SIN BANDERAS AL VIENTO
Nunca me he identificado con
bandera alguna, creo que son elementos distintivos de países y culturas, muchas
de ellas, se identifican con elementos reivindicativos con los que la gente
cuando las ven enarbolándolas por calles y plazas se enfervorizan y hasta
cierto punto las adoran. Es algo que he observado, cuando te metes en mitad de
masas de gentes, he notado que algunos las llevan tatuadas en el cuerpo, “Mí
bandera ante todo…” No hace falta ser buen ciudadano, para perforarse la piel con
los colores de su bandera, sea esta regional o nacional, ¿para qué tanta exhibición,
para mostrar a los demás que uno piensa de determinada forma, para que la gente
vea que uno no piensa renunciar a sus derechos como persona, que reacciona ante
determinadas exigencias contrarias a lo que un gobierno ha prometido y no es
capaz de cumplir? Para eso no hace falta ir disfrazado de bandera, y a voz en
cuello, exigir que se cumpla aquello que se les ha prometido y que no se puede
ni se piensa cumplir.
Esa es la razón por la cual yo
reniego en casa, solo, sin levantar ruido y sin provocar a nadie que pueda
sentirse herido en su amor propio porque llevas la cara pintada con
determinados colores. ¡Ho, es que a la gente les gusta eso…! qué quieres hacer,
las personas somos reaccionarias, y más cuando aprecian que sus derechos, son
pisoteados. Es el pretexto justo para que la policía cargue contra ellos les
muelan a palos, para luego ir detenidos por alboroto, y hasta llevados a juicio
haberse pintado la cara con los colores de su bandera y estar entre los muchos,
que a carrera tendida, han tenido que salir corriendo para terminar en una
comisaría delante de un juez.
No hombre, no vale la pena ser tan
extremistas para demostrar que uno es un buen patriota. Yo he pasado por mitad
de la gente en ocasiones, porque las circunstancias así lo han exigido, por
ejemplo, cuando he tenido que atravesar un paseo para ir a recoger unos zapatos
que me están reparando, al otro lado del lugar de la concentración estudiantil.
“He usted venga aquí que también le interesa la protesta que estamos llevando a
cabo, también se beneficiará de los cambios que lograremos como nación
independiente, mire, tenga este folleto y léalo, verá lo que se exige de esta
horda de ladrones…” No, oye, a mí no me interesa nada de todo esto, gracias
pero no hace falta que me des ningún folleto.
A título personal os diré, a los
lectores de este escrito, que he pasado por dos guerras, en una de ellas perdía
mi padre que fue fusilado por… no sé si por ser de los nacionales o
revolucionarios, poco importa. Después me alistaron a la fuerza en el ejército.
Mi madre decía que allí me haría un hombre… ¡y unos cojones…! Fui cagado de
miedo y volví por los pelos con heridas que ya jamás se me han curado, heridas
en el alma, todavía conservo en el cerebro el olor de la muerte de muchos de
los amigos que íbamos tan contentos a la guerra, pensábamos que era como un
gran juego de ajedrez, pero allí tiraban a dar. Y ahora, en mitad de este caos
de gritos y carreras tenía, supuestamente, con una bandera o pancarta en la
mano, dar la razón a unos cuantos estudiantes sin futuro, que ni siquiera
sabían, la mayoría de ellos, que era lo que tenían que decir, a quién insultar
y porqué.
Hombre yo nunca he visto así las
cosas, primero porque no se ha logrado nada teniendo esta actitud, segundo…
porque los mismos organizadores de las manifestaciones, han cedido y han dicho…
“Bueno, por lo menos eso es mejor que nada, van a rebajar las matrículas de los
universitarios… algo es” “Sí pero es que los libros tendrían que
subvencionarlos…” “Bueno esto para la manifestación próxima, no vale la pena
presionar más, ahora que ya tenemos algún apoyo, el próximo curso ya se
enterarán de lo que es bueno estos canallas”.
Una sobrina mía, estuvo todo el día
en pelotas en mitad de la calle en una manifestación antitaurina, se tumbó en
el suelo con otros treinta o más cubierta de pintura roja… ¡no me jodas lorito!
Esta no es forma de protestar por lo menos para mí. Encima dando bastonazos a
la policía, se la llevaron tapada con una manta y por la tarde la soltaron.
¡Es que si todos hicieran como tú,
se seguirían matando toros en las plazas… mira tú que bien…! Pues se siguen
matando toros por ley, de manera que no se ha ganado nada. Por eso paso de
banderas y reivindicaciones que no llevan a lugar alguno, yo en mi casa y dios
en la de todos… en la de todos que sean creyentes claro.
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