lunes, 12 de marzo de 2012

SANDRA.




                                   SANDRA.


Sandra nos invita a soñar… a no caer en la tentación de ver, que en la vida solo hay trabajo,  que todo en la vida se puede contemporizar de manera armoniosa, trabajo, ocio y descanso, así de fácil, lejos de ser egoísta es tenaz, esforzada y brillante, y exige a los demás lo que se exige a sí misma, no más.
Por eso la quiero tanto, en el entorno de nuestra familia, ella es la protectora, la defensora, no podía ser de otro modo, porque eso es, lo que su nombre significa. Su nombre es un hipocorístico de Alejandra, y ella, cuyo origen es Hera, es la esposa de Zeus, de modo que es la todopoderosa diosa del cielo, ata o desata las fuerzas de la naturaleza a voluntad, produce los vientos, deja que el sol llegue a nuestros corazones, forma tormentas y da lluvias a la tierra reseca y árida. Es en definitiva, la fecundidad de la Tierra.
¿Quién puede resistir a sus encantos…?, nadie, es evidente. Cuando la veo entrar en casa como si de un vendaval se tratase, me rindo a su magia, sabe de cada uno de nosotros nuestras cualidades y defectos, pero de estos últimos nunca se ocupa.
Es genial, es hechicera, conquista con una mirada o un golpe alegre de sus caderas, ¿Cómo evitas amar a un ser así?, es sencillamente imposible. Atiende y defiende todo lo que considera suyo ¡con tanto celo… con tanto cariño…!, como diosa, tiene días de todo, también los dioses se estresan cuando se ven inundados de labores, en consecuencia, tiene que dar algún grito, o decirte con la mirada “No me calientes más allá de lo que estoy ahora, que puedes salir mal parado.”
Pero ese día, no hace falta que lo exprese, su magnífico porte y sus ojos desvelan de que talante se encuentra. Hace honor a su nombre, la protectora, trabaja en un centro de jóvenes, que llegan allí, cargaditos de problemas, hijos de padres que no tienen tiempo para sus hijos algunos, otros porque sencillamente están desocupados, en el P.I.J, encuentran refugio, y eso solo porque saben que Sandra le tiene preparadas actividades sanas. Juegos de todo tipo, bailes, excursiones y salidas a la nieve, ellos ilusionados, de mano de esta gallina clueca que recoge con sus alas a los polluelos heridos, se los lleva, los distrae, les enseña, los instruye.
Decidme si eso no es ser de diosa, los dioses quieren ser adorados, pero ella no, ella los adora a ellos, sabe que sin esos jóvenes mal educados el futuro es incierto para todos, por eso se esfuerza en educarlos ella. Y lo consigue, ¡vaya si lo consigue!, es respetada por todos, aunque a veces, alguien por llevar la contraria se le quiera revelar, entonces se le cuadra y le da máximas para que decida estar, o dentro o fuera de este selecto grupo.
Tiene novio, es mi hijo, Jonatan es su nombre, hermoso nombre ese, “dios es amor”, eso es lo que significa, ¡en cuantas ocasiones lo alaba, por quedarse solo en casa, algún que otro fin de semana!, él sabe bien que lo que ella hace no tiene precio, que sus desvelos merecen la pena, y que si no viviera del modo que lo hace, su vida sería un infierno.  Que quieres, ¡ha estado tantos años buscando esta oportunidad que le brinda la vida…! que no puede por menos, que aprovecharla al máximo.
Que a raíz de las circunstancias de sus respectivos trabajos tienen riñas… sin duda, discusiones…, tienen que haberlas para rectificar comportamientos. Pero… ¡como se aman…!, digo amarse más que quererse, porque cualquiera es capaz de querer, querer tener una casa, un coche, un gato, pero amar es diferente, y nosotros en casa lo palpamos, el amor se ve, no se intuye. Aquí no hay demagogias que valgan, lo que se hace, más que lo que se dice, prima sobre lo demás, por eso es que me encanta esa forma directa de ver las cosas Sandra, nunca busca subterfugios para escapar de responsabilidades, en ocasiones, creo que siente profundamente, el haber dicho algo que no se corresponde con su talante.
Los dioses casi siempre están estáticos, esperando que alguien reconozca sus dotes maravillosas, sin embargo ella baja del pedestal donde se halla, para buscar a los maltrechos por la vida, creo, que todos a su alrededor, sobre todo su familia, confían ciegamente en ella. Eso tiene sus desventajas, porque de alguna forma, sabiendo de su personalidad y carácter, le piden cada vez un poco más; eso es normal para ellos, se ven con razones sobradas para ejercer ese poder sobre ella, pero eso es sin duda alguna parte de algunas facultades que Sandra siempre deja traslucir, como en una ocasión dijo Platón: “Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina ; el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen.”
Sandra se considera a sí misma, como una brizna de hierba, pero que tiene toda la tierra a sus pies. 
Personalmente, la conocí muy jovencita, tenía a mucho estirar dieciséis años, pero dieciséis años maduros, gozosos pero responsables, es difícil a esa edad, decir eso de cualquier joven de hoy, de sonrisa permanente, hablar simpático lo mismo que su trato en general, y ya para entonces se fue poniendo metas que la llevaban a la ayuda de otros. Recuerdo que trabajó en un camping de la zona donde vivimos, estaba pletórica, porque le encargaron ser animadora de la gente joven del camping, teníais que haberla visto, más que verla oírla como contaba, lo que planeaba como distracciones para esa muchachada turística. Creo que para algunos con los que coincidió ese año de vacaciones, no se les puede olvidar en la vida, las experiencias vividas entonces, al amparo de Sandra.
Se terminaba la temporada y ella, con el reloj del  tiempo siempre adelantado, ya estaba buscando que hacer, compatibilizando eso con la ayuda que prestaba en la tienda de sus padres, disponiendo los periódicos del día, vendiendo cuadernos a los niños, aperos de escritura… en fin, asumiendo la responsabilidad propia de una mujer hecha y derecha. En alguna que otra ocasión, mantuve conversaciones con Sandra, os puedo asegurar que siempre he aprendido de ella cosas nuevas, y recordado cosas viejas que es igual de importante refrescar la memoria con acontecimientos pasados.
De manera que siempre me ha causado admiración, su estado constante sensatez, reconozco que como a todo joven, más de una vez le hubiera dado un pescozón o una buena reprimenda, por hechos inapropiados, desde mi punto de vista, pero claro, eso es muy subjetivo y en consecuencia poco apropiado, recuerdo un tiempo en el que mi pasión eran los clásicos griegos (todavía lo siguen siendo), leí detenidamente a Horacio, después de reflexionar sobre lo leído de él concluí… “Date un respiro y medita sobre lo que has hecho con tú vida, después de eso, no aconsejes a nadie.” A Sandra, le gustan más las sugerencias que los consejos, seguro que cree más en la lógica de las cosas que en la razón de ellas.
¿Quién puede obviar a una persona así?, no exagero pues cuando digo que es una diosa, no lo olvidéis, la diosa Hera, esposa del gran Zeus.
Si, de acuerdo, tenéis razón, la subestimo, quizás. Pero quiero tenerla muchos años a mi lado, ¡me da tantas ganas de vivir…!, desde que la conocí hasta ahora, no ha experimentado cambios más que físicos, los propios del crecimiento de cualquier persona, pero si además de eso, la enriquece la gran cantidad de amigos que tiene…, que quieres que te diga, es doblemente crecida.
Además de todo lo dicho hasta ahora, debo de contaros algo que es un logro por su parte, de grandes dimensiones, es el “alma mater” de un conjunto de música llamado Plagio, hay muchos pequeños grupos incluso de aficionados, que pasan a hacer cuatro canciones, o interpretar canciones de otros compositores, que a los cuatro días se cansan, surgen desavenencias, tienen disputas entre ellos por pequeñeces que terminan en el fracaso de todos, pues bien, Sandra más de una vez, los a cohesionado de nuevo, para que el proyecto de todos siga adelante. La he visto hablar con algunos de ellos, para intentar poner paz, para que hablen de nuevo, y eso, sin ninguna ambición personal, sí, ha sido el nexo de unión entre el grupo, ¿vale o no vale eso?, ya veis, como diosa que es, en un altar merece estar, pero ella lo desprecia con tal de ver que sus amigos sonríen, les da a saber que la felicidad es un hecho no una utopía.
En nuestras propias carnes (la de mi esposa y la mía), sentimos su calor, su beso sincero, su abrazo desarmado de orgullo. Muchos dirán… “¿Qué vas a decir tú, que eres su suegro?”, quizás tengáis razón, porque hasta aquí todo han sido alabanzas de ella, pero os digo honradamente, que también tiene defectos, y menos mal que los tiene, pues gracias a ellos la puedo encumbrar ahora con estas sencillas palabras. Pensad por un momento ; si estuviéramos siempre calibrando los defectos de los demás, ¿Cómo seríamos capaces de ver sus cualidades?.
Balzac decía, que tenía amigos, gracias a sus enemigos. La vida nos da, la oportunidad de vivir en la oscuridad más completa, buscando a nuestro alrededor gente que no nos convenga, pero también tenemos la elección, de ser un poco más felices, rodeándonos de gente como Sandra. Jamás había visto a mi hijo tan sosegado y tranquilo, rodeado por el abrazo de ella, sube hasta las más altas montañas, y cuando desciende, lo hace de su mano a los más fértiles valles. Creo, que ahora Jonatan no desea otra cosa que estar entre sus brazos, Bertrand Russeu, un filósofo inglés dijo una vez… “Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos.” Sandra, camina sin esfuerzos en este terreno, tiene claro hasta el día de hoy, que su corazón pertenece a la vida, solo en esa dirección encamina su esfuerzo, para eso hay que ser vital y conocerse así mismo, por eso a veces incomprensiblemente se ríe de si misma, y no es por otro motivo que el hecho de quizá sin saberlo es una humanista pura.
La he visto muchas veces angustiada, y carga a sabiendas, de una ansiedad que la atenaza y la comprime hasta el límite de lo tolerable, pero jamás se hunde, es una diosa, ¿Cómo puede hundirse una diosa?, tiene que estar siempre anuente a las necesidades de aquellos que, siempre esperan el pequeño milagro de ese empujón a tiempo. El empujón que nos da a todos con su disponibilidad y con sus palabras de acierto, de otro modo no sería ella, puede que no comprendamos, y a menudo lo hacemos, el porqué, hace y dice determinadas cosas, pero a Sandra no le preocupa más que servir.
Os juro, que en toda mi vida he visto persona igual en este sentido. Tiene mil brazos y mil pies, su cuerpo se desdobla y multiplica por no sé cuánto, pero solo un corazón la empuja, ¡qué grande debe de ser para tanto ajetreo, tanta locura…! Claro que su mente debe ser preclara, de otro modo, todas sus acciones se entrecruzarían y al final crearían una amalgama de soluciones confusas.
Mi hijo, que a menudo viene con ella a nuestra casa, la contempla con admiración, sabe mejor que estas palabras que escribo de ella, como es y como siente, que posee una extraña perla negra de un valor infinito, que del cielo ha bajado una estrella que solo él ha sabido apreciar hasta ahora. Alguna vez viene rota, rota de tanta presión, a menudo harta del desdén de otros, entonces, deja que mis manos la recompongan, un poco de pausa, otro poco de relax, una pequeña dosis de sueño y vuelve como una leona a enfrentarse, a la supervivencia de otros. No regatea esfuerzos, porque se conoce bien, si baja los brazos, todo lo que está a su alrededor se muere, y Sandra ve en la vida misma las renuncias de lo que pudiera disfrutar ella, eso es, porque no es nada egoísta.
En casa de ellos dos, la vida es una verbena, la familia y los amigos, disfrutan de su vitalidad y cariño, sin Sandra ese hogar sería una casa. Cualquier es bueno para guarecerse de la lluvia y el frio, pero este hogar te da siempre más de lo que puedas imaginar, Jonatan fue listo al saber elegir a Hera, esposa de Zeus, madre de todas las fuerzas. De manera que con ella tiene todo lo que un humano pudiera desear, es afortunado, se siente feliz, protegido y amado cada día que sale el sol, nunca, para nada, recibe un no por respuesta. A otros dioses les rezas, se postras ante ellos, pero es que son de yeso, otros si me apuras de oro están hechos, pero ¿acaso mueven un solo músculo para complacerte, vuelven su cabeza y te miran dándote respuesta a tus peticiones?, categóricamente no, prefiero a Sandra, se que si le pido algo a ella, será sincera y me dirá con franqueza, que no le pida peras al olmo ni al manzano ciruelas.
¿Os imagináis la envidia que le tienen mucha gente?, sí, por ser como es y en consecuencia hacer lo que hace, decir lo que dice y como lo dice. A lo mejor alguien de estos cree, que ellos (as) lo harían mejor, y de eso nada, para ser como es ella hay que nacer, es una cualidad innata que no es producto de ninguna escuela, claro está que quién quiere imitarla no puede, en primer lugar, porque hace falta ser Sandra, en segundo lugar, porque ella es como una lámpara, que aunque se esconda debajo de una mesa, ilumina toda la estancia en la que esté presente. Me llena de gozo cuando pasa por la puerta de casa, y comienza a hacer posturas con el cuerpo y con los ojos y labios, cual si fuera una Mata Hari de tiempos modernos, provoca simpáticamente a todo aquel que la mira, en mi caso sea cual sea mi estado de ánimo, me hace sonreír y me abre una nueva visión del mundo su presencia.
No hago más que alabarla, quizás me estoy excediendo, pero… es que no puedo definirla ni hablar de Sandra de otro modo, todo lo que toca lo ilumina, cual si del genio de la lámpara de Aladino se tratara, no exagero, os diré porqué, si fuera yo solo quién lo dijera, se me podría culpar de poco objetivo, de parcial, de exagerado, pero es que todo aquel a quién conozco que está cerca de ella, piensa lo mismo, esa es la razón que me lleva a escribir estas líneas, describiéndola.
Incluso mi hijo, dado a muy pocas palabras, casi sin hablar lo expresa, “es lo mejor que me ha pasado en la vida”, decidme, ¿me excedo ahora?. Lo mismo pudiera decir de cualquier otro de su familia o de la mía (de mí no, estaría feo), todos tenemos estas particularidades que nos hacen atractivos a los demás, salvo aquellos que nos repelen con su simple mirada, pues bien, en más de una ocasión, ella me ha ayudado a entender por medio de razonamientos, que en algunos aspectos relacionados con los demás, estaba equivocado. Fijaros, hasta siquiatra podría ser, ¡trata con tanta gente…! Se le da bien analizar a las personas, eso amigos, es un don no una simple cualidad, lo mismo que cuando toca con su grupo, vale para casi todo, pero lo que mejor hace es cantar, ¡¡menudas tablas que tiene!!, se mueve cuando se requiere, como una anguila, hecha el resto en cada canción que canta, moviendo brazos y piernas, su melena leonina y sus caderas, de modo que se hace irresistible y ahí ves a Jonatan filmando la danza de una diosa. Cualquier día de estos, se le pegará el ojo al visor de la cámara, se lo he dicho más de una vez: “Deja de gravar un rato, que te cogerá estrabismo, ya sea convergente o divergente.”
¡Qué familia tengo a mi lado…! Ha sido la mejor lotería que me pudiera tocar, al fin y al cabo, gente con grandes fortunas han terminado sus vidas solos, en brazos de alguien del servicio, se que en nuestro caso, eso no sucederá jamás. Y si por cualquier razón o motivo eso empezara a pasar, sabemos que Hera, esa diosa, Sandra, pondrá motores en marcha, para que toda la máquina a una se ponga en marcha. Francamente, estamos tranquilos sabiendo que ella está cerca, con el resto de los hijos que en cierto sentido también nos adoran, no igual que Jonatan a Sandra eso es verdad, pero se hace patente su amor por nosotros, sin ninguna clase de duda.
Termino esa especie de oda a Sandra, diciendo que si alguna vez buscáis a alguien en quien confiar, que sea capaz de amar más que de querer, que sea emprendedora y avezada, capaz casi de cualquier cosa por vosotros, que sea respetuosa pero franca, y que sepa poner límites a las discordancias, no lo dudéis, buscad a alguien parecido a Sandra, igual que ella imposible encontrarla, parecida si debe haberlas, ¡¡Pero son tan difíciles encontrarlas!!


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