jueves, 15 de agosto de 2013

REFLEXIONES Y FÁBULAS 4.

-Nací el uno de Agosto de un año sin guerras; ahora me felicito y me premio a mí mismo al saber, que donde trabajo, se ha establecido esta fecha como principio de las vacaciones. Todo un lujo a mi medida.
-No merezco nada de lo que tengo, otros por medios poco ortodoxos, se lo han quitado antes a los que nada tienen.
-Una gacela le dice a otra en mitad de la sabana: “Ya verán los leones cuando a nosotros con los siglos nos salgan dientes como los suyos, que se vayan preparando, nosotras corremos diez veces más rápidas que ellos, que ganas tengo de que la evolución nos premie algún día”.
-No tengo nada de qué arrepentirme en la vida, a veces lo he intentado y no he podido remediar nada de lo acontecido. ¡Si pudiera retrasar el reloj de la vida siquiera un solo segundo…, probablemente el arrepentimiento, me serviría para algo.
-Hubo un tiempo no hace mucho, que el respeto por los animales difería al que les tenemos hoy. A mitad del siglo dieciocho, el león era el segundo mamífero más abundante en la tierra después del hombre.
-Nos jactamos de conocer casi todo lo que descubrimos en la Tierra. Eso es, porque todavía no tenemos medios suficientes para asombrarnos con la vida marina.
-Casi todos los gobiernos del mundo quieren acabar con el terrorismo. Resulta cuanto menos curioso, cuando han sido ellos, todos sin excepción, los que han enseñado a practicarlo con fines poco éticos.
-A Bernabé lo tienen por loco en su pueblo, está tullido, le faltan tres dedos de una mano y cojea por la rotura de los tendones de una pierna. Yo lo tengo por un héroe, sin escopeta ni arma alguna, se tiró sobre el lomo de un jabalí de más de cien kilos, se cogió a su cuello y lucharon hasta que logró vencerlo. Con sus propias manos lo estranguló, lo arrastró hasta su casa, y su madre lo despiezó. Nunca fue al médico, jamás se quejó, ¿fue un héroe o un tonto?, yo creo que un héroe, sin lugar a dudas.
-¡Que arte tienen los toreros!, con sus trajes de luces encandilan al personal de la plaza, martirizan al toro al salir de los toriles con la enseña de la ganadería, luego lo marean dando vueltas alrededor del capote, después viene la puya del picador que le hace manar sangre a chorros, no contento con eso, vuelve a marearlo con la muleta más manejable que el capote, por sorpresa le llueven encima tres pares de banderillas, ya está con la lengua afuera preguntándose qué quieren de él toda esa gente que está a su alrededor. Finalmente, el torero manchado de su sangre, le clava una espada que le atraviesa de arriba abajo, ya no tiene resuello, la espada le va desgarrando por dentro todos sus órganos vitales hasta que cede, dobla las patas y cae al suelo. Si todavía no ha muerto, llega alguien por detrás y le clava la puntilla en el cerebro, ahora sí que ha terminado todo, muere. Aun después de eso, le cortan las dos orejas y el rabo, el premio por la buena labor del torero. ¡Que vivan los toreros!. Y luego me dicen en casa, ¿cómo es que te gustan las películas de gladiadores?.
-De joven mis padres me llevaban al circo, sobre todo en verano. Decenas de números diferentes se llevaban a cabo bajo la gran carpa. Cuando salíamos, mi padre me preguntaba qué era lo que más me había gustado, siempre le contestaba lo mismo: “Los payasos padre”. ¡Mira que es difícil hacer reír a la gente!.
-A mi abuela le gustaban mucho los periquitos, siempre tenía una pareja en una jaula, de vez en cuando se moría uno de ellos. Al poco se moría el otro, le preguntaba que por qué pasaba esto: “Porque el otro languidece cuando le falta su compañero”. Yo le contestaba siempre: “Pues no me voy a casar nunca”. Me he casado dos veces, ¡con un miedo siempre…!.
-Que ruido hace el silencio cuando dura mucho tiempo. Es un sonido estremecedor, fatuo, asfixiante, que devora los sentidos. Será porque con el silencio, la mente sin quererlo, echa mano de todos los recuerdos de tu vida.
-Si filosofas eres un tonto, si escribes poemas un necio porque no entiendes de eso. ¿Qué hay que escribir y pensar para que los demás estén contentos?.
-Depende del techo bajo el que vivas, preferirás estar en mitad del campo en una tormenta, aunque te arriesgues a que te  parta un rayo.
-A veces las lluvias traen desastres, hasta se cobran vidas humanas. A menudo es porque llegado el momento, reclaman sus lugares de paso. A pesar de todo, cuando todo ha pasado, los hombres agradecemos que la tierra esté lista para ser trabajada, es cuando todo lo sucedido pasa a ser una mera estadística local.
-Ningún humano es de piedra, por eso sentimos, unos más que otros, pero siempre hay algunos, que si les arrancaran las tripas no encontrarían nada dentro de ellas, a veces ni corazón encontrarían.
-Saber pensar y no hacer nada, es lo mismo que saber hacer sin pensar.
-Todos jugamos en la misma ruleta, unos tiramos flojo y ganamos, otros tiran fuerte y pierden. ¿Cuestión de puntería?, que va, creo que cuestión de que la naturaleza humana se impone al destino.
-Veintidós hombres hechos y derechos, corriendo alrededor de una hectárea de terreno tras un balón de futbol, ¿qué tiene la pelota dentro?, droga de la fuerte, no hay otra explicación, decenas de miles de personas en el campo los aclaman cuando la tienen entre los pies, todos los aclaman, seguro que esperan compartirla con ellos.
-Cuatro años preparándose para las olimpiadas, y cuando llega la hora de salir te coge una rampa en la pierna, mira que es mala suerte esa.
-Quiero hacerme comprender pero no puedo, o no quiero, quién sabe. Al fin y al cabo, todo es cuestión de opiniones.
-Pasas por el jardín para salir a la calle, te das cuenta entonces, de lo maravillosas que son las plantas y arbustos que tienes plantados. Cuando les conviene, en determinadas épocas, se hacen los muertos, luego resucitan. ¡Mira que es sabia la naturaleza!.
-Así son las cosas… todos queremos tener razón en aquello que decimos hacemos o decidimos, y todo lo que hacemos y decimos es definitivamente lo mejor. La razón es barata, todo el mundo parece tener la suficiente para decorar su escenario de la vida.
-Del mismo modo que respetamos los colores de cada cual, deberíamos respetar las ideas individuales de las personas, para esto están los gustos.
-¿Quieres ser feliz?, elige el modo de serlo, no dejes que nadie elija por ti.
-Si sabes que estás en la estación del tren, y que tarde o temprano pasará por ahí porque ves las vías, no te empecines en esperarlo en la carretera en la parada del autobús, por allí nunca pasa por más que uno lo quiera.
-Mientras vivimos hay que pasar tribulaciones, ¿qué se cree uno que es la vida si no una gran nube?.
-Me gusta mucho el color de mi huerta en verano, pero es incomparable con el brillo de tus ojos cuando te pegas a mí en invierno, cuando fuera nieva.
-Te estoy agradecido, toma te devuelvo lo que me prestaste. “De lo olvidado, ni agradecido ni pagado”.
-Siempre vuelvo en verano a casa de mis padres. El calor me obliga a estar dentro mucho tiempo, ahí recuerdo mi infancia, a mis amigos, a la esposa que se me fue un día.
-Todo lo que quieras hacer, hazlo ahora que eres joven, no esperes a que las ventanas de tus ojos y las piedras de tu boca, dejen de moler el grano que requieren su sustento, antes que los pilares que te sostienen, tus piernas pierdan su fuerza, y tengan que clamar para que otro las lleve allí donde vaya, antes que maquinaria secreta que envuelve tu cabeza, diga basta.
-Del limpio siempre se dicen cosas buenas, del sucio no se dice nada, nadie se acerca a lo hediondo. Es como los pescadores, buscan a menudo aguas poco profundas pero limpias para echar sus cañas, saben que es en ellas donde hay vida.
-Procúrate un buen nombre, es más valioso que el más caro de los aceites, la más hermosa de las joyas.
-Callar es preciso las más de las veces, hablar demasiado, siempre te mete en problemas que separan y aniquilan  la confianza.
-En verano hacer demasiado calor, en invierno demasiado frio, el otoño es deprimente, ¿solo queda la primavera para que nos sintamos mejor?.
-Conocí a un bombero que vivía en el bosque, a todos les decía siempre “Eso sí que es vida…”. Hasta que un día de verano, con un calor intenso, se le ocurrió pegarle fuego. Hay actitudes indescriptibles.
-Si yo tuviera dinero –decía uno-, me compraría un Lamborgini para ir al trabajo. Pues si fuera ese mi caso, ya no me plantearía ir a trabajar.
-¿Y tú de que vives amigo?. Vivo de las rentas que me dan las mujeres a las que exploto. ¡Ha…! ¿y todas están conformes en trabajar para ti?. No, pero saben lo que les conviene.
-Hay que tener presente, que hagan lo que hagan los hombres, siempre serán los mismos.
-El mundo no es más que transformación y la vida, opinión solamente. (Marco Aurelio).
-La guerra es la mayor iniquidad del hombre. Las organizan los poderosos y ricos, y son los pobres quienes la padecen.
-Han pasado los siglos y todavía hay verdugos; se les reconoce por la cara de miedo que tienen.
-La humanidad podría vivir sin la literatura, e incluso mejor sin el hombre. (Jean Paul Sartre).
-No te dejes matar por nadie, y menos sin razón de hacerlo.
-Un conejo se puso a recriminarle a una langosta: “Oye tú, que me vas a dejar sin alimento…”. “A mí no me cuentes nada, díselo a la que va a la cabeza de la plaga”.
-No hay nada más cómodo para esconder los pecados propios, que culpar a otros, así se disipan las responsabilidades, se pierden entre la masa y el tiempo.
-Qué bonitos serían los pájaros decorados con oro en las alas, lo malo es, que no podrían volar.
-No es con una idea como se levanta a un hombre, sino con un sentimiento. (Hipólito Taine).
-La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás. (Tales de Mileto. 624aC 546aC).
-¿Quieres llegar al corazón de alguien?. Que tus palabras salgan del corazón es la clave.
-Proverbio indio: “Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por él”. (Tagore).
-La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse. (Ernesto Sábato).
-Vivir con problemas es necesario, aleccionador, de otro modo, la vida no sería vida.
-Los humoristas y los filósofos dicen muchas tonterías, pero los filósofos son más ingenuos y las dicen sin querer.
-He tratado de tomarme la vida en serio siempre, pero he fracasado. Me he dado cuenta, de que no voy a salir vivo de ella.
-El amor por ella es tan grande que no se puede explicar con palabras, es un sentimiento continuo, que te acelera y ralentiza a la vez. Es como la más dulces de las mieles, el corazón de una fruta de incalculable valor, es por eso que la amo. Se derrama entre mis dedos como algo casi imposible de retener, como el agua pura del más singular de los manantiales. Con ella no caben comercios de tipo alguno, ni intercambios por cosas más valiosas, no las hay, fue creada para amar y ser amada, ¡espero responder a sus expectativas con todo mi corazón!.
-Amar y sufrir es, a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad. (Gregorio Marañón).
-Tres tiempos tiene la vida, presente que es infinitamente breve, futuro incierto a cada segundo, pasado realidad vivida y a veces, hasta soñada.
-Amigos que dicen que si a todo lo que digo, y no a todo lo que se me ocurre, no los quiero para nada, mi sombra lo hace mejor.
-Cuando uno tiene la certeza de una cosa, sostenerlo es lo más valiente que puede hacer.
-Los consuelos de la muerte se manifiestan bien pronto. Son las necesidades de seguir vivos las que se imponen, nos convencemos a nosotros mismos, que se han librado de muchos problemas. Sin embargo cuando los tenemos entre nosotros, aun vivos, deseamos fervientemente que nunca nos falten.
-Mientras luchamos por vivir otros se resignan a morir. Debe ser así, la madre naturaleza ha puesto esto en nuestros corazones. Pero la Tierra tiene memoria.
-Cásate; si por casualidad das con una buena mujer serás feliz; si no, te volverás filósofo de tu propia vida, lo que siempre es útil para el hombre.
-Las leyes se parecen a las telas de araña; atrapan todo aquello que es débil y ligero y son desechas por lo fuerte y poderoso. Para eso se hicieron.
-Roba una moneda y te encerrarán años. Roba millones de monedas y te dejarán libre, quizás con el ánimo de recobrarlas.
-Comedias intrascendentes montadas por sociópatas nada amables, que se retuercen en sus propios instintos. Camaleones dentro de una sociedad que necesita actores de verdad, de tragedia griega. Por eso soy materialista, quiero poder mirarles a los ojos, ver sus miradas podridas, fruto de su propio mal.
-Soy actor de cine, he interpretado casi todos los papeles que uno pueda imaginar. De poeta, de bandido, de asesino a sueldo, de payaso, de putero empedernido, hasta de amable cartero ha sido mi último papel. Mi mujer me ha pedido el divorcio, dice, que ya no sabe con quién vive.
-¡Vaya forma de vivir la de los trovadores!, siempre tratando de regalar los oídos a sus oyentes. Laudes, flautas y guitarras tienen que dominar si quieren ganarse cuatro cuartos, y buenas piernas debían tener. Si al pueblo reunido a su alrededor no le gustaban sus trovas, por piernas debían salir antes que los apedrearan.
-Casi siempre me guio por el sol, no tengo reloj alguno, pero los días que llueve, me los paso dentro de algún pajar escondido, ese día, toca lección de animales.
-Si supiera explicar porque sale el sol cada día, porque soplan los vientos, y la lluvia nos regala  sus benditas aguas, estaría en disposición, de explicar donde vive dios.
-Sigo entusiasmado por seguir estudiando cada poro del cuerpo de mi mujer, ¿será eso amor?.
-Me asombra saber, que hasta los frailecillos, simples pájaros, tomen a su pareja de por vida. ¡Cuánto tenemos que aprender de la paciencia y la tolerancia de ellos!.
-Se me ha  ocurrido poner por nombre a estos pensamientos, reflexiones, lo cierto es que no sé muy bien porqué. Ahora me doy cuenta, de que son simples pensamientos –algunos desordenados-, que necesito escribir para sentirme bien.
-Del mismo modo que a un bebé recién nacido le son necesarios los calostros de su madre, le son precisos los cuentos escritos a los más pequeños, para cultivar su intelecto.
-Tenía seis años cuando una tía mía me regalo el primer libro que no era de escuela, Peter Pan y Wendy, se me deshojó de tanto leerlo, pero aun lo conservo y ya soy viejo.
-La lectura, es una medicina natural para la mente, te hace observador, te ayuda a conocer a las personas. Hay mucho que leer, cierto, pero hay tanta literatura, para que podamos escoger la que nos es más apropiada.
-El potencial del hombre no está en lo que sabe, está en cómo utiliza lo que ha aprendido.
-Si les das un arma a un tonto, matará sin compasión por su ignorancia. Si se la das a un sabio, la destruirá y luego la enterrará, para que nadie la encuentre.









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