lunes, 8 de octubre de 2012



                                            PARA CUANDO VUELVAS.


Sacaré agua de nuestro pozo, por si tienes sed de sentimientos nuevos.
Por si cuando amanece, veo el rastro de tus pies en el camino, tendré preparado el paño que limpie tus pies después del viaje.
Adornaré nuestra casa con mil flores diferentes, repararé nuestra puerta para que pueda abrirse sin llave alguna. De madera de sándalo are nuestra cama. Y la lumbre de nuestro hogar, siempre estará encendida por si al llegar tú, tienes frio.
Para cuando vuelvas, tendré el corazón abierto, lleno de lágrimas de alegría, así cuando te llene te besos, las derramaré sobre tú regazo.
Vuelve luz de mis ojos, no veo la vida sin ti, la comida no me alienta, ni el agua sacia mi sed.
Todo está envuelto por una neblina, el sol te reclama de día. ¿Recuerdas aquellos días en que las flores del prado te saludaban, soltando su aroma cuando eran tocadas por los pliegues de tú falda?.
Desde tú ausencia se esconden, te esperan, igual que yo lo hago. No te culpan porque tienen alma, y saben por qué no estás aquí.
¡Ho dioses!... ¿porqué este castigo, porqué no sois indulgentes y la convencéis para que vuelva?.
Decidle que la espero a cada instante, que desespero noche y día para oír su aliento.
Y si un viento benigno te hace llegar esas peticiones, sepas que todo lo que te digo es promesa, que se acabará de cumplir el resto de todos tus deseos para cuando vuelvas.


                                                            -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


No hay comentarios:

Publicar un comentario