, las personas somos reaccionarias, y más cuando aprecian que sus derechos, son pisoteados. Es el pretexto justo para que la policía cargue contra ellos les muelan a palos, para luego ir detenidos por alboroto, y hasta llevados a juicio haberse pintado la cara con los colores de su bandera y estar entre los muchos, que a carrera tendida, han tenido que salir corriendo para terminar en una comisaría delante de un juez.
No hombre, no vale la pena ser tan extremistas para demostrar que uno es un buen patriota. Yo he pasado por mitad de la gente en ocasiones, porque las circunstancias así lo han exigido, por ejemplo, cuando he tenido que atravesar un paseo para ir a recoger unos zapatos que me están reparando, al otro lado del lugar de la concentración estudiantil. “He usted venga aquí que también le interesa la protesta que estamos llevando a cabo, también se beneficiará de los cambios que lograremos como nación independiente, mire, tenga este folleto y léalo, verá lo que se exige de esta horda de ladrones…” No, oye, a mí no me interesa nada de todo esto, gracias pero no hace falta que me des ningún folleto.
A título personal os diré, a los lectores de este escrito, que he pasado por dos guerras, en una de ellas perdía mi padre que fue fusilado por… no sé si por ser de los nacionales o revolucionarios, poco importa. Después me alistaron a la fuerza en el ejército. Mi madre decía que allí me haría un hombre… ¡y unos cojones…! Fui cagado de miedo y volví por los pelos con heridas que ya jamás se me han curado, heridas en el alma, todavía conservo en el cerebro el olor de la muerte de muchos de los amigos que íbamos tan contentos a la guerra, pensábamos que era como un gran juego de ajedrez, pero allí tiraban a dar. Y ahora, en mitad de este caos de gritos y carreras tenía, supuestamente, con una bandera o pancarta en la mano, dar la razón a unos cuantos estudiantes sin futuro, que ni siquiera sabían, la mayoría de ellos, que era lo que tenían que decir, a quién insultar y porqué.
Hombre yo nunca he visto así las cosas, primero porque no se ha logrado nada teniendo esta actitud, segundo… porque los mismos organizadores de las manifestaciones, han cedido y han dicho… “Bueno, por lo menos eso es mejor que nada, van a rebajar las matrículas de los universitarios… algo es” “Sí pero es que los libros tendrían que subvencionarlos…” “Bueno esto para la manifestación próxima, no vale la pena presionar más, ahora que ya tenemos algún apoyo, el próximo curso ya se enterarán de lo que es bueno estos canallas”.
Una sobrina mía, estuvo todo el día en pelotas en mitad de la calle en una manifestación antitaurina, se tumbó en el suelo con otros treinta o más cubierta de pintura roja… ¡no me jodas lorito! Esta no es forma de protestar por lo menos para mí. Encima dando bastonazos a la policía, se la llevaron tapada con una manta y por la tarde la soltaron.
¡Es que si todos hicieran como tú, se seguirían matando toros en las plazas… mira tú que bien…! Pues se siguen matando toros por ley, de manera que no se ha ganado nada. Por eso paso de banderas y reivindicaciones que no llevan a lugar alguno, yo en mi casa y dios en la de todos… en la de todos que sean creyentes claro.

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