sábado, 17 de septiembre de 2016

CORTAR POR LO SANO

                                                     CORTAR POR LO SANO

Esa pequeña frase para mí que está mal enfocada. Sí, es verdad que se usa muy a menudo, eso no significa que sea acertada, por lo menos en todos los casos, hay veces que cortar por lo sano puede significar que antes de que las cosas se salgan de madre uno corte por lo sano. Sin embargo, antes de pronunciar esa frase, es necesario pararse a pensar si uno ha hecho lo posible para evitar que se tenga que llevar a término esa frase.
Interés sincero, eso es lo que hace falta para poder evitar es corte, como se vive hoy, el sistema que nos arrastra a tener en mente solo el dinero, el trabajo, el deseo de cosas innecesarias, es lo que a  menudo nos lleva a pensar en el corte. No es solo la ruptura de una pareja, no es tampoco cuestión de ver una separación la alternativa para que cada persona sea feliz, no, lo que hace que muchos vean “el cortar por lo sano como la única alternativa” es la gandulería de pararse a pensar si realmente seguimos queriendo a la otra persona como al principio, o por el contrario, si hemos localizado a otra víctima por el camino.
Es siniestro, falso y bastante absurdo, usar ese término para definir que de la noche a la mañana, hemos dejado de querer. Lo sano no tiene porqué terminar, ese elemento sea del cuerpo o del corazón, todavía tiene poder para seguir funcionando del mismo modo que lo hace un reloj suizo, de manera permanentemente precisa. Eso es especialmente cierto cuando uno cambia de pareja, si fuera cierto que hay algo en uno mismo que no funciona bien, que debe ser amputado, no tendríamos razón para buscar a otra pareja, hay algo más que se esconde a la vista de los demás que a uno no le interesa que se ponga al descubierto.
De otro modo no se comprende por qué debe uno cortar por lo sano. Intereses previamente estudiados, son lo que a veces usamos como justificación para cortar. Para muchísimas parejas eso no significa nada, no tienen en consideración a los hijos tenidos en común, aun así quienquiera que sea, decide cortar por lo sano. Egoístas recalcitrantes, eso es lo que manifiestan, desprecio total por las fórmulas que rigen la vida de cualquier ser humano, personas sin moral que solo ven aquello que a ellos les interesa, estas personas funcionan a tenor del ritmo tentador de unos tacones de aguja, de un perfume embriagador o de una forma de vestir que hasta ese momento desconocían, eso puede ser cierto en el caso del hombre o de la mujer, por supuesto.
La frase que encabeza este escrito debería tener otra vertiente, cortar por lo que está podrido, por lo que no puede aprovecharse, eso sí que tiene más sentido. Aquella otra frase que lee… Mientras hay vida hay esperanza, se puede conectar perfectamente con lo que se ha leído hasta ahora. Porque hay quién por mantenerse en pie, mientras la otra persona la humilla y desprecia de una forma u otra, tiene su base en la dignidad de seguir al lado del corruptor, por el simple hecho de orgullo propio, no quieren dar su brazo a torcer por temor a perderlo todo. ¿Qué es ese  todo que pueden perder? Nada, banalidades, una casa, un buen coche, el conservar el cariño de los hijos, siendo sinceros, muchas de estas cosas se pierden igual, no hace falta cortar por lo sano, ya hace tiempo que has perdido la partida de antemano, lo único que se conserva es cierta apariencia de normalidad que hace que uno mismo camine por la calle con un miembro de menos sin darse apenas cuenta de ello.

                                                             ----------------------


No hay comentarios:

Publicar un comentario