lunes, 2 de septiembre de 2013

CANSADO DE SER VERDE.

Este asunto de los colores, me tiene un poco cansado, donde yo veo azul otros lo ven amarillo, cuando alguien señala al cielo y me indica que hay una nube roja que se acerca, yo la veo negra.
Es curioso hasta que punto, cada cual tiene su propio criterio acerca de los colores. Creo que de algún modo, todos somos un poco daltónicos en relación a los colores. Eso nos lleva, a que de alguna manera queremos tener nuestra parte de razón en las cosas. Cierto, eso es legítimo, cada cual puede opinar en relación a cualquier cosa, lo mismo es cierto en cuanto a los colores.
Independientemente del color que se está mirando, puede ser tema de discusión el propio color, no su interpretación. A mí me gusta el verde, pero claro, eso no significa, que todo lo que me rodea deba ser de este color. Hay muchos verdes, ¿cuál es el auténtico, cuál de esos tonos de verde se puede definir como el color por excelencia?.
Todos y ninguno a la vez, es por eso, que me he cansado de ser verde, ahora quiero ser del color de la aurora boreal, esos sí que son colores de verdad. También podría escoger como preferido los colores del arco iris, pero depende de dónde y cómo se reflejen, dejan de tener determinados tonos de color que me gustaría tener.
Elegir un color, para mí, es como escoger un amigo, alguien con quién compartes tus venturas y desventuras, pero de hecho, a pesar de los muchos pretendidos amigos que creído tener, no tengo ninguno. Cierto, bien pensado, un amigo, es, o debería ser alguien, que estuviera dispuesto a dar su vida a cambio de la tuya, esa es la definición. Que no le importara lo más mínimo, que cambiaras de color, por el simple hecho de que te has hartado de él.
Y eso queridos lectores, es harto difícil de decidir. La mayoría de nosotros tenemos familia, seres queridos para quienes nos reservamos, y llegado el momento, ni siquiera tenemos la seguridad de dar nuestra vida a cambio de la suya. ¿Será porque el color que a nosotros nos gusta no es de su agrado?, es muy difícil juzgar esto, la verdad nos dice, que a pesar de que tengamos la misma preferencia por determinado color, a la hora de la verdad, cuando nos encontramos en esta encrucijada, huimos como alma que lleva el diablo.
Esa es la razón, por la que me he cansado de ser verde, estoy determinado a no ser de ningún color específico, y si tuviera que escoger a la fuerza, escogería el gris. Un color de mezclas indefinibles, sin encanto alguno, que casi no se usa.
Los individuos grises pasan desapercibidos, nadie se fija en ellos, son como los camaleones pero sin cambiar de color dependiendo su estado de ánimo. Ser verde, azul o rojo, o cualquiera de los otros muchos colores que existen, depende en realidad de nuestros ojos, ellos le transmiten la información al celebro, para que decida qué color es el que está viendo. Toda nuestra vida está adornada de colores, quizás es porque somos indecisos, porque lo que nos falta de verdad es, criterio.
Sea como sea, cansado de ser verde, me inclino por el gris, y esta vez creo que no voy a cambiar de manera de pensar en cuanto a esto.



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