DESDE LA LETRA ALFA A LA OMEGA
Años atrás no se sabía nada de las
letras griegas, fue a copia del esfuerzo de arqueólogos, paleontólogos y
paleólogos, que se fue dilucidando, el significado de aquella cultura relativamente
moderna griega. El abecedario griego fue un misterio para muchas personas
interesadas en saber cómo vivían aquellas gentes, sus costumbres y el sistema
político y social que dominaban a aquellas personas. Todavía hoy, hay quién se
sorprende de lo tremendamente avanzados que estaban en asuntos de gobierno y
hasta en la moda, aspectos tan distantes unos de otros.
Hoy, vivimos dentro de parte de
aquel sistema que perduró en lo referente al sistema de justicia que se ejercía
en la sociedad griega. Muestra de la influencia que tuvo aquella civilización
son, los muchos filósofos y pensadores que trabajaron para otros reyes,
mientras ellos, escribían y desarrollaban ideas, pensamientos y reflexiones que
usamos hoy día como guía, referencia de convivencia entre los seres humanos.
Esta introducción nos sirve
perfectamente para poner en práctica nosotros, las claves de una vida
satisfactoria. Cierto es que algunas de sus costumbres eran un poco bestias,
pero tenían un propósito, fortalecer a la población contra posibles
conquistadores que quisieran desmantelar su proceso hacia el progreso.
Los griegos nos enseñaron a ser más
consecuentes con los principios básicos en el desarrollo de la familia. Muchas
de las cosas que para nosotros son nimiedades, para ellos eran motivo de
castigo. Sin temor a ser demasiado comparativos con ellos, vivían mucho mejor
que nosotros. No permitían que los niños por jóvenes que fueran hicieran
aquello que les venía en gana, no, nada de eso, ellos tenían su puesto dentro
de la sociedad y en todos los casos, tenían las mismas responsabilidades que
las personas mayores. Se les dejaba jugar y se les enseñaba a luchar por ley,
eran el futuro de la nación que iba expansionándose continuamente.
No se parecían en nada a nuestros
jóvenes, hoy nuestros hijos tienen más tiempo para el ocio, los juegos, el
escoger a sus amigos. Allí no había márgenes para el disfrute no justificado de
determinadas compañías, para todo había reglas, estaban bien explicadas dentro
de sus costumbres, de qué manera debían comportarse y como debían utilizar
desde una pluma para aprender el uso de las palabras, hasta el manejo de una
espada. Hoy, damos demasiada libertad a los hijos, no nos interesa en exceso
saber que hacen y con quién hacen las cosas cuando no están a la vista de los
mayores.
Esa fue una de las claves de la
expansión, el triunfo sobre otros pueblos, gracias a la supervisión y la
conservación moral de estos pueblos a los que hoy todavía hoy llaman bárbaros. Las
mitologías de muchas civilizaciones antiguas ayudaron a establecer la base del
conocimiento de pueblos; frases y oraciones que grandes filósofos marcaron un hito
en la historia de muchos de estos pueblos, hasta el punto que se regían por
ellos para progresar.
Hoy parece que poco importa este
tipo o modelo de aprendizaje, en los colegios e institutos se persigue que los
estudiantes estén más conscientes a base de invertir dinero en libros que
frecuentemente van a ser de muy poca utilidad a los pupilos de las escuelas. “Las
letras, con golpe de regla entran” Esa es la confianza con la que se manejan
profesores y que los alumnos reciben con malestar y confusión. No se está
edificando a un pueblo, al estudiante se le advierte que de no seguir las
pautas marcadas en los libros, que casi siempre tienen un interés económico,
serán unos borricos y que de no estudiar cómo es debido, no serán nada en la
vida.
Las letras, que deberían ser la
base de la enseñanza, han sido substituidos por máquinas que les resuelven los
problemas de forma automática, no hace falta que se esfuercen en fomentar
mediante lo que aprenden, que la sociedad donde vivimos será más poderosa, que
será más fácil derribar obstáculos si memorizan los que se les enseña, que
podrán formarse como poderosos soldados que llegado el momento de la lucha, no
tengan miedo a los peligros que se enfrenten.
Que no se equivoque nadie, el
objetivo de muchas naciones, está depositado en la grandeza de sus estudiantes,
que cuanto más sepan de asuntos relacionados con su país e historia, cuanto más
sepan cómo funcionan las economías del exterior, mejor preparados estarán para
rebatir cuestiones que no son ciertas.
Lástima que nuestros jóvenes, estén
más pendientes de las maquinitas que disimuladamente se introducen desde el extranjero,
para para alejarlos, idiotizarlos y acabar siendo pasto de otras civilizaciones
que realmente son mucho más avanzadas que nosotros hasta el punto de Saber que
las letras Alfa y Omega son las primeras del abecedario griego. No queda otra
amigos, y especialmente para los jóvenes, hay que acelerar el paso en lo a
cultura se refiere.
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