martes, 18 de octubre de 2016

                                                                 LEO

Y cuanto más leo más me esmero. Necesito saber muchas cosas que hasta ahora desconozco. Busco y encuentro, esa búsqueda me lleva a querer leer más y ser más selectivo. Hay mucho que investigar y poco tiempo para descubrir. La gran vida que se nos ha regalado podemos usarla para hacer muchas cosas diferentes, trabajar, pasear, hacer amigos, y usar el resto del tiempo en hacer otras muchas cosas, a mí me gusta usar parte de este tiempo en saber medir todas estas actividades de forma racional.
Si te paras a pensar en el tiempo que nos sobra, después de llevar a cabo las diferentes actividades diarias, nos daremos cuenta de que hay de por medio muchos minutos diarios, minutos que vale la pena saber aprovechar. Hay quién argumente, con toda legitimidad, que a él le gusta pasar el tiempo en el bar con los amigos, tomarse unas cervezas y luego, a determinada hora, irse a su casa a cenar.
Sin embargo hay un factor que frecuentemente se nos escapa, ¿nos importa de veras quienes somos y de dónde venimos? Mucha gente contestará a esta interrogante, que no es importante, que nada va a cambiar, ¿de qué sirve leer? para averiguar que estamos aquí por voluntad de nuestros padres, punto y pelota. Pero hace falta tener inquietudes que manifiesten, que hay algo más detrás de esa mera función de la procreación, le interesamos a muchas personas, desde familia a amigos, y en consecuencia sería lógico pensar que se nos quiere por muchas razones en las que todavía no hemos caído.
Leo, y cuando leo descubro, me sumerjo en mundos de fantasía, en porciones de nuestra propia historia, vale la pena hacer un esfuerzo para descubrir que a nuestro alrededor hay todo un mundo lleno de ilusiones que desconocemos, simplemente porque no hemos dedicado algún tiempo en leer, informarnos. Descubriremos que en algunos factores de la vida, nos estábamos subestimando, y solo por no dedicar algún tiempo en leer, nos lo estamos perdiendo. Me esfuerzo para que esto no me suceda a mí, por eso leo, y cuanto más leo mejor me siento. No es que me esté congratulando de mi actitud hacia la lectura, solo es que me encuentro más vivo, la lectura no te inmuniza contra enfermedades pero, por lo menos en mi caso, me está haciendo más consciente de lo mucho que me pierdo si pudiendo, dejara los libros de lado.
Me da pena ver los libros en un estante, recamando mi atención sin hacer nada más que quitarles el polvo de vez en cuando. Hay muchísimos libros que nos explican asuntos relacionados con asuntos vitales que necesitamos saber, hombres esforzados a través de la historia se han dedicado a plasmar en libros todo aquello que vivieron, y han renunciado a muchas otras cosas importantes en sus vidas, para que nosotros supiéramos lo que ahora, por falta de dedicar un poco de tiempo en leer, no sabremos jamás.
Vivir no es fácil, de hecho muchísima gente reconoce la falta de entusiasmo en seguir en esta situación, ello lleva a perder la ilusión, y en respuesta a las demandas dentro de la sociedad actual se dedican a vagabundear por la vida como meros sobrevivientes. Leo, y me doy cuenta de lo mucho que está padeciendo la humanidad, aun yo mismo, que me tengo por un afamado lector, tengo un montón de preguntas sin respuesta.
¿Quiere eso decir que tengo que quemarme las cejas hasta conseguir las respuestas? No pero no cejo en el intento de poco a poco, abrirme camino para encontrar respuestas. Por eso leo, y con el tiempo consigo que mi espíritu se fortalezca.
De modo que leed siempre que podáis, no hace falta tragarse volúmenes enteros para encontrar respuestas, la clave está en leer con tranquilidad y dejarse llevar por el espíritu de la letra. Básicamente, por eso leo, y leo, leo y no ceso en mi empeño de leer hasta que las fuerzas me acompañen.
Si estáis decididos a emprender ese camino de la lectura, si ya lo estáis haciendo, felicidades.


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