viernes, 20 de abril de 2012

HOLA HUMANOS, SOMOS LOS DONDEQUERAMOS.

                            
                        HOLA HUMANOS, SOMOS LOS “DONDEQUERAMOS”.


De madrugada, a eso de las cuatro, policías que patrullan por la ciudad, se detienen delante de un banco. Uno de ellos baja del coche patrulla y se acerca a un bulto, que recogido como si fuera un ovillo en el suelo, está inmóvil. Le da mal rollo tratar de saber de qué se trata, con la porra desenfundada y la otra mano sobre el revólver a un metro de distancia, alarga la pierna y toca el bulto, este, lleno de hojas del árbol que hay  sobre él, se revuelve sobre sí mismo, al policía le atenaza el miedo y por un instante se queda paralizado.
No habla, no dice nada cuando hace este gesto, parece, que al despertarlo del sueño en el que estaba sumido, su cara se ha transmutado. Bajo la luz de la farola próxima, hace su aparición un ser de otro planeta, su cara es larga, los ojos hundidos, los labios son dos delgadas líneas que dan a entender que tiene boca.
El patrullero se asusta, efectivamente, al ver que no es un ser violento, cambia la posición de la mano del revólver y saca una linterna con luz led que lleva prendida en la correa que cruza su pecho.
-¡Santo dios…! ¿quien es usted?.
-Vengo de otro mundo señor. Soy del planeta de los “dondequeramos”, he venido a dar aquí como bien hubiera podido aterrizar en la luna, o en Marte, o en cualquier otro lugar. Lo hubiéramos preferido antes de llegar a este, pero no podemos elegir, donde nos envían vamos.
Por el pequeño comunicador que lleva prendido en el hombro, habla con su compañero.
-Paco ven a ver esto, vas a flipar, tendremos que llamar a comisaria pero antes quiero que veas a éste alienígena.
Ese ser, se ríe cuando oye esto, pero sigue recostado a la espera de acontecimientos. No se inmuta, no huye ni pelea con el terrícola, está cansado de verse con su nave despegar y aterrizar, por lo menos hoy que aunque hace frio y sopla el viento recio, el sueño lo puede, se ha dejado caer en este banco porque tiene cualidades que otros desearían para sí, soportar el frio recostado en pleno parque no es fácil, y mucho menos cuando se trata de descansar de un largo viaje.
Paco llega desde el coche patrulla, alumbra al alienígena que se ha tumbado de nuevo.
-¡He usted! ¿de dónde viene?.
-De dondequiero, es un planeta que está a diez millones de años luz de aquí, pero no os preocupéis venimos en son de paz, de otro modo, habría abierto mi mano derecha y ya estaríais desintegrados.
-Lo ves, ya te decía yo que era un extraterrestre. Joder, que mal rollo ¿no?. ¿Qué hacemos ahora?.
-Lo suyo sería que nos lo lleváramos, pero ves a saber lo que es capaz de hacer.
-Oye humanos, ¿y por qué no os lleváis a aquel que está en la acera durmiendo tapado con los plásticos? Tiene el sueño más ligero y siempre se despierta varias veces durante la noche para beber de una pócima que siempre llevamos encima. Lo digo porque yo soy un recién llegado, y tantos años viajando por ahí me tienen cansado.
-Por curiosidad… ¿Cómo es vuestro planeta…?.
-Como el vuestro, y vengo de una ciudad como la vuestra, pero está llena de gente mal parida como aquí, ¡que decepción!, lo que pasa, es que para estas misiones nuestras, se busca a gente que no tenga familia, ni arraigos de clase alguna, de otra manera no se nos podría llamar adecuadamente “los dondequeramos”.
Aquel ser extraño hablaba sin animosidad alguna hacia los uniformados, ellos dudando acerca de lo que tenían que hacer, se retiraron al vehículo y pasaron aviso a la comisaría. Primero se oyeron risas, luego un superior, el comisario, se puso al aparato.
-¿Queréis dejar de hacer el idiota y dedicaros a vuestra labor?... dejad a esa gente que vayan a donde quieran, y estén donde les plazca. No son gente de ningún otro planeta extraño, son desgraciados de la vida que no tienen a dónde ir, dejadlos en paz.
-Pero señor…
-Ni señor ni hostias, seguid con vuestra ronda, esta gente no son peligrosos en absoluto.
Los dos policías se miraron extrañados, luego la curiosidad les llevó de nuevo a iluminar al extraterrestre. Estaba de nuevo durmiendo a pierna suelta, entre ronquidos y quejas, nunca supieron porqué.


                                                          -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-





No hay comentarios:

Publicar un comentario