martes, 11 de octubre de 2016

LA HORA DE LOS PERDIDOS

                                                     LA HORA DE LOS PERDIDOS

No importa que sea de noche o de día, el que odia, odia a todas horas, del mismo modo que el unificador amor se manifiesta en cada momento de la vida de los seres humanos, sin importar lugar ni condición.
Aun así, puede que unos y otros nos encontremos perdidos dentro de una maraña de sensaciones extrañas y desconocidas, ignoradas si acaso por la falta de dirección previa. Luego no es excusable que en ocasiones obremos con una buena dosis de falta de sentido común, sentido este que pasa desapercibido para la mayoría que están en una situación de desamparo.
Nadie puede decir con certeza que estamos ante una enfermedad endémica, ante un rumbo desacertado sin antes haber puesto a prueba todas nuestras posibilidades como seres racionales, de modo que no se nos puede tachar de descerebrados cuando hacemos o decimos cosas que a otros les parezcan una auténtica barbaridad.
La variedad de dioses que se contradicen en sus afirmaciones, el seguimiento que les damos cuando lo que se nos inculca es ley para nosotros, actúa como un efecto boomerang entre los estigmatizados por estas creencias. Téngase en cuenta que hasta en el cielo hay peleas feroces, se destierra a aquellos que no se adhieren a las normas y hasta en ocasiones se les condena a muerte.
Muerte que llega frecuentemente por mano del propio legislador, dios que todo lo sabe, todo lo puede y todo lo premia o castiga.


                                                     ------------------------------

No hay comentarios:

Publicar un comentario