EXAMEN
Cómicos, poetas, oradores,
filósofos, ¡dios cuantos personajes caben en el mundo que quieran ser oyentes
anuentes a todos ellos! Aparte de las ciencias necesarias para el progreso de
la humanidad, todos y cada uno de los antes mencionados, son necesarios para el
desarrollo del corazón. Todos tienen cabida en este gran entramado de
personalidades, que nos hacen crecer, o nos insultan con sus parodias de medio
pelo.
Todos tienen su público, las necedades
del ser humano deben de expresarse de diferentes formas, forman parte de ese
gran sol que ilumina a todos por igual, a pesar de que unos lo aprecien más que
otros. En su conjunto, todos formamos parte de un paquete de inquietudes,
algunas de ellas reprobables, del mismo modo que para otros, son el desahogo de
sus ansias y apetitos, a veces inconfesables. No soy mejor por ser ferviente
seguidor de la comedia que de la filosofía, ni soy peor que cualquier otro por
no gustarme las personas del sexo opuesto, solo soy diferente, regado por la
misma lluvia, purificado por el mismo fuego, pulido por ser un hombre plegado
por la bebida, amado por ser padre y esposo, y según para quién, odiado por ser
buen escuchador y más crítico que otros, que solo oyen y difunden su crítica,
sin sentir en carne propia, alguna de sus consecuencias.
No hay nada mejor que ser un
comparador, atento al desenvolvimiento de la batalla que libramos contra
nosotros mismos, como los soldados que luchan contra diferentes enemigos y
maldicen finalmente seguir vivos. Hay que morir un poco cada día que pasa,
puede que de este modo salgamos beneficiados, aliviados al fin cuando nos hieran,
o nos condenen.
¿Quién mejor que los grandes
conquistadores de la historia podría darnos la respuesta? Muchos de ellos
muertos en famosas batallas, otros abandonados por los que se creía, que serían
fieles hasta la muerte junto a sus reyes, protectores siempre de sus bienes,
benefactores de sus familias. Siempre es mejor saber, que el simplemente visualizar
los acontecimientos desde un lugar protegido, sin temor a que se nos cause
algún daño, ver en una película, lo que llegamos a ser.
Si se termina el vino siempre habrá
quién nos convide a tomar más a cambio de que les acompañemos en esta bacanal
de fuego y sangre, que continuamente se derrama sobre la tierra. Es más que
probable que no nos invite algún personaje destacado del mundo de los vivos, la
historia casi siempre la escriben los muertos, elementos sublimes para unos y
despreciados por otros. ¿A qué viene tanto escándalo…? ¿Por lo que sale de los
labios de aquellos que tienen todo el derecho de interpretar lo que ven de un
modo diferente al nuestro? Si esa es la razón que esgrimen los necios y los
absolutistas… que sigan escandalizándose, porque cosas más escondidas que
duerme apaciblemente en el espíritu de las personas, todavía no ha salido a
relucir.
Geniales y valientes soldados del
mundo, todos nosotros, sigamos llevando a cabo esta cruzada a favor de todo
aquel que ríe, canta, se alboroza y sin presumir se adorna con su buena
templanza.
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