jueves, 31 de diciembre de 2015

ESPPERANDO DESESPERO

                                                             ESPERANDO DESESPERO

¿Quién sabe cómo serán las cosas este próximo año? La gente tiene planes, muchos de los que nos hemos incorporado a las nuevas conquistas, que nos afanamos por que los asuntos vayan mejor, y que nos gustaría que todo comenzara rodado, dependemos inevitablemente, de la espera.
No sabemos cómo se nos va a  gobernar, si es que por fin encontramos trabajo, cuanto se nos pagará, y en consecuencia, cuantas horas vamos a tener que trabajar. De momento en el área de servicios, tenemos a algún hijo, que es un parado desde hace por lo menos tres años, un hijo con carrera y un montón de promesas de trabajo sobre sus espaldas. Por fin le han dicho que comienza a currar en el departamento de juguetería en unos grandes almacenes.   Si hace falta tendrás que echar una mano en el departamento de envoltorios, deberás hacer un poco de todo ya sabes…
Pues lo tienen claro porque el pobre chaval no tiene la más mínima idea de cómo envolver determinados regalos. Son cuatro en casa y solo él en años va a trabajar, ya se han comido los ahorros que tenían, sin hacer gastos extras en fiestas ni nada parecido. Ni un puñetero turrón, ni una copita de cava barato, solo caras circunspectas, expectantes, compartiendo besos unos con otros, con media sonrisa en el rostro, deseándose sin decir media palabra, lo mejor para el próximo año.
Se quieren y ese cariño ha crecido más desde que están pasando por esta situación difícil, complicada para todos, han decidido cerrar una muralla alrededor de los problemas.   Esto no puede durar eternamente, ya veréis como poco a poco se solucionan estos asuntos y volvemos a ser personas como antes, una familia feliz.   Bueno, lo cierto es que el ser más o menos feliz no depende de la cantidad de dinero que pueda uno tener, apuntó la madre, es bueno tener trabajo, estar ocupado y defenderse la vida, eso es todo, no deseéis nada más, no trae nada bueno.
Mamá a mí también me gustaría poder hacer algo, no sé, colaborar de algún modo para no ser una carga para nadie, me da la impresión que ahora lo soy, y no me siento bien.   Tener conciencia es lo mejor que alguien puede tener, me satisface que tengas conciencia, pero por ahora, hasta que no se aclaren las cosas, tengamos un punto de referencia para el futuro, no nos queda más que esperar.  Ya sé que el que espera desespera, eso es lo que dice el dicho, pero solo es cierto de forma relativa, que nadie durante este tiempo se preocupe de nada, por preocuparse no mejoran las cosas, la vida de las personas pone las cosas en su lugar, estoy segura que con el espíritu que reina en esta casa todo irá bien en poco tiempo.


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viernes, 25 de diciembre de 2015

LÁGRIMAS VERDES

                                                               LÁGRIMAS VERDES

Han sido días de mucho trasiego, tener que preparar un funeral es peor que preparar la boda de un príncipe. De hecho no existe comparación alguna entre un acontecimiento y otro, nada que ver, sin embargo hay algo en lo que sí se parecen; en la presión que se exige de los protagonistas, en el caso del funeral no, por supuesto, al difunto no se le pide nada salvo que haga acto de presencia. Aun así, en ambos acontecimientos, hay mucho desgaste emocional, a veces hasta sentimental y todo. En casos concretos, por ejemplo el de una amiga mía que se ha casado hace poco más de un mes, llevaban cinco años de novios, se nos acercó al ir a entrar a la iglesia, yo estoy saliendo con su hermana, y se nos puso a llorar como una tonta, temblaba como una hoja, su hermana le sujetó unos instantes el ramo, de otro modo se le hubiera caído al suelo. Americanadas, pero que es en serio oye, que allí las cosas las llevan a estos límites y hasta más lejos y todo. En América si has asistido a una boda, tienes que haber ido a un funeral.
¡Que lujazo de fiesta montan algunos para atraer a la gente a sus casas! A diferencia de una boda que previamente está limitada a determinadas personas, en un funeral no, allí la gente va desfilando a medida que sus asuntos se lo permiten, o simplemente para cumplir. En una ocasión en la que murió un jefazo de la consultoría para la que trabajaba, oí a mis espaldas a dos que hablaban y uno le decía al otro… “Menos mal que tendremos un poco más de margen con este cabrón muerto, ¿sabes que mañana tenemos junta general?   Si ya me lo han dicho, en lo que a mí se refiere no pienso abrir la boca”.
Muy al margen de toda esta gente, está la parte que siente de verdad, tanto en el funeral como en las bodas, gente llegada de lejos, que probablemente lleven años sin ver al finado, viven en el otro extremo de los Estados Unidos, con una diferencia horaria de seis horas y media, que llegan desconsolados, abatidos, apenados profundamente por el suceso. En el caso de las bodas también es lo mismo, se derraman muchas lágrimas, todas ellas encierran un sentimiento de pérdida, de pesar, porque ya nada, va a volver a ser igual que antes. Esposas que no verán a su marido, sentado en el sillón de orejas, fumando en pipa y leyendo alguno de los grandes volúmenes de su amplia biblioteca. Hijos y nietos que no volverán a tener la oportunidad de pedirle al padre un coche nuevo o una nieta que ya no podrá acudir a su abuelo en busca de auxilio, nadie la comprende, sus padres se están divorciando, le da miedo decirle a nadie salvo a su abuelo lo que siente por las mujeres, que aborrece a los hombres, que solo había un solo hombre bueno sobre la tierra, él, su abuelo que acaba de morir.
Los recién casados pronto se descasarán, se derramarán más lágrimas verdes, si antes eran de color claro, ahora son verde oscuro, el tiempo ha hecho que ya no tengan el mismo sentido, que nada tenga ya el mismo equilibrio, cada lágrima que cae al frio suelo, se transforma en una realidad que si la pisas, te lacera la piel y sin embargo no sientes nada, duele el llanto, cada lágrima que sale de nuestros ojos, nos raspa el cerebro, parece que con cada gota que sale haciendo este dispar recorrido hasta llegar al suelo, perdamos la fuerza que en algún momento nos hará falta, será imprescindible, para enfrentarnos a otros desafíos a los que tendremos que enfrentarnos con discernimiento, con buen juicio.
Sí, las lágrimas tienen colores, todas y cada una de ellas, tiene el color que cada cual le quiera dar. El efecto que causan a nuestro alrededor, es frecuentemente demoledor, otras constructivo, pero eso sí, siempre nos desgastan por dentro.


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jueves, 24 de diciembre de 2015

TOMA ESTE REGALO ES PARA TI

                                                      TOMA ESTE REGALO ES PARA TI

Para llegar donde están curando a mi amigo Alfredo hay que salir de casa al amanecer, tengo que coger un bus que tarda una eternidad en llegar, eso de los horarios de la periferia, los del ayuntamiento lo tienen mal  mirado; luego debo coger el metro y hacer dos trasbordos para llegar a la estación del tren de cercanías que me lleva al hospital a ver a mi amigo. Bueno eso y… que desde la estación del tren hasta el hospital hay que patear lo que no quieras saber, pero hacía mucho tiempo que se lo tenía prometido y al final lo he conseguido. Voy con una ilusión máxima para verlo, últimamente no se pone al teléfono, tiene pocas ganas de hablar porque se cansa mucho, ¿ha, que porqué se cansa…? Tiene silicosis, como yo, pero mucho más avanzada, imagínate, fue él quien me enseñó a picar y barrenar en la mina, le debo lo que soy a él en cuanto al oficio se refiere, minero de primera.
Desde hace años su pasión siempre han sido los trenes, no las locomotoras modernas, no, las máquinas de vapor con todos sus aparejos complejos y en buena medida estudiadísimos, como por ejemplo, los contrapesos de las ruedas que tienen que ser perfectos en su rotación, para que la tremenda máquina, sea impulsada hacia adelante o atrás según convenga. Pues bien, esta pasión lo llevó casi a la ceguera además de la silicosis, con la lupa en una mano y dos dedos sujetando una diminuta alicate, colocaba una tras otra las piezas.  Cuando terminó con la máxima ayuda que le pude prestar a acabar aquella pieza, me puso la mano sobre el hombro y miró una fotografía que ya estaba comenzando a estar afectada por la humedad, colgaba de la pared y sin decir nada, me invito a una cerveza.
Aquella maldita máquina se le resistía… ¿Qué cual era? La máquina a vapor FCM-40 de México, que nadie me pregunte porque, no lo sé, pero se ve que lo traía de cabeza esa locomotora. Pues bien, yo se la llevaba como regalo debajo del brazo, sí señor, embalada en una caja de cartón a medida, porque debo advertiros que esa máquina la hice yo con mis propias manos. También debo confesar, que no soy un sesudo que sabe hacer escalas ni nada parecido, la hice a ojo de buen cubero como se suele decir. En cambio, cuando fui a encargar la caja de cartón para que la metiera dentro, todo andaba como si fuera de verdad, las ruedas con sus bielas, por supuesto que el carbón troceadito era de verdad, ¡faltaría más! Hasta los dos operarios que manejaban aquella mole estaban hechos expreso, a la medida de aquella fabulosa máquina de vapor FCM-40 mejicana.   Oiga buen hombre, siempre me han gustado estas cosas, ¿la ha hecho usted…?   Sí señor, contesté orgulloso,   Se la compro póngale precio.   Ni hablar… es un regalo para un amigo mío.   ¿Está seguro de que no la quiere vender…?   Segurísimo.   Bien, pues vamos a buscar una buena caja de cartón cuero a esta preciosidad.
Mientras me secaba el sudor del rostro con el pañuelo que saqué del bolsillo, miré a un lado y al otro de los dos pasillos, llevaban a una especie de claustro desde el cual se accedía a las habitaciones, llamé a la dieciséis con los nudillos de una mano.   Pase, se escuchó al otro lado de la puerta y a renglón seguido tos y más tos, el pobre Alfredo debía de tener los pulmones hechos fosfatina.  ¿Qué tal estás compañero?, te veo muy bien, no sé si decirte que mejor que la última vez que vine a verte.   No seas cínico chaval, se te da muy mal mentir, ¿Qué traes ahí una caja de bombones?   No contesté, solo arrimé la caja a sus débiles brazos y le dije… Este regalo es para ti.
Lo abrió con prisa, rompió el papel del envoltorio y pasó a abrir la caja que estaba decorada con máquinas de tren de juguete, fue lo más parecido a lo que quería.   ¡Maldita sea cabrón…! ¿La has hecho tú…? Joer es preciosa, gracias Fidel, de todo corazón gracias.  No te digo, comenzó a hacer pucheros como los niños chicos, iba a romper a llorar. Al final me abrazó fuertemente con todo lo que significaba para él eso, ponerse a toser media hora sin parar y se puso a reír.    ¡Venga capataz vamos pa la mina que ya es la hora… ja, ja, ja!

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AMAR Y SER AMADO

                                                                 AMAR Y SER AMADO

Sí, claro que queremos a nuestras esposas, y ellas a nosotros, firmamos un contrato voluntario que así lo especifica. “Amarás a tu esposa y estarás junto a ella en lo bueno y en lo malo”. Ya sé que es muy escueto lo que acabo de escribir, me he saltado los puntos para mí menos importantes, del contrato. No te dicen que has de quererla, te dicen que has de amarla en cualquier circunstancia, lo mismo que es la obligación de ella, bueno, más que obligación, el deseo de estar a tu lado, pasa una cosa… es que a menudo mezclamos las dos palabras, hacemos el cóctel que nos conviene con ellas y dejamos automáticamente de amar, mientras que exigimos ser amados.
Las circunstancias ahora más que nunca, exigen que demos un golpe de volante a nuestro barco, si perdemos la oportunidad de hacerlo vamos a volcar, nos ahogaremos en nuestro propio odio hacia nosotros mismos. Nos podemos volver revolucionarios, hacernos comunistas sin convencimiento, andar por ahí diciendo que somos existencialistas sin siquiera saber lo que significa. Y todo por haber dejado de amar y ponernos a decir como los niños pequeños…   “Pues que me ame ella primero, sino no vale…”  Puede que tengamos razón y nos haya dejado de amar, pro hay maneras de saberlo, sabemos de fórmulas que denuncian el amor de  la misma manera que hay otras, que anuncian las despedidas.
Es posible que alguien se ría de lo que voy a decir ahora, pero me rio de los navegadores de los coches para llegar a los sitios, ¿sabéis que hago cuando llego a algún sitio y tengo que localizar algún lugar en concreto? Pues como lo hemos hecho siempre todos alguna que otra vez, preguntando, es cierto, preguntando se va a Roma, pero a lo mejor solo ibas a Perpiñán. ¿Por qué no preguntar a nuestra pareja que es lo que pasa, hablar, discutir, desnudos de vanidades y prejuicios? No, es mejor ir con el navegador puesto a todas partes, aunque nos lleve a una carretera cortada, eso antes de estar convencidos, de que probablemente, estamos equivocados.
Y si el caso es que hemos dejado de amar, lo sentimos dentro de nuestro ser, lo justo es decirle a nuestro cónyuge que hemos dejado de amar, liberar a un pajarillo que merece disfrutar su corta vida   es lo justo. El engaño es la peor arma que alguien puede usar para presionar a otra persona con el fin de que tome una determinación, en este punto hay que resaltar una palabra que ha caído en desuso, la dignidad humana, y añadida a esta como si se tratara de la máquina de un tren a vapor con su vagón anexo de suministro de agua y carbón, el sentido común.
Entonces, la expresión amar tiene un sentido mayor envergadura, de una importancia magnífica.


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YA NO ME QUEDAN SUELAS

                                                           YA NO ME QUEDAN SUELAS

Antiguamente, la calle donde vivo tenía el nombre de la calle de Los Rápidos. Eso era así, porque la gente de determinados oficios trabajaban en barrios que eran gremios, esto era práctico para ellos y para aquellos que tenían que reparar sus zapatos y en ocasiones algún otro artículo de piel. Había muchos de ellos que tenían buena práctica en hacer aperos para aparejar caballos y mulas, los había que hasta sabían hacer sillas de montar. En un sistema que no les exigía más que hicieran su trabajo con arte, se podía vivir relativamente bien, si no eras demasiado exigente. ¿Qué se exigía…? Lo mismo que hoy se nos pide, trabajar y pagar los impuestos que nos corresponden, donde van a parar los excesos de lo que los recaudadores… eso ya no es cosa nuestra, quién mete las  narices en estos asuntos sale escaldado.
Justamente eso le pasó en su día a Tomás, bajo al pueblo a buscar material para seguir trabajando en su  oficio de zapatero y cuando llegó a casa de Don Elías, este le dijo que no podía venderle nada. Cierto es que a veces compraba de palabra, Elías apuntaba en su lengua los pies de piel de un tipo u otro que Tomás se llevaba, el material y después de un tiempo razonable que casi siempre era el mismo, le pagaba, con intereses naturalmente. Las cosas habían cambiado, al parecer las rústicas suelas que se hacían a partir de piel de animales con el cuero más grueso, estaban escapando hacia otros mercados que pagaban mejor.
Tomás suplicó a su proveedor Elías, el oficio de generaciones se perdería si dejaba de ser zapatero, además, tendría que ponerse a trabajar en otro oficio, con todo lo que esto representaba. A los aprendices se les trataba mal, y lo peor era, que no estaban pagados. Años habían pasado muchos, para que el dueño de determinado negocio, comenzara a dejar manejar a un aprendiz determinada máquina, por ejemplo comenzar a manejar la rueca para hilar, o el torno para trabajar el barro. Él no estaba en situación de ponerse a aprender otro oficio además de llevar encima, con todo pesar, el fracaso de haber tenido que dejar de ser zapatero. Tuvo junto con su pequeña familia, mujer y una hija de dos años, que abandonar el barrio de los zapateros, cargar un carro plano con todas las pertenencias y ponerse a caminar hasta un lugar fuera de la ciudadela, allí, apretujados junto a mucha otra gente de la propia ciudad, que habían sufrido desgracias parecidas, la muerte súbita del padre o la madre, gente llegada de afuera que venían a buscar trabajo.
Después de comprar lo indispensable para que pasaran dos o tres días sin problemas de alimentación, se fue con unos cuantos más, a buscar trabajo a los muelles que llegaban entonces a los muelles de Sagunto. Dos días enteros de caminata les llevaría esta labor, los muelles y los grandes mercados de abastos de entonces, fueron las primeras oficinas de paro que hubo en la historia. También entonces, existían ya los tasadores de cuerpos, los ponían en fila y les daban nalgadas, bofetadas y duros golpes en las espaldas, con el fin de asegurarse que no iban a desfallecer a mitad de trabajo.
Tomás tuvo que esperar al tercer día para que lo contrataran, buscaban a veinte hombres para descargar en seis horas, tres mil kilos de algodón, embalado en fardos de setenta kilos. Cuando se terminó el trabajo, se dieron cuenta que entre el muelle y el casco del barco, había un hombre muerto flotando boca abajo, por la pasarela del barco, parcheada una y otra vez, trozos de madera con astillas y puntas, sobresalían del lugar de paso de los improvisados trabajadores, unos con más experiencia que otros. Sentados, se pusieron a echar unos tragos de vino y unos bocados de pan de centeno, Tomás se apercibió que uno de ellos tenía heridas en los pies a pesar de llevar zapatos; él cadáver que flotaba en el agua sin embargo, iba descalzo y no se apreciaban heridas en sus pies.
Aparte de estar muerto no tenía ningún golpe, ni se apreciaba nada extraño en él. Cuando se le sacó del agua, se presentaron los alguaciles, alguien le había cortado el cuello, cargaron el cuerpo en un carro y se lo llevaron, aunque antes pidieron detalle, de donde vivían todos y cada uno de los que se ocuparon de descargar el barco, a sí mismo lo hicieron con la tripulación. Tomás se planteó hacer un viaje relámpago para ver a su familia, pero no se podía permitir gastar más suelas ni tampoco emplear fuerzas para ese menester. Tenía otras obligaciones más importantes que atender, ganar dinero consiguiendo un trabajo fijo, seguro, que le ofreciera la seguridad que tenía antes con su oficio, haciendo zapatos y reparándolos.
Ya ves… aquí estamos, en la cola del paro, esperando ver salir el sol por el Este que es el punto cardinal por el que habitualmente sale para mí, siempre apoyado en el mismo árbol, con un número en la mano, y la carpeta de plástico con ni sé ya cuántos currículums vitae dentro, por si acaso saliese un trabajo apropiado, para un viejo de cuarenta y cinco años.


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martes, 22 de diciembre de 2015

MANERAS Y MANERAS

                                                            MANERAS Y MANERAS

¡Me cago en tu padre maricón…! No mujer, eso no se le puede decir a un hijo… la razón es obvia, lo que haya podido haber hecho el hijo no tiene nada que ver con lo que está haciendo el padre en ese momento, discutiendo con un cliente el precio de un coche de segunda mano. Luchando con un tubo de escape que no termina de entrar en su lugar porque no es un recambio original.
Además de eso, el chaval va escaleras para abajo como si llevara un cohete en el culo, con los quince euros que le ha quitado a su madre del monedero sin que esta se diera cuenta, bueno, casi, sino no le hubiera insultado del modo que lo ha hecho. Los críos, no especifico la edad porque los hay más jóvenes y más listos, entre comillas, y otros más lentos de reflejos e igual de perdedores.
Visto lo visto, los auténticos perdedores son los padres, bien acudiendo al padre cuando la madre les niega algo, o al contrario si saben que tienen alguna posibilidad. Y todavía tienen otra posibilidad si se apuran mucho, los abuelos, ¿Qué no hacen los abuelos por los nietos…? Todo, esta es la verdad, lo que pueden, y a veces, hasta lo que no pueden. Es una consecuencia directa de haber tenido hijos, el que estos a su vez tengan descendencia, y hay que contar con el hecho de que algunos tienen sus topes, “venga con dos tenemos bastante”, se atan lo que se tengan que atar y punto.
Peor otros en cambio se ponen a sacarle todo el jugo a la vida, que es a la mujer a la que exprimen como un limón, y tienen seis o siete, pudiendo mantener solo a tres, tirando largo. ¡Hombre que hoy día hay maneras de que las cosas, todas las cosas, se puedan regular, no me jodas…! Es que veo a mi mujer lavando la ensalada en la pica con esas caderas que tiene… me pierdo tío, he que un día, me dijo que si la volvía pillar de aquella manera, me denunciaría a la policía por violación.   Espera a la noche, o cualquier otro momento más oportuno para hablar y proponerle tus deseos.   ¿Tú que puñetas sabes de cómo funciona esto?   Creo, no es que sea ningún sabio, que tienen que haber unos preámbulos, para que ambas partes estén predispuestas a las relaciones sexuales.   ¿Lo ves como no tienes ni puta idea? No señor, el rollo que les gusta a las mujeres es… aquí te pillo y aquí te mato.
No sé, yo creo que andaba más perdido que un pulpo en un garaje, dejé correr la conversación y pasé a lo que nos juntado a las tres parejas en mi casa, sin niños claro está, nosotros no tenemos, de momento, ya habrá tiempo de plantearse las cosas, cuando se hayan consolidado otras que a mi modo de ver, son el cimiento de la familia, en el pleno sentido de la expresión.
Uno empezó… con el partido de semifinales de la Champions… ¿Me dejas llamar a casa para ver cómo están los abuelos con los niños? Estos críos le pueden petar el marcapasos al viejo. ¡Que manera de tratar a una persona anciana y enferma!  El otro comenzó a recriminarle a su mujer que estaba enseñando todo el potorro, sentada en el puf, mientras se hartaba de ganchitos con sabor a queso.   Pues te jodes, haberme dejado a mí sentarme a mí en el sofá donde estás tú.
Que es lo que hablamos… hay maneras y maneras de hacer y decir las cosas. Cierto que todas en cualquier circunstancia, pero si se busca el bien ajeno, no hay manera de ofender a nadie, y de que toda la gente de nuestro entorno, quede contenta.


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EL GALEOTE ESPAÑOL

                                                           EL GALEOTE ESPAÑOL

Lo suyo es que estuviera en el mar, aunque no navegara, eso es lo de menos, hay una réplica de la Santa María que es la leche. Es una de las carabelas que fueron con Cristóbal Colón a descubrir las Américas, y de paso matar indios, violar mujeres y contagiarles todas las enfermedades que tenían encima, viruela, paperas, y hasta enfermedades venéreas.
Bueno, la verdad es que de esas naves no quiero hablar porque no vienen a tema. Unos amigos que lo son de absoluta confianza, le preguntan a mi novia Paula si quieren venir a una pequeña fiesta que celebraban en la carabela que tenían.   ¡Les habrás dicho que sí verdad… hostia una fiesta en una carabela de verdad!   Sí pero hay que mantener el secreto de esta invitación, eso me ha dicho Elisa, es medio dueña de la nave.   Vale no hay problema, pero ¿sabes si saldremos a navegar…?   No tengo ni idea chico, me han dado un plano con determinadas carreteras señaladas, luego un camino por el que tenemos que seguir hasta llegar a un muelle de piedra.
¡Cojonudo… con las ganas de retroceder en la historia que he tenido siempre… soy capaz de alquilarme un traje de corsario para a ocasión…!    Anda ya, no digas bobadas, alquilarte un traje…    Coño resulta que cualquier cosa que se me ocurre hacer a mí, la cago, pero tú no, tú eres doña perfecta, tócate los huevos y baila.   Mira lo mejor que puedes hacer ahora, es buscar este sitio en Google maps, que a lo  mejor resulta que está en el quinto coño.    Siempre diciendo palabras soeces, podrías usar por ejemplo otros términos, donde Cristo perdió la alpargata, por ejemplo.   Ja,ja,ja mira me mondo de risa.
Según otros amigos que iban a ir también como ellos, invitados, se habían informado de que el camino les llevaría desde determinado sitio de la ciudad, unas dos horas hasta destino. Hostia pues está lejos de cojones, ves esto no lo miré en el ordenador solo las carreteras.   Y suerte hemos tenido que se te haya ocurrido escanear un mapa.   Oye guapa, por qué no te vas un poco a la mierda…   Va chicos que vamos de fiesta dos días, a disfrutar que para eso están los fines de semana. Pararon a comprar unos refrescos en una gasolinera y uno de ellos llenó el tanque de combustible, Paula se compró una bebida  de estas energéticas que enganchan un montón, Esa muchacha siempre tenía ganas de volar, y volaba alto, tanto que a menudo Juliá tenía que cortarle las plumas remeras, en un sentido figurado claro está.
¿Pero estás seguro de ir por buen camino, estamos en mitad de la puta nada, esto no es ningún puerto tío, esto es un campo de vides…?   Pues mira, a mí no me toquéis más los huevos, ve tú delante a ver si encuentras el sitio donde vamos. Vale hombre… además lo voy a encontrar y no te voy a decir nada, te voy a echar todo el polvo del camino encima.   ¡Serás cabrón, no te atrevas a hacerme eso o dejamos de ser amigos!  Después de unos kilómetros más se dejaron ver a lo lejos unas luces, aisladas de la civilización eso sí, parecía no haber nadie viviendo por los alrededores.
Ahí estaba, cual si fuera una alucinación, sostenida por unos puntales bien repartidos a lo largo y ancho de la carabela, subieron por unos grandes escalones de piedra, granito concretamente hasta una gran fuente que representaba a un fauno tocando un duduk, la flauta típica de estos seres que  fueron representados en la película “Las Crónicas de Narnia”. Todo estaba completo en la carabela, las jarcias hacían su función, la torre de guardia, hay que tener muchos huevos para subirse ahí arriba pensó Arturo, ¡joder lo alto que está…! Apareció Elisa vestida de época, lo hizo junto a un señor que llevaba una colonia o perfume con un fuerte olor a canela.   Tenéis que bajar a bajo que es donde está toda la movida, yo no había visto ningún coche pero pronto me di cuenta que el nuestro acababa de desaparecer del lugar donde lo dejamos. Los tendrán en un parking que no se ve, seguro.
Abajo si la fiesta acababa de comenzar me preguntaba como terminaría, aquella gente eran los que enseñaron a las gentes de Sodoma y Gomorra, ¡me cago en la leche… yo ya me habría tirado al lío, pero al menor descuido se podían tirar a mi novia, y eso, no me gustaba nada! Además… si hubiera conocido al menda que quisiera echarle un polvete… pues dices… sí, o, no. Hombre… molaba que todas las personas que estaban allí en mitad de aquella vorágine, fuera que se me escapara alguien, era gente de nuestra edad, de los treinta para arriba. ¿Podéis creer que desde entonces he mirado siempre con un profundo respeto a Paula? En ese momento, mientras estábamos en aquella pretendida fiesta, la aparté del resto y fuera, en el acceso de la escalera del barco, le dije…  ¿Qué pintamos tú y yo aquí en mitad de estos colocados y medio locos, viciosos de mierda?
Tiró de mi mano y saltamos de aquel antro, en la mitad de tiempo que habíamos entrado, un chico de color con un vestido de criadito de algún negrero, nos preguntó que coche era el nuestro, sorprendido le contesté y al instante, otro negro mayor que el niño, seguramente sería su padre, llegó con nuestro coche. Escapamos de allí como alma que lleva el diablo, paramos unos kilómetros más adelante para orientarnos, preguntamos en un bar que hacía esquina en una gran avenida desconocida para nosotros. Nos pusimos de nuevo en marcha, seguimos por el lateral de la avenida, y como si fuera de manera milagrosa, apareció en la parte izquierda de la siguiente travesía, el rótulo luminoso del concesionario Renault dos pisos por debajo de nuestro edificio.
Por curiosidad miré mi reloj, marcaba las ocho y media de la noche, me asusté, busqué a Paula, la llamé alarmado, me contestó desde uno de los baños… ¿Qué  quieres…? No nada que no te arregles para ir a ver el barco de esa amiga tuya.   ¿Y eso porque si puede saberse?  Sencillamente porque te quiero mucho, anda, hazme caso esta vez y cambiemos de planes, vayamos a la aventura.

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lunes, 21 de diciembre de 2015

SIRVEME EL CAFÉ EN COPA

                                                          SIRVEME  EL CAFÉ EN COPA

El camarero se queda mirando al extranjero, ¿Qué pasa que hay que pedir brandy o vino para que te sirvan una copa?, no señor lo que usted mande, yo le pongo la copa, y usted me dice hasta donde se la lleno. No se ha quitado las gafas de sol que le cubren sobradamente los ojos, encerrándolos en una especie de cárcel, son originales, la gente del restaurante piensa en su interior, que probablemente cabalgue algún tipo de caballo.
No se equivocan, lo que cabalga es una  moto Harley Davidson customizada de gran cilindrada, Otra ronda por favor, y a quién quiera beber lo que quiera, queda invitado. Se escuchan algunas voces dando las gracias, mientras él extraño jinete que solo ha pedido dos copas de café, le pide la cuenta a una camarera simpática donde las haya, que no para de mascar chicle. Tira esto a la basura guapa, mi abuela decía siempre que las chicas que no paraban de mascar chicle, parecían burras calientes, no querría que te tomaras a mal esta observación, a cambio del chicle simplemente sonríe, eres preciosa.
¡Que gente más rara esos moteros…! Yo no me fio de ellos ni un pelo, he visto peleas entre bandas que te  ponen los pelos de punta. Hombre… que quieres que te diga, no todos deben ser igual, habrá buenos y menos buenos, como todo en la vida. Sí vale, pero acojonan un poco cuando ves a cuarenta o cincuenta por la carretera, todos juntos y a veces haciéndote gestos obscenos. Eso es porque se saludan entre ellos, no creas que todos se conocen, a veces van a concentraciones y los une el ambiente, la cerveza, las chavalas, se lo montan bien estos zorros de las motos.
Llegado a un motel de carretera, el motero que seguía conduciendo con gafas de sol a pesar de ser noche cerrada, entró en el bar. ¿Qué pasa maestro, donde se ha ido todo el mundo? A ningún sitio, usted es el único que ocupa el bar, de momento… ¿Qué significa eso que de momento…? Pues que parece que esta noche se llenara de personal, hay una concentración de moteros a unos kilómetros de aquí. A ya, comprendo, póngame una copa de café, que esté bien cargado y sea largo. ¿Ha dicho usted una copa de café?, no tengo de eso, le puedo servir cualquier otra cosa pero una copa de café… El motorista sin inmutarse, ha sacado al abuelo de dentro de la barra alzándole por la pechera, se están tocando la nariz, el motero vuelve a repetirle sin perder el control… Quiero que me pongas una gran copa de café denso y fuerte, ahórrate el azúcar, el dueño del hotelucho ha caído al suelo de puro espanto, el motero le ayuda a levantarse, venga no pierdas más el tiempo tengo mucha prisa, quiero tomarme el café antes de que lleguen los demás.
En la nuca, tatuadas, lleva unas letras en color negro que nadie adivina a ver con claridad, su cuello es grueso. En cuanto comienzan a llegar moteros con el consiguiente escándalo que producen en sí mismas las motos, alguien le saluda, se le hecha al cuello y le dice con franqueza…  Lo siento Franco, cuando me enteré de tu pérdida ya era demasiado tarde.   No te preocupes se agradece la intención, sé fijo que si hubieras sabido algo antes, nos hubieras echado una mano, pero en el fondo, ni yo mismo quise estar mucho cerca de ella. La idea de la muerte es inexplicable en nuestro mundo…    Cierto, nadie que no camine con nosotros, que recorra kilómetros como nosotros lo hacemos, puede entender el significado de nuestro espíritu.
Bueno… disculpa que te deje, estoy cansado y quiero darme una ducha y acostarme, me queda mucho camino por delante.   ¿Dónde te diriges?  Todavía no sé el lugar exacto, pero de cualquier modo ya te enterarás, seguro. Bien… hasta la próxima Franco, ha sido un placer rodar contigo todos estos años, y compartir tantas experiencias, dame un beso anda.  Oye que ahí está Brandon observando y no quiero meterme en líos.  Que le den por el culo, ¿sabes que hizo justo antes de comenzar el viaje…? Sé fue a follar con su exmujer todo el día, y encima se trae sus bragas en el bolsillo de atrás del vaquero, es un cabrón.
Franco escucha estas conversaciones como si formaran parte de un cuento que en nada  le corresponde, no se identifica con nadie de aquella manada de búfalos con los que había pasado la mitad de su vida. Metió la llave en la habitación de su apartamento, dejó las pesadas alforjas de piel sobre la cama, sacó dos prendas interiores para ponerse encima cuando saliera del baño y tomó una larga ducha, mientras terminaba de enjuagarse el gel de ducha, dejó caer agua sobre las cervicales que con letras de medida media y con terminaciones que sugerían raíces llevaba tatuada estas palabras…  “Then die in peace”, en lengua castellana esta expresión significa  “Después moriré en paz”.
Entraba en un estado de la ruta 66 en la que no se exigía el casco, los americanos son así, están hechos de esta pasta, muchos piensan que por eso son más libres. Repostó, compró unas barritas energéticas y desayunó dentro de un vagón transformado en bar, la que parecía ser la dueña no paraba de mirarlo, no se sabe bien con qué fin, pero no le perdía ojo, la tía aquella parecía un camaleón la puñetera. Las botas de Franco estaban hechas de piel de caimán, eso reflejaba fielmente sus orígenes cajun (Luisiana), tierra de pantanos, de caimanes, de grandes cangrejos, y diferentes salsas con qué acompañarlos. A Franco se le hacía la boca agua, cuando pensaba en los magros trozos de caimán rebozado, que con una receta secreta, su abuelo cocinaba cuando se terminaba la temporada de la caza del caimán… 
Señora este café es vomitivo, no lo mezcle tanto con el tostado y le saldrá mejor, compre usted la marca Starbucks Coffee, cuando lo prueben sus clientes tendrá usted que montar un tren de mercancias en esta estación, no querrán otro… ¿Qué le debo por todo? Había llenado el depósito de la Harley, desayunado y tomado dos grandes copas de café, sabía que la ingesta de aquella pócima le pasaría factura por el camino. El paso de los kilómetros y el inevitable traqueteo del motor de su moto, hicieron imposible continuar el camino a cien kilómetros del vagón donde había parado, después de hacer noche en el motel. Dejó la moto apoyada sobre la pata de cabra de su Harley y se adentró en el arcén de la calzada, se agachó detrás de una chumbera, y aligeró el cuerpo de aquella pócima horrible que la camarera del bar le había servido. ¡Café le llamas a eso hija de la gran puta… purgante es lo que es! Ojalá se te queme el puto vagón y te quedes sin negocio, mala perra. En el caso de tener que soltar insultos y aflojar la lengua contra alguien que le hiciera algo malo, Franco era de los que le salían sapos y culebras por la boca, como siempre todo eso quedaba en nada, pero si es cierto que sonaba altisonante y para según quién, amenazante de manera que como le funcionaba su sistema… lo usaba cada vez que podía.
En las afueras de Albuquerque, paró de nuevo para comer en un restaurante de carretera, ahí pidió para comer un gran filete de no menos de ochocientos gramos acompañado de salsa barbacoa, picante y como ya era habitual en Franco, una gran copa de café negro, espeso y fuerte. Con Gloria, la que había sido su esposa, y que ahora no dejaba de velar cada noche y llorar por ella, ya había hecho esta ruta 66 en sentido contrario, comenzando en Chicago y terminando en Los Ángeles, ahora, desde Nuevo México, concretamente desde Albuquerque, hacía el camino al contrario, algo que su esposa mexicana Gloria, hubiera deseado, terminar el viaje en él Atlántico Sur.  Las cosas se ven de diferente manera cuando las miras al revés, he viajado bastante en tren y lo tengo comprobado amor, cuando vuelves, siempre te sorprenden cosas, que a la ida te parece que no existían, le decía siempre colgado de su cintura. Le divertía llevarla colgada de la cintura mientras ella le besaba el cuello, sobre todo cuando iban a bañarse a la alberca, que una familia de indios navajos amigos les dejaban usar, fue Ardilla Feliz, la mujer de su amigo navajo, la que le hizo el tatuaje que llevaba en la espalda.  
Esa era la principal razón de este viaje en el sentido contrario que hicieran la vez anterior, solo que ahora, nadie iba sentado ocupando el asiento de la parte de atrás de la moto, es más, en su honor, en el de Gloria, la había desmontado, en ella iba sentada, el espíritu de Gloria. Incluso a ratos como si se tratara de una persona viva que fuera detrás de él, hablaba con ella, le recordaba lo hermosa que era, lo mucho que la quería, que siempre estaría a su lado… cuando llegue al lago Míchigan recuerda darme un abrazo muy fuerte, déjame sentirte, que me estás esperando para poder tener el valor suficiente y fundirme contigo.
Cuando llegó allí a Chicago la moto estaba tan cansada como Franco mismo…   Vamos bonita mía, vamos a reunirnos con mamá, haz un último esfuerzo, cuando meta las marchas empuja con todas tus fuerzas, hoy es el día, mira que relámpagos caen al lago, llega el invierno vamos allá, nos esperan grandes emociones hermana. Del cielo caían brazos de luz que iluminaban Chicago, Franco aceleró a fondo su Harley, el motor rugió como jamás lo hizo y de golpe perdió estabilidad su rueda delantera, pero Franco que conocía perfectamente todas las posibilidades de su máquina, contrapesó con su cuerpo la máquina y esta voló llevándolo lejos del muelle   ¡¡¡Gloria ya estoy aquí mi amor… ja,ja,ja,!!!

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jueves, 10 de diciembre de 2015

EL REEMPLAZO

                                                                    EL REEMPLAZO

Se marchó una familia del bloque de pisos donde vivíamos juntos, quince vecinos, o familias como se quiera llamar pero al fin y al cabo, bien avenidos todos. Bueno, las discusiones de siempre propias de la convivencia vecinal. La que era un terremoto andante era la Fernanda, venía con unos aires dependiendo si le había ido bien la noche o por todo lo contario no se había comido un rosco. Era puta, de las de carné, controladas por Sanidad, para aquellos años tenían que ir  periódicamente a pasar un examen médico obligado, si trabajaban en Barcelona tenían que ir a la Plaza de Lesseps.
El acontecimiento de que alguien a quién no conocíamos viniera a vivir al bloque, despertaba toda clase de especulaciones y habladurías, claro flotaban en el ambiente las interrogantes propias de cualquier persona que lleva viviendo cuarenta años en el mismo lugar… ¿Quiénes serán Manolo, y si son gente sucia, o tienen media docena de hijos? Pues mira chica lo necesitarán como cualquiera de nosotros digo yo, piensa en positivo, es posible que hasta ahora no hayan tenido un techo digno donde guarecerse de la lluvia y el frio…
Esta familia como muchas otras, eran el fruto del fracaso de la planificación de inmigrar a Suiza o a Alemania, eso duele mucho amigos, tener cuello abajo casi con el billete en la mano, que estabas contratado para trabajar en una cantera, y que alguien te lo arrancara de la mano y además sin tener posibilidades de protestar a la autoridad competente y que te tomaran por lo que no eras…, podías terminar en prisión y con unos cuantos palos en las costillas. Los reemplazos siempre han existido, mira sino los soldados, siempre están siendo reemplazados por contingentes nuevos, hay gente joven que ya sabe lo que es la guerra y las heridas que produce, ahora les toca a otros, al reemplazo de nuevos reclutas los que experimenten lo que es prepararse para la guerra, ¿Qué clase de guerra… eso no lo saben ni los mandos? Son soldados que han firmado para un tiempo en concreto tirar tiros y si se ven amenazados, matar a otros.
Por decir una tontería, las esposas y los maridos también pueden llegar a ser de reemplazo, hay donde escoger. Te gastan una putada gorda, eso queda a juicio de cada cual, y ya están esperando un montón de Barbie y de Ken a coger el relevo, no se puede esperar que las cosas sean diferentes a esa realidad que cada uno de nosotros vivimos de una forma u otra.
Muchas veces hemos sustituidos o reemplazados sin siquiera saberlo, y lo seguiremos siendo hasta que dejemos de existir, en una conversación, en una fiesta, en el nacimiento de uno de nuestros nietos, cuando nuestro marido o nuestra esposa decida ponernos los cuernos. Somos reemplazados continuamente, y cuanto más nos quejamos, más lejos se nos lleva, menos aprecio desprendemos.


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lunes, 7 de diciembre de 2015

REPASANDO COSAS QUE GUARDO

                                                    REPASANDO COSAS QUE GUARDO

Tengo unas cuantas cosas de cada uno de mis matrimonios, dicen que no es bueno guardar recuerdos de lo que ya pasó, de lo que se hundió entre las arenas del mar. Lejos de ser pescador, lo que siempre me ha gustado, es guardar algo que yo mismo considerara inmortal, desde el punto de vista que estas cosas se incineren conmigo, no queden para nadie.
De mi primera esposa tengo un libro, no era raro en ella que te regalara un libro, sabiendo lo que siempre me gustado leer. De la segunda, guardo con celo, la denuncia de divorcio que ella me envió, junto con un manuscrito que dice de su puño y letra, que ella nunca quiso divorciarse de mí, que se lo pedí yo. No tengo fotos de mis hijos, no tengo más que una foto en el ordenador, que archivé de mi perro Codi.
No es que lo encuentre ni justo ni injusto el conservar cosas, que no son del todo de aquellos que se las quieren quedar, tampoco es que tenga uno que ir pidiendo razones o discutirse con la otra familia de que a él le pertenecen parte de esos recuerdos. Yo sé un poco de esto, se  quedan cosas la mayor parte de las veces, para ver tu reacción, para verte sufrir, o hasta decir… “Que se joda… que hubiera estado aquí y que lo hubiese reclamado”. Hay todo un universo de razones lógicas que puede hacer que alguien esté presente o no en la muerte de un ser querido, en el mundo que vivimos las cosas. Los trabajos, los viajes a veces imprescindibles para lo primero, te hacen cruzar medio mundo en el tiempo en el que uno se va a dormir y ya no despierta.
A pesar de todo, eso no debe hacernos ni odiosos ni rencorosos, como mucho nos debería hacer más comprensivos, más tolerantes y con un sentido de la normalidad que debería vestirnos desde la cabeza a los pies. Lo que yo guardo nadie me lo puede quitar, por el contrario, el que tiene algo que sabe que no es suyo, termina quemándole las manos. Repasando las cosas que guardo, una de ellas es una breve nota arrancada de un bloc de notas de espiral metálica, iba dirigida a mí y dice de manera muy escueta…  “Has sido lo mejor que me ha pasado en la vida, somos almas gemelas, nos conocemos tanto y tan profundamente, que solo espero que sepas lo que estoy a punto de decirte, que lo sepas interpretar. Te lo dejé entrever en una ocasión, estoy enamorada de otro hombre, es la antítesis de ti pero aun así lo quiero. No me atrevo a decirte esto en la cara, por esa razón te lo he escrito, decide tú lo que creas que sea lo mejor para ambos, yo ahora no puedo ser imparcial. Por favor te lo pido cariño, dime algo cuando hayas despertado después de tu descanso diario. Te quiero y confío en ti con toda mi alma…  Esa nota con su deliciosa letra, todavía la conservo dentro de un cuaderno, la nota y un libro de poesías completas de Antonio Machado que guardo también como si ella hubiera escrito algunos de esos retazos de poesía.


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ES EL FIN, OS VOY A CONTAR UNOS SECRETOS

                                       ES EL FIN, OS VOY A CONTAR UNOS SECRETOS

Ya sé que algunos pueden pensar que estoy loco, pero no es así, estoy cuerdo, me pongo todos los días los pantalones cada cual por su propia pernera y si no me engaño, eso es una muestra de cordura.
Comencemos, ¿sabíais que uno de los secretos es que hay un barco hundido en algún lugar entre aguas portuguesas y españolas, y que estuvo soltando mierda a chorros con el beneplácito de los responsables de la marina mercante, y unos señores que dicen que son ministros, que decían que las playas gallegas estaban estupendas? Si vale, ya sé que la pregunta es muy larga pero valía la pena hacerla porque era un secreto. Por cierto que el barco se llamaba… hostia se me ha olvidado, a si el Prestige, un prestigioso barco de un solo casco, por el que ya estaban desde hacía tiempo, prohibido desfilar barcos con semejantes cargas de crudo. ¡Así se quedaron las playas…! Pero sigue siendo un secreto, porque don barbitas no quiso meter la cabeza en el chapapote ni en los responsables de aquella tragedia.
Huy, tengo más secretos que contar… por ejemplo que el día X entre Enero y Diciembre se celebraron las elecciones municipales. Los porompomperos la palmaron en muchos sitios de la península, pues ahí va el secreto… Durante la madrugada de ese mismo día cuando ya se sabía el escrutinio de las papeletas, los porompomperos se lo montaron a lo grande, con langosta, tías a todo trapo, y guapas no creáis que eran putas baratas, y eso habiendo perdido, que si llegan a ganar… ni te cuento.
Lo último que os cuento no es un secreto, bueno, lo es y no lo es, es una cosa rara, un problema que no es problema, porque ya está todo pactado, pero me da pena que se tenga que hacer un teatrillo entre gente mayor, con pelos donde tienen que tener, en los huevos. La gente, a pesar de que la mayoría no se entere de lo que se dice allí, se clavarán delante de la tele a la hora justa y pondrán la Sexta, les han dicho que lo que hacen es la hostia, que hoy si estás al loro, sabrás quién gobernará la próxima legislatura. Fíjate si vamos bien que hasta yo tuve que consultar un diccionario para saber que significaba eso de legislatura.
Me han dicho un secreto, que no habrá banda de música con chavalas enseñando las braguitas, mientras tocan algún instrumento, que habrá trescientos espartanos y espartanas que además no podrá aplaudir a sus candidatos predilectos. Pero me han dicho, que ruido en los días que siguen, habrá y mucho, y que en función de lo que parloteen en este debate, luego se invitarán a unas birras y quedarán para verse otro día y hablar con más profundidad de las diferencias que tienen.
Ha, se me olvidaba, que os cuento algo que no ha salido a la luz, que los yidhadistas se han puesto en pie de guerra y dice que nos van a pasar por la piedra a todos los infieles. Por si acaso yo he dejado de creer en dios, soy desde hace años un ateo consumado.


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domingo, 6 de diciembre de 2015

ME GUSTARÍA SER MARCIANO

                                                      ME GUSTARÍA SER MARCIANO

¡Faltaba tan poco…! Mi nombre es Marcial que es casi lo mismo que Marciano, ahí donde lo oís hay personas que se llaman Marciano, en consecuencia también hay Marcianas y es lógico pensar que si tienen hijos, mientras son pequeños les llamen Marcianitos o Marcianitas, es una putada, lo reconozco, pero la culpa la tienen sus padres. Soy yo y me ponen ese nombre, y voy corriendo a gorrazos a mis padres, con todos mis respetos el resto de sus largas vidas.
Por otro lado me gustaría ser marciano, si pudiera tener determinadas ventajas, por ejemplo subir a Marte y bajar en un aparato teletransportador, de esos de “ahora te veo y ahora no te veo”, pero estoy ahí. De paso le echaría un ojo al planeta del que todo el mundo habla hoy día, ¡coño, parece que según los científicos, es la única alternativa para poder vivir fuera de la tierra! Eso quiere decir que ya están buscando alguna otra víctima propiciatoria para terminar con ella, suponiendo que Marte nos pudiera dar de comer y beber.
¡Mira que hay sonaos por la vida…! Y con el título de catedráticos, de profesores en física nuclear, de palanganeros de otros pobres miserables, que ya no saben que hacer para manifestar las posibilidades inmensas que tienen otros astros. Creo que cuando se ponen a mirar por los telescopios esos gigantes, alucinan, se les deben venir un montón de cosas al tejado y les salen las ideas por el cogote. He que yo no digo que todos estén como cencerros, pero hay unos cuantos que ¡por el amor de dios bendito…! estan para que los aten bien corto, no me jodas, comienzan a enseñar posibles teorías en la universidad y acaban haciendo que los alumnos salten de pupitre en pupitre, cazando guanaminos, o matándose unos a otros que de todo hay.
No entiendo como la gente quiere ser más de lo que puede ser, que todos somos unos jodidos humanos, llamémonos Marcianos o Leopoldo, todos salimos de la misma cesta y a la misma cesta vamos a ir a parar, sea enterrados o a la parrilla, convertidos en cenizas. Nací con el nombre de Narciso, el que le salió a mi santa abuela ponerme, no la conocí, me dijeron cuando fui más mayor, que le había dado un jamacuco y se murió con la boca torcida, que parecía querer morderse la oreja derecha con las muelas que le quedaban. Soy profesor en la universidad, enseño lenguas muertas. Tengo pocos amigos, pero los pocos que tengo son más o menos como yo, es decir, tenemos la misma pasión por las lenguas muertas.
¡No viene un día uno de esos diciendo…! Oye que me han dicho que hay unas cuantas agencias interesadas en reclutar a personas que sepan de civilizaciones antiguas, de lenguas del pasado, de cómo se denominaban las cosas, de paleología y cosas de esas. ¿Y pagan bien este trabajo…? Yo lo digo más que nada porque he estado estudiando la mitad de mi vida hasta tener la licenciatura y ahora no voy a malvender mi sapiencia. Pero si tú no sabes ni el sanscrito capullo, yo sí, y la escritura domótica de los egipcios.
Llega al bar Celestino, ¿Qué tal chicos como va todo…? Mira aquí decidiendo si la gente que piensa que ir a vivir a Marte están sonaos o no. Hostia que buena idea, ¿de quién ha sido? Pues mira si quieres que te diga la verdad no lo sabemos, estábamos aquí de charreta y ha surgido… así de pronto. ¡Que cosas más raras pasan en la vida no?

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sábado, 5 de diciembre de 2015

¿EL ZORRO?

                                                                   ¿EL ZORRO?

No era la primera vez que pasaban corriendo por delante de la puerta lateral los críos del pueblo, mientras corrían, daban un ligero vistazo a la capa que colgaba de una percha, el sombrero charro con fajín de seda roja y una espada enfundada en acabados plateados de ambas puntas.
Y mira que es un pueblo tranquilo, toda la gente curra, bueno más o menos, el que no espera a la recogida de la oliva, jornaleros. Siempre hay quién se pasa tres pueblos, monta un follón por menos que canta un gallo, con la ayuda de cinco quintos de cerveza. Si lo que queréis es que se vuelva a vestir el zorro de lo que es, buscaros otra excusa coño.
Los héroes ya no se manifiestan más que en las ferias, en los carnavales, en algún cumpleaños y poco más, a y en el cine, eso sí que es un filón para los grandes directores que son los que tienen acceso a la pasta que cuestan los grandes efectos especiales. Pero oye lo amortizan, estrenan una versión nueva de por ejemplo “La Guerra de las Galaxias”, a tropel allí que va la gente, aunque sea a ver cuánto le ha crecido la barriga a Harrison Ford, porque está que no cabe en él ahora, ¡que diferencia con la primera entrega que hicieron que salía!
A mí me supo muy mal que se muriera aquel que hacía… ¿Cómo se llama… si hombre, el que hacía aquella de baile que se liga a la hija de una familia rica?  A vale ya sé… Dirty Dancing, estaba bueno el tío este vale que sí… sí pero ya ves, en poco tiempo se fue a la tumba.   Y no es por falta de medios los que tienen esta gente, pero cuando la enfermedad te toca y no te suelta, no sirve de nada dar todo cuanto tienes, no tiene preferencias, marca a las personas como si fuéramos ganado.
Si los héroes pudieran hacer algo al respecto, pues mira bien estaría, pero ya ves, a Supermán le enseñaban una piedra de criptonita y lo jodían vivo. Hasta los héroes tienen fallos, pasa un poco como en la selva; el guepardo corre que se las pela, hasta cien kilómetros coge de velocidad, pero ya me dirás de que le sirve, si en el último instante la gacela da un golpe de culo imprevisto, se terminó tanto esfuerzo para la comida. Y espera a que se recupere, que pueden pasar horas.
No depende el mundo de héroes y villanos, depende según creo yo, de las circunstancias que no rodean, de alguna manera rezar para que muchas de las cosas de la vida se repitan, mientras otras no deseamos que vuelvan a pasar ante nuestras vidas, determinados acontecimientos nos han agotado, nos han gastado, hay quién dice que está justificado, que adquiriera la misma enfermedad que su esposa o esposo, con tal de poder compartir con ella los más intensos sentimientos de unidad y reconocimiento de errores viejos pero que nunca le supo confesar.


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LAS COSAS QUE SE TE OLVIDAN CUANDO TE MUDAS

                                        LAS COSAS QUE SE OLVIDAN CUANDO TE MUDAS

Un libro, siempre olvidas un libro, un libro que no está en casa en el momento que estás preparando el equipaje, lo has prestado, es un buen  libro y resulta que el amigo a quién se lo dejaste, después de leerlo lo dejó a su vez a un amigo que lo apreciaría. La cuestión es que no lo eché de menos, hasta que tuve que llenar el otro estante en la otra punta del planeta. Hay que joderse las cosas que pasan cuando te mudas, las circunstancias han hecho que me tuviera que mudar varias veces, unas veces por culpa mía y otras veces… gracias a mí.
Una de esas ocasiones fue la que me llevó de una de las puntas del mapa, hasta justamente el otro extremo. Las cartas se perdieron por el camino, digo yo, porque no obtuve respuesta ni explicación alguna, ninguna respuesta. Fue entonces cuando me puse a pensar, que probablemente sobraba en ese lugar, sí seguro que algunos vecinos habrán preguntado…  No veo al catalán por aquí, ¿qué se ha ido? Por otra parte sé de buena fe quién me extrañará, los mismos a quién yo extraño, y lo harán con brillo, con corazones encendidos, llorosos formando parte todos de un aquelarre extraño y salvaje donde los sentimientos te hacen bailar, y la perturbables luces de los leños crepitantes, te hacen ir y venir por los cielos sentados sobre inteligentes escobas.
De nada sirve el libro que olvidaste, la figurilla que le regalaste a tu vecina, y los besos simbólicos que le lanzaste de todo corazón a su hijo. Solo si quieres que tu corazón sufra, se retuerza de dolor, se endurezca ante la impiedad que lo rodea, sigue odiando porque te falta ese libro que ya es irrecuperable. Se de personas que se han olvidado al perro cuando con todo el aplomo que la lista requiere, personas y cosas, un perro no es una cosa, como mucho se la puede tachar de mascota, y cuidado con perderla, se te echan los niños encima como leones y puede que hasta tu mujer.
Fuera de bromas que no vienen a santo de nada, hay que aceptar la realidad, que cuando te  mudas siempre se olvida uno de algo. Desde un par de zapatos, a despedirte de un amigo íntimo al que probablemente no vas a volver a ver en muchos años. ¡Hostia es verdad, si no me he despedido de Julio…! Donde tendré yo la cabeza, claro pensando en mi luna de miel y mi nuevo desarrollo como profesor de inglés, ¡que flipo yo mismo, de saberme escogido por esta gente que son tan exigentes en estos detalles con los miembros de su equipo! Con la de gente nativa que hay allí enseñando a los japoneses a hablar bien el inglés. Pues mira tú por donde, de ochenta tíos he pasado la prueba yo, que quieres que te diga, como dice mi abuelo…  Estabas predestinado Andrés, sabes mucho y tienes talento para enseñar, eso es lo que han visto los chinos esos.   Abuelo que son japoneses no chinos…  Bueno da lo mismo, a mí no me rectifiques que todavía cobras.
Pero de todo lo dicho y hablado, hay algo que no hemos comentado, nos abrazamos a nuestra familia para despedirnos, con el intenso calor que sale de nuestros corazones, los queremos meter dentro de nuestra propia alma. Los abrazamos, se hartan de darnos besos lo mismo que nosotros a ellos y en cambio no se nos ocurre decirles os quiero y os llevaré siempre en nuestro corazón, jamás dejaré que las telas de araña velen el encanto de estos retratos.


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jueves, 3 de diciembre de 2015

VIVO SENCILLAMENTE

                                                                 VIVO SENCILLAMENTE

Eso significa que, según creo yo, que en mi familia jamás se me ha enseñado derrochar, a gastar para exhibirte…  “Te jodes, que yo tengo un coche mejor. ¡Anda ponte a trabajar de verdad y podrás algún día, hacer alardes de las cosas que tienen los demás!
De lo único que puedo presumir si se le puede decir presumir a eso, es que desde los catorce años comencé a cotizar en la Seguridad Social. Mi padre me decía siempre…  Asegúrate después de darte la primera  nomina, ir a la Tesorería y que te digan si es cierto que este señor está cotizando por ti. ¡Que apuro pasé la primera vez que tuve que hacer eso, pero me sirvió de lección, aquel hijo de su madre me daba una nómina falsa, es decir, que no pagaba al gobierno los impuestos debidos! Antes de que terminara la segunda semana, ya estaba buscando otro trabajo, la gente del barrio sabía de quién era hijo y lo que daba de sí.
Con el paso de los años creo que todo me ha salido más o menos bien, he tenido sustos como todo el mundo, me he divorciado dos veces, con mi primera queridísima esposa tuve tres hijos, ahora vivo muy cerca de la mediana, le doy un grito por la terraza y asoma  su cabezita…  ¿Qué quieres papa? Con eso quiero decir, que vivo una vida sencilla, normal, antes me preocupaba bastante la vida de los demás, ahora paso, no es que no me importe la gente, la gente somos los más numerosos del planeta y los que nos  entendemos mejor. Bueno por lo menos, así es como deberían ir las cosas, yo ya comienzo a dudarlo, hostia, el mundo está lleno de pirados, contándome yo mismo y eso tío, no es nada bueno.
En definitiva… que años atrás se podía llevar una vida tranquila y sosegada, sencilla en una palabra, el padre le enseñaba al hijo como debía hace los zapatos, las abuelas enseñaban a sus hijas o nietas como se hacían los bordados de cojín. En las zonas rurales otros enseñaban a los jóvenes como se hacen las madroñas, un calzado enteramente hecho de madera, que evita la humedad y los suelos helados. Pese a todo este mundo lleno de prisas y fraude que nos rodea, se puede ser relativamente feliz, solo hace falta proponérselo, se puede vivir con lo imprescindible y seguir disfrutando de la vida.
Si ya no dependes de aquello que tienes, porque te lo han arrebatado, busca alternativas al día, atiende con rigor, con serenidad y reflexión que es aquello que puedes hacer mejor, como sustituir lo perdido, asegurándote en la medida de lo posible, que nadie quitándote eso que tienes de nuevo, si te lo quita vas a ser un infeliz. Solo así se entiende una vida sencilla, adaptándose, casi esclavizándote a los sucesos que pueden ir surgiendo con el paso del tiempo.

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miércoles, 2 de diciembre de 2015

CIRCUNSTANCIAS INSALVABLES

                                                    CIRCUNSTANCIAS INSALVABLES

Jose siempre me dice, que los años más felices de su vida, los pasó en Cataluña, echa de menos Cataluña, piensa con todo convencimiento, que esta tierra está bastante más adelantada que las demás autonomías, del país. No es cuestión de entrar en discusiones sobre independencias, o soberanismo, no es ese el punto fuerte de esta cuestión. Se trata de que cuando comenzó a desarrollar su oficio, cuando comenzó a despuntar como mecánico, un buen mecánico, las circunstancias lo llevaron a acompañado de su madre y hermana, a vivir a un pueblo  de León. Hay que vivir una situación como esa para comprenderla, para asimilar como se puede pasar del amor a la indiferencia, a la velocidad del rayo.
A la buena gente, a los buenos mecánicos, les sobra trabajo por doquier, eso es precisamente lo que le pasa a Jose, todo el mundo lo busca para reparar embragues, rectificar motores, cambiar direcciones, y ve a saber tú cuantas cosas más. He convivido con ellos durante más de un año, y eso me ha llevado a entender algunas cosas, que de otra manera no hubiera podido saber, comparar, aunque es cierto que las comparaciones son odiosas, pero en concreto estas experiencias me han ayudado a ver con más claridad, hasta que punto es necesario vivir en primera persona, determinadas situaciones con el fin de tener buen juicio.
Al fin y al cabo, para eso sirve la vida, para aprender sin cesar, y no tirar ningún pedacito de esa vasija que en su día se rompió, si lo hacemos, por ahí se licuará nuestro entendimiento.

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HE COMENZADO A VIAJR POR LOS CIELOS

                                               HE COMENZADO A VIAJAR POR LOS CIELOS

Montañas y prados llenos de hierba para dar de comer a toda clase de animalillos, desde el pequeño jilguero, a las fecundas vacas que inundan luego los mercados con su beneficioso néctar blanco,  lleno de propiedades para nuestro desarrollo y el crecimiento de su prole, los terneros.
Llego de unas  tierras donde también todo esto abunda, aunque el paisaje es diferente. No sabría decir que los granadinos son mejores que los leoneses, pero de cualquier modo en unos y en otros, he hallado lo necesario para vivir en los cielos. No hay porqué ser exigente con la vida, con las sorpresas que siempre nos esperan en cualquier esquina, podemos ser felices; y no me refiero a que en cualquier farola nos esté esperando el amor. Tengo el cariño de unas cuantas personas, para mí eso es suficiente, el que quiera más que ser la persona ideal, el más y mejor considerado, se está meando fuera del tiesto.
Sencillamente, no existe amigo mío, no hagas alardes de dinero, no vayas contando por ahí que tú lo controlas todo, porque cuanto más lo dices, más te pones en evidencia, en otras palabras… más la jodes. Ocúpate de viajar a los cielos, ver las cosas desde la perspectiva de los ángeles, que dicen que hay a mogollón, solucionando problemas por todas partes. Si te has decidido a toar esta iniciativa y volar hasta los cielos, habrás podido comprobar, que hay unas almas traslúcidas, que no tienen apenas color, son almas puras, personas que hicieron muy felices a mucha gente, unos no tuvimos la suerte de saber apreciar todo cuanto querían hacer por nosotros.
Particularmente yo la dejé de lado y eso la llevó a una ruina casi total, el mundo calló sobre sus espaldas, como una losa demasiada pesada como para poder maniobrar con ella en lo alto. Os buitres que siempre esperan que la presa se debilite y muera, estaban esperando para echarle mano, con falsas promesas, pero a la vez con grandes ambiciones de tipo carnal, la intentaron  convencer para que dejara de lado a sus hijos…   Ya son mayores… saben desenvolverse por ellos mismos, no sé que pintas tú dentro de este cuadro, lo que hacen lo hacen por voluntad propia… déjalos ya y vivamos nosotros.
Nunca fue una mujer que se dejara convencer con cualquier argumento, si, que antes de ser madre fue esposa, pero después de tener a sus polluelos bajo el refugio de sus alas, priorizó esta labor hasta el final. Quiero puntualizar…, priorizó esta ayuda sobre su propia salud. Del mismo modo que estoy hablando de ella, creo que muchas personas hablan así de los seres que les faltan a su lado, y que por una razón u otra, se les hacen imprescindibles. No falta mucho para que vaya a tu encuentro, lo deseo de todo corazón, tengo que solucionar algunos asuntos importantes, aquí antes de marchar, pero te encontraré haya donde estés.
Ahora estoy comenzando a saber viajar por los cielos y estoy siendo buen aprendiz, aprendo de aquellos a quienes tú dejaste, y que yo, de palabra desprecié sin pensar en nada más. Miento, eso no es cierto, siendo sincero, me dejé llevar por el impulso de la carne, del deseo insensato, de un espejismo que te dice que en este desierto te vas a saciar de todas las delicadezas dignas de los más grandiosos príncipes de oriente.
Mientras yo aprendo a volar sobre las nubes atravesando cuantas capas haya en la atmósfera con tal de encontrarte, si me ves… por favor hazme una señal, aunque solo sea para que te vea. Aceptaré tu decisión de echarme de tu lado, al fin y al cabo lo tengo merecido.

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