TODO EL MUNDO A LA CALLE
Viví en primera persona -hace de esto unos cuantos años- la secuencia en nuestro país del asalto de la guardia civil a las Cortes españolas que encabezados por un señor con bigote y tricornio entró allí pegando tiros como en el salvaje oeste. ¡¡TODO EL MUNDO AL SUELO!!... coño que miedo tú, como viera que había unos cuantos que no colaboraban se oyeron ráfagas de ametralladora contra el techo. Las cámaras de televisión filmando la escena, y todos acojonados detrás de sus pupitres meándose encima literalmente. He, todos menos un general que era diputado que les plantó cara y se llevó unas hostias… el pobre hombre con lo mayor que era y tratarlo así…
Pegado al televisor junto a mi familia, parecía que los tiros los daban en casa, ¡qué miedo! Hombre alguien pudiera pensar… “Va, en casa no había peligro alguno.” ¿Qué no? y una mierda, imagínate por un momento que esta chusma llegan a tener éxito en su propósito, todos jodidos, pero que bien jodidos. Eso representaba volver a la época en la que Franco reinaba como los césares romanos, que los hubo crueles que para qué. Vaya un bajón me produjo ver aquellas imágenes con militares bajando de autobuses, armados hasta los dientes y resueltos a dar un golpe de estado que habría supuesto volver a la edad de hierro en nuestro país. Menos mal que teníamos ya nombrado como capitán general de todos los ejércitos al rey, que con su ya legendaria gallardía frustró los planes de ese atajo de memos. Tuve el privilegio de conocer y tener como amigo años más tarde, al civil que se encargó sin saber con qué fin concreto, de contratar los autobuses que llevaron a parte de esas tropas al lugar.
Me aseguró no saber nada del propósito que tenía aquella contrata salvo el hecho de que tenían que transportar a gente desde unas casas cuartel a determinado lugar a “personas”, en eso no se equivocaba. En lo que cometió un craso error fue en no asegurarse de quién se trataba y para qué, pero por entonces él era un militante de Fuerza Nueva pero de esos que llevan pipa debajo del sobaco. Una nueve milímetros que daba miedo, me la enseño un día que pasé en su casa junto a su mujer que se había divorciado de un marqués, y tenía pasta gansa, llegó a un acuerdo con su ex marido y le pasaba una pensión lo suficiente como para vivir sin trabajar el resto de su vida, pues habían llegado al acuerdo de que esta pensión sería vitalicia porque al parecer tenían bienes en común a los que ella renunció pero con esta condición. El marqués tenía una cuadra bien nutrida de pura sangres, además de una participación importante en una cooperativa de vinos y cavas que exportaban en su gran mayoría, gracias a los contactos que él tenía en el extranjero merced a los muchos viajes que hacía.
Pues mira tú por dónde después de todo el desaguisado qué se formó y que terminó en nada, al pobrecillo Daniel lo pillaron y lo metieron entre rejas cinco meses por colaboracionista con los golpistas, manda cojones. El cagado porque nunca se había visto en situación parecida, van y lo meten en La Modelo en la quinta galería, con lo peor de lo peor. Las pasó putas el pobre Daniel, bueno hay que decir que en honor a la verdad él se lo buscó con eso de cumplir con el partido, pero lo jodieron bien porque a la hora de la verdad lo dejaron más solo que la una. Pues cuando termino su condena y salió en libertad vigilada, el muy tonto del culo se salta el presentarse en el juzgado cada tres días como le habían estipulado, la policía enviada por el juzgado lo trinca otra vez y tuvo suerte en esa ocasión de que su mujer Carlota lo sacara del atolladero no sé de qué forma, besos, abrazos, bueno… lo tendríais que haber visto. Ella estaba pasando el verano en casa de unos amigos en LLoret de Mar, llega Daniel con su traje de lino y su sombrero panamá y se dirigió a la playa donde sabía que regularmente estaba con ésta familia, como viera que ella se estaba bañando acompañada por una amiga, va el tío y se mete en el agua vestido como iba con americana y todo y se pone a bracear hasta llegar hasta donde estaba Carlota, mira, un espectáculo montó un espectáculo de la virgen, con los brazos abiertos y gritando el nombre de su mujer “¡Carlota, Carlota, amor mío ya estoy aquí, y esta vez para quedarme contigo para siempre…!” A grito pelao, para que se entere todo el mundo, di que sí, con un par de huevos. Daniel era así, que quieres, no iba a cambiarlo nadie ahora… Le retiraron la licencia de armas pero eso él se lo pasaba por el forro, siempre con su Glock. 17 debajo del sobaco, manda cojones, y eso que sus amigos siempre le decíamos “Ten cuidado… que como te trinquen con esa bicha la vas a palmar otra vez…” Nada tú, le decías eso y se invitaba a otra ronda como el que no ha oído nada. Un día de verano estábamos en un restaurante de la Barceloneta frente a la playa, le gustaba ir a allí porque a veces iba algún conocido suyo de la vieja guardia. Estaba lleno a rabiar, le gustaba mucho las zarzuelas que preparaban y el hombre del interior del mostrador nos dijo que teníamos que esperar, había una cola de gente… del orden de veinte personas. ¿No va el tío y se saca la americana mostrando la pipa y diciéndole al hombre que estábamos de servicio y que no teníamos toda la noche? “Un momento por favor.” Dice el hombre y entra para adentro, a los dos minutos sale y nos dice… “Pasen por favor, si tiene la bondad…” Fui detrás del hombre mientras en la puerta algunos se quejaban, él se volvió a ellos y les soltó “¿Qué coño creéis qué estamos haciendo palurdos? Estamos de patrulla para que a vosotros no os pase nada, desagradecidos.” ¡Joder con Daniel! Pues oye salió airoso de la situación y se dirigió al interior a una mesa para cuatro que nos prepararon en el chiringuito sobre la arena. “No se lo tenga en consideración dijo el hombre que ya estaba sudando.” “Va, déjelo, nos las vemos con cosas mucho peores cada día.”
Desde esos tempestuosos años en los que no se sabía cómo terminaría ésta historia, se unió el movimiento independentista vasco representado en su faceta armada por E.T.A , que lejos de ser un partido dispuesto al diálogo político, comenzó a atacar con bombas y pistolas. Está claro que el ambiente se enrareció mucho políticamente hablando y eso llevó a que nuevos partidos de todo corte político estuvieran, unos a favor y otros en contra de determinadas, digamos que correcciones lo que causó en el pueblo llano unas heridas imborrables. Se sabía que la gran mayoría del gobierno de centro derecha que entonces imperaba, estaba comandado por los antiguos miembros del poder franquista y evidentemente eso no era del gusto de la mayoría. Con el tiempo, -más bien con los años- eso me ha dado que pensar en los deberes y derechos, que si somos objetivos deben ser compatibles en cualquier pueblo que desea encaminarse a una democracia -que fácil es usar este término, y que difícil de interpretar- lleva muuuucho tiempo el llegar a ser un demócrata, tanto por parte del pueblo considerarse así como por parte de los políticos -se me erizan los pelillos del cogote cuando digo esa palabra- .
Ese es un asunto que puede llegar a tener tintes de dramatismo. En una democracia todo el mundo tiene - según sugiere la misma palabra- los mismos derechos y deberes, ello supone que hay por ambas partes -es decir por parte de los votantes y los votados- las mismas reglas de juego que se deben considerar legítimas, salvo en el caso que alguno de estos dos grupos sobrepase los limites que encierra el mismo término. El problema, es que el pueblo está en clara desventaja el porqué es evidente ellos tienen los medios -según los mandamases el deber de proteger a la ciudadanía de alborotadores y de malhechores- ahí empiezan las discrepancias. Vamos a ver, ¿que tienen ellos y que tiene el pueblo? El pueblo no tiene nada de nada salvo el acatar lo que se les dice, por otra parte ellos tienen una policía que te cagas, bien organizada, armada si cabe hasta los dientes y encima disfrazados de paisano en muchísimos casos. ¡Cuidadito que nadie se equivoque! Que estos últimos arman un lio a su conveniencia, solo con el pretexto de hacer que entren en acción los que se identifican por sus cascos, porras, protecciones de todo tipo, y ojo al dato, en más de una ocasión con armas ilegales como pueden ser las porras extensibles eléctricas que usan para disfrute de la población, para que recuerden de vez en cuando que es lo que se siente cuando te quedas enganchado en un enchufe a 380 wts. Manda huevos queridos lectores, y eso lo hacen sin despeinarse, todavía algún mamón de estos luego hablando con los amigos les dice… “Joder que lástima tíos, a mí que me hubiera gustado partirle la cabeza a algún cabrón de estos y cuando he llegado ya estaba todo el pan repartido, siempre me pasa igual coño.” ¡¡ Eso lo dice un antidisturbios ¡! no te lo pierdas…
Hay que reconocer que alguna que otra vez los “antisistema” me parece que les llaman, se infiltran entre los pacíficos con el fin de pescar en aguas revueltas y en ocasiones lo que pescan es alguna que otra hostia, además, a estos, muchos la poli los tiene fichaos lo que representa que a menudo tienen que ir con el careto tapado con pañuelos y son relativamente identificables del pueblo que solo se manifiesta. A eso iba, “EN UNA DEMOCRÁCIA TODO EL MUNDO ES IGUAL, CON LA MISMA CAPACIDAD DE DECIDIR, CON LOS MISMOS DEBERES Y LOS MISMOS DERECHOS.” Sabes que te digo ¡¡una miiiierda!! como un piano de cola. ¿Quién decide por nosotros…? Ellos. ¿Quién decide por ellos? Ellos. Joder, así cualquiera. Si al equipo contrario le ponen una portería de un metro de largo por uno de alto ¡cualquiera les mete un gol! pero, si por el contrario a nosotros nos plantan una portería de veinte metros por veinte de alto… te mete un gol hasta el portero desde el otro campo mientras los otros jugadores se están tumbados en el césped jugando al parchís o tocándose los cojones.
En definitiva, que si encima llevas un par de pancartas que les parecen provocativas dibujando por ejemplo al presidente del gobierno con la cara de Pinocho con una leyenda debajo, o pones al gafas con barba colgado de una horca y debajo… “Puto R… corrupto , indecente, no le gustas a la gente, hazte la cirugía y que C… te haga de guía.” Bueno… entonces entran a saco los otros, muchas veces los secretas que llevan el pinganillo y desde algún lugar, les dicen lo que tienen que hacer para que la poli entre a la carga. “No… es que tenemos que limpiar el lugar, porque esta gente son de lo más marrano, hasta ratas hemos visto paseándose por la Puerta del Sol, o La Plaza Cataluña. Hombre esto ya es demasiado… el ayuntamiento no lo puede permitir, que las ratas se les han comido los pies a unos niños que andaban por allí paseando con sus padres… y ahora pobrecitos no se los pueden ni injertar otra vez… a otros niños fíjese usted si tienen mala leche estos indignados, les han repartido globos en plan festivo, llenos de gas hasta los topes y los niños han salido echando leches al cielo que todavía los están buscando cazas del ejército, hombre… esto no se puede aguantar, ¡con la falta de niños que tiene este país que lo estamos repoblando a base de los inmigrantes que dejaron esparcidos por ahí cuando venían en patera los pobres…!.
Poco a poco nos estamos quedando todos en pelota picada, si no que se lo digan al Alberto que fue con su mujer dos días a Huesca a pasar el fin de semana y cuando volvieron se encontraron con el piso ocupado. “¡Coño Clara, mi llave no entra en el paño, ¿seguro que es la nuestra?.” “Como no va a ser la nuestra… venga abre ya que me estoy meando y no aguanto más.” “Dame las tuyas anda.” “¡Joderrr.” “Que quieres la mía no abre, no me pongas más nervioso.” “Toma pesao.” “¡Hostia, esta tampoco abre!” “Llama al timbre que a lo mejor ha venido alguien de la familia…” ding, dong, ding, dong. “Oye pues se oye ruido, y se oye ruido de niños.” “No jodas… ¿qué niños ni qué puñetas.” Ahora Alberto aporrea la puerta “Abrir la puerta ¡Ya!” Se abre la mirilla y desde el interior una mujer con acento extranjero… “No se puede abrir ahora, hasta que no llegue mi marido.” “¿Cómo…” me cago en todo, abrir la puerta o la echo abajo. ¿Quién coño sois?.” Nadie más contestó, se cerró la mirilla y a hacer puñetas, ¡cualquiera echaba abajo esta puerta de seguridad! “Nada, hay que ir a la policía, ¿Cómo nos puede estar pasando a nosotros una cosa así?” Mientras Clara llamó a la vecina de enfrente y le pidió permiso para ir al lavabo. Ahora sí, después de la meada que parecía haber aumentado por dos por los nervios, cogieron el coche y se fueron a los mossos, “Mire usted…” le explicó todo el proceso desde que salieron de casa hasta que volvieron, incluyendo el que su mujer tuvo que ir a mear a casa de la vecina de enfrente, y contrario a lo que pueda parecer el mosso que los atendió ni se inmutó por lo oído, “Bien esperen aquí que iremos a su casa con una patrulla.” Alberto había cogido la mano de su mujer y mirándola con firmeza dijo “Se van a enterar estos cabrones…” después de quince minutos se presentaron dos mossos más que parecía que venían de patrullar, saludaron con la mano en la gorra al estilo militar -oye este saludo le inspiró confianza a Alberto, si señor verás como en media hora esto lo solucionamos. ¡Joder, solo faltaría eso! Allá que se van, llegan al bloque de pisos, suben por el ascensor, con nervios claro porque la cosa tiene su miga. Llama la policía a la puerta sin usar el timbre “Policía, abran la puerta por favor.” Repite lo mismo tres veces sin respuesta. Se ponen los sombreros y les dicen a la pareja que les acompañen al juzgado. “Pero… oiga, ¿a qué tenemos que ir al juzgado?” “Pues a poner la correspondiente denuncia, o ¿es qué quiere quedarse sin su casa?” “No, claro qué no. Lo que pasa es que nosotros creíamos que ustedes se encargarían de echar a esta gente fuera, comprenda que acabamos venir de viaje y llevamos en el maletero toda la ropa y demás…” “Pues eso, mire, si a nosotros no nos abren la puerta no podemos obligarlos ¿sabe?, nuestra labor ya está hecha. Ahora el juez de guardia les tomará declaración de la denuncia y se buscan un lugar adonde ir hasta que el juez ordene el desalojo de su casa. “¡Me cago en la puta de oros! Así que somos nosotros los que debemos buscarnos un sitio teniendo nuestro hogar mientras ellos duermen en nuestras camas, ¡hay que joderse vamos! Si no lo veo no lo creo, esto lo había visto en televisión pero no pensaba que sucediera de verdad oiga.” “Pues créaselo, nosotros nos encontramos cada día con cuestiones parecidas.” “¿Qué hacemos ahora Clara?” “Nos ha jodido… pues ir a casa y aunque sea entrando por la ventana hoy duermo en mí casa por la madre qué me parió.” “No señora, no la podemos dejar hacer esto, estaría contra la ley y nosotros estamos aquí para hacerla cumplir. Si trata de entrar a la fuerza en su casa sin una orden del juez la tendremos que detener.” “Así qué… ¿a la calle?” “Mujer solo va a ser temporalmente, piense en positivo. Dentro de un tiempo recuperará su hogar y se dará cuenta que todo esto abra sido un mal sueño.” “Sí, pero un mal sueño de cojones oiga.”
Podría seguir narrando todo lo acontecido después pero creo que no vale la pena, al fin y al cabo, la familia ocupa con tres niños habían sido desauciados de su casa una semana antes y al no tener familia próxima y con tres niños pequeños -uno de ellos con una enfermedad crónica- la ley les hizo una concesión que llevó consigo el que cuando marcharon al cabo de dos meses dejaran la casa limpia de polvo y paja. Lo único que dejaron fueron los sanitarios, que todo lo demás se lo llevaron de noche en un furgón con la ayuda de amigos. Se conoce que la lámpara del comedor que era del Ikea, nada del otro jueves, también fue pal ante.
Es indignante, situaciones como esas son incomprensibles pero resultan ser el pan nuestro de cada día, además sin solución alguna vistas las cosas como se presentan, el poder político es sumamente egoísta, sin contemplar altruismo ninguno más que de palabra -lo que se suele llamar demagogia- con unos discursos llenos de florituras pero rancios en su conjunto. Copian a pié juntillas lo que aconsejaba en su libro “El Príncipe” (Nicolás Maquiavelo). No digo que todo lo que dijera este político e instigador de su tiempo fuera todo malo, desde el punto de vista de la política hay que gobernar en muchos casos como él decía, en aquella época el pueblo era mucho más voluble, y por supuesto las circunstancias de gobierno no eran ni de lejos las que ahora vivimos. Lo que sí es cierto es que en esencia el ser humano no ha cambiado y eso lo tendrían que tener en consideración la clase gobernante, por ejemplo todo lo que hay en una democracia es por y para el pueblo -la gleba- como algunos daban por llamar a los ciudadanos, pues si eso es realmente así ¿Qué derechos tienen ellos que no tengamos nosotros? ¿Por qué deben sentirse dueños de gente y sus efectos como pueden ser también edificios sociales y o oficiales? ¡¡Coño!!... si tú eres dueño porque yo con mi voto te he puesto aquí, también es mío porque tú me has elegido como gobernado, no me jodas.
Ya sé que todo esto va a quedarse en palabrería pura, pero no debiera ser así, de todos modos a esta gente cuando les levantas un poco la voz te mandan a la calle, como cuando te pones a cantar en un café oye, pues bueno desde la calle se pueden hacer un sinfín de cosas en plan pacífico y sin entrar en provocaciones. Ahhh, ¿Qué cómo te mandan a la calle…? En el momento que no les caigas bien, ni más ni menos. ¡A cagar al rio con estos prepotentes! No significa que haya que meter en el mismo saco a todos (as), tú, hay gente que quiere hacer las cosas bien y seguro que a sus superiores les deben haber dicho que hay cosas que no les parecen las más correctas, pero claro, peligran sus sueldazos y sus jubilaciones, y cuando tocas esta fibra sensible… amigo, con el clero te has topao. Un día de esos en los que te sientes solidario y con la mente preclara, es decir que estaba contento tú, oye me levanto de la cama de buen ánimo y oigo en un canal de noticias que no sé qué fulanito se jubilaba ¡¡con un pastón…!! Me dije para mi interior “mira nene hoy se cumple el dicho aquel de -¿has visto qué día más bonito hace hoy? Pues ya verás como viene alguien y te lo jode.”- Dicho y hecho, esa mañana me supo el café a gasolina con plomo, no hay derecho joder, ni las tostadas me pude comer. Y no es que pensara en el dinero que le iban a dar a ese tío, porque en el fondo eso me la repanpinfla, es el hecho en sí mismo, un señor que ha estado cobrando toda su puñetera vida un sueldo de cojones, a lo que hay que añadir que por ley los grandes capitales están protegidos y “libres” de determinados impuestos, ahora se añade un indeterminado capitalazo por ser director de un banco, banco éste, que ha dejado en la calle a cientos de personas que no han podido pagar sus hipotecas de forma puntual y que SU banco no les ha dado tregua, los han perseguido como si de delincuentes se tratara haciendo que los antidisturbios los acompañaran para desalojar esos malhechores, a un delegado de su banco junto a agentes judiciales a dejar su hogar que ya tienen más de la mitad pagado y que además les comunican por buro fax que han quedado en deuda con ellos. No te lo pierdas, y mientras mis amigos Alberto y Clara en la puta calle porque después de ir al juzgado un montón de veces les dice el funcionario de los cojones que “las cosas de palacio van despacio”, que si supieran ellos los expedientes de chorizos de cobre y de “butroneros” que tienen pendientes no aparecerían por allí en años. Pues vale, que se queden con el piso esos hijos de mala madre y nosotros vamos a pedir un crédito al banco para comprar otro ¿no te jode?
De verdad oye, ahora entiendo porqué hay gente obesa, hostias con tanta ansiedad encima, siempre van a aterrizar a la nevera de la familia que los acoge ya sean padres o hermanos y arramblan con todo lo que se les pone delante. Es que una cosa lleva a la otra, eso… o el que pilla una depre de caballo y tiene que estar a base Prozac durante años, que también he conocido personas así y… cágate lorito, que se ponen de un raro los pobres que alucinas pepinillos. –bueno en honor a la verdad los que acaban alucinando son ellos-
¿Cómo enfrentarse a estas situaciones que en su conjunto desmadejan a la sociedad? Mi respuesta, -no inventada ni impulsada por mi- A LA CALLE TODO EL MUNDO, a quejarse, con un par de huevos, vamos a ver lo que se consigue, porque Alberto y Clara todavía están esperando respuesta a su problema, “es que los ocupas de su piso tienen niños pequeños” les ha dicho el secretario del juez y eso es una atenuante. Coño… y los que te dan el tirón por la calle si te roban menos de trescientos euros, porque no es robo es hurto. Por favor, esto hay que cambiarlo de algún modo, pero el pueblo llano no puede hacerlo, son los legisladores los únicos responsables, y está claro que si no se cambian determinadas leyes, ni ellos en primera persona lo pueden hacer. De eso se encargan los tribunales quienes a su vez se corrigen entre ellos y se critican, porque en sus filas también, ¡como no! hay progresistas y otros que no lo son tanto, a si que a ver quien le puede poner la zancadilla al otro para que se derogue determinada ley o proyecto.
Nada, de puta pena, y porque lo dejamos ahí y no nos ponemos a hablar del negocio que produce el paro para determinados sectores que son como quinta columnas dentro de los ejércitos, que si no… estaríamos tota la puñetera vida argumentando y poniendo tristes ejemplos de cómo se están pudriendo por dentro las morales de los políticos. ¡Nada tío! Y a mis amigos que todavía no les ha llegado la sentencia de que ya pueden volver a casa mientras que por el otro lado el mismo día de más que ellos han estado esperando, han echado a la calle a trescientos desgraciados que no pueden pagar su hipoteca.
Y no grites que te doy… dice el gobierno, y no te manifiestes sin permiso que te envío a los antidisturbios… te repiten, y no vayas diciendo por ahí que no te hemos pagado lo que se debe después de la inundación porque te quedas sin casa nueva…te amenazan, pilla la pasta que te dan y corre después del E.R.E injustificado de tú empres porque te quedas sin paro… te advierten. Pero vamos a ver ¿Qué es esto un estado de sitio o qué? Pues parece que sí y acéptalo o “garrotazo y tente tieso”.
Esas son razones suficientes para que se tome una decisión definitiva, nos echan de lugares que también son nuestros, tratan de infectarnos con sus demagogias y diatribas que no llevan más que a tenernos con las piernas rotas, por si se nos ocurre caminar en una dirección que ellos no quieren, pues bien, antes que todo esto suceda, -porque sería un suceso- esa es razón suficiente para que todos, grandes y pequeños, jóvenes y mayores, sin importar edad ni cuna social nos unamos para tomar una determinación: “TODO EL MUNDO A LA CALLE…” por lo menos sabrán ese atajo de ladrones de conciencias vivas que no nos gusta nada lo que hacen, y -con los sueldos que cobran- por lo tanto nosotros lo podemos hacer mucho mejor simplemente con que nos oigan –aunque entre ellos tengan que rodar cabezas -cabezas sin sesos llenas de serrín- solamente con que veamos que se interesan por el pueblo llano, solamente con que se vea el más mínimo indicio de que nos quieren ayudar DE VERDAD… a encontrar un trabajo digno con un salario digno, con una pensión digna para nuestros mayores a los que solo falta que les den una estocada en la nuca, porque hasta ahora, al parecer les estorban. “Oh… es que tenemos muchos inmigrantes sin papeles.” Joder, es vuestro problema, “Oh… es que no se pueden mantener a tanto médico y a tantos ambulatorios.” También es vuestro problema. “Oh… es que la inflación nos ahoga.” ¿Y qué podemos hacer nosotros si ya no tenemos ni para comprar el pan?.
TODO EL MUNDO A LA CALLE y a ver cómo se las apañan con un pueblo que está hasta los huevos de tanta locura colectiva y tanto saqueo de la pasta de los demás, y sale a la calle para cantarles “las cuarenta en bastos”. Preocupados ya lo están por estas movilizaciones, cuando ya se no s a anunciado en los grandes periódicos de todo el mundo, es porque muchos de ellos ya van al congreso con pañales, están cagados. Pero ahora cacos de mierda esto no hay quien lo pare, y si lo hay que se haga aquella antigua pregunta a manera de dicho… “¿Quién le pone el cascabel al gato?”.
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