RECUERDA QUIÉN ERAS
Sí, ya no eres el mismo, no quiero
que esta conversación sea un motivo de riña o marcar las diferencias entre tú y
yo. Por mucho que pretendas disfrazar algunas cosas que sabes que para mí son
muy importantes… por favor recuerda quién eras y lo que juntos hemos llegado a
ser, una pareja feliz.
Pero como en casi todos los casos,
hay cosas que echo de menos. Digo esto porque hablando con algunas amigas
comunes, ellas tienen quejas parecidas. ¿Sabes que Elena está a punto de
separarse…? lo cierto es que cuando me enteré me quedé petrificada, jamás
hubiera podido imaginar que dos personas como ellos, que siempre estudiaron juntos,
que bebían los vientos el uno del otro, que jamás dieron muestras de desacuerdos
importantes, ya sabes cómo es Jaime, paciente, cariñoso y atento en todo con
Elena… pues parece que había entre ellos unas diferencias que jamás se
manifestaron, no se tomaron el tiempo necesario para hablar con franqueza y
parece que una cosa llevó a la otra… resultado… separación.
No me gustaría que algo así nos
sucediera a nosotros, te amo con toda mi alma, pero estamos entrando en un
terreno que no me gustaría que resultara en discusiones constantes. Es por eso
cariño mío, que ahora que tenemos la oportunidad de hablar con tranquilidad, que
no tenemos presiones de tipo alguno, sentados juntos sin ruidos ni
perturbaciones de ningún tipo, quiero manifestarte mis inquietudes, te lo digo
porque creo que mi ánimo se está resintiendo no sé muy bien porqué, tengo la
sensación de haber entrado en el costumbrismo.
¿Qué quiero decir con esto? No dudo
que me ames lo mismo que yo a ti pero… ¿y esos abrazos y besos apasionados que
nos dábamos hace tan solo unos meses atrás? Ya sé que quizás estos detalles no
sean importantes para ti, para mí lo son todo. Eres mi vida, y digo esto con el
corazón lleno de orgullo, por estar casada contigo. Quizás pienses que soy
demasiado sensiblera, o que hasta te preguntes ¿a qué viene esto ahora…? Cuando
montamos el negocio, sabes que en parte el propósito era evitar el que viajaras
tanto, que faltaras de casa tres o cuatro días seguidos; pues bien, resuelto
este escollo, resurgí cuando lo aprobaste.
Sí, ya sé que todo en la vida tiene
un precio, pero creo que es posible que estemos comenzando a pagar un precio
demasiado alto si nos descuidamos. No pongas esta carita de sorprendido, es
algo que siento y frecuentemente me hace sufrir, no es por el fútbol, sabes
bien que entiendo tú pasión por este deporte, cuando te regalé el carné de
socio del Barça creo que sentí más ilusión que tú mismo. ¿Recuerdas cómo lo
celebramos aquella noche de hotel en Alicante? ¡Que pasada…! No quiero decir
con esto que todas las noches tengan que ser como aquella, ni siquiera reclamo de tú parte atenciones especiales,
solo me gustaría que aquellas miradas de complicidad que teníamos continuaran,
se intensificaran, de otro modo, mi amor por ti, lo noto en mi interior, se va…
¿cómo te lo diría…? Marchitando, como una flor que necesita ser trasplantada de
vez en cuando para que siga creciendo.
Fernando la mira con atención, sin
embargo ella, no sabe interpretar lo que significa esta mirada profunda que
emanan esos ojos azules y grandes que lo caracterizan, en cambio, se levanta
del sillón relax donde está sentado hasta ese momento, va hacia Elvira, se
agazapa dejándose caer sobre su regazo, y levantando la cabeza, la besa tierna
pero intensamente. Ella parece en ese instante la madre que quiere solucionar
los problemas antes de que empeoren, luego, coge su americana colgada del
respaldo de una silla, se la pone, se anuda el nudo de la corbata y sin decir
absolutamente nada más, se acerca al taquillón de la entrada de la casa, se
vuelve para contemplar el rostro de Elvira, le sonríe, hace saltar las llaves
del coche sobre su mano y abriendo suavemente la puerta del piso, se va sin
más.
----------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario