jueves, 3 de diciembre de 2015

VIVO SENCILLAMENTE

                                                                 VIVO SENCILLAMENTE

Eso significa que, según creo yo, que en mi familia jamás se me ha enseñado derrochar, a gastar para exhibirte…  “Te jodes, que yo tengo un coche mejor. ¡Anda ponte a trabajar de verdad y podrás algún día, hacer alardes de las cosas que tienen los demás!
De lo único que puedo presumir si se le puede decir presumir a eso, es que desde los catorce años comencé a cotizar en la Seguridad Social. Mi padre me decía siempre…  Asegúrate después de darte la primera  nomina, ir a la Tesorería y que te digan si es cierto que este señor está cotizando por ti. ¡Que apuro pasé la primera vez que tuve que hacer eso, pero me sirvió de lección, aquel hijo de su madre me daba una nómina falsa, es decir, que no pagaba al gobierno los impuestos debidos! Antes de que terminara la segunda semana, ya estaba buscando otro trabajo, la gente del barrio sabía de quién era hijo y lo que daba de sí.
Con el paso de los años creo que todo me ha salido más o menos bien, he tenido sustos como todo el mundo, me he divorciado dos veces, con mi primera queridísima esposa tuve tres hijos, ahora vivo muy cerca de la mediana, le doy un grito por la terraza y asoma  su cabezita…  ¿Qué quieres papa? Con eso quiero decir, que vivo una vida sencilla, normal, antes me preocupaba bastante la vida de los demás, ahora paso, no es que no me importe la gente, la gente somos los más numerosos del planeta y los que nos  entendemos mejor. Bueno por lo menos, así es como deberían ir las cosas, yo ya comienzo a dudarlo, hostia, el mundo está lleno de pirados, contándome yo mismo y eso tío, no es nada bueno.
En definitiva… que años atrás se podía llevar una vida tranquila y sosegada, sencilla en una palabra, el padre le enseñaba al hijo como debía hace los zapatos, las abuelas enseñaban a sus hijas o nietas como se hacían los bordados de cojín. En las zonas rurales otros enseñaban a los jóvenes como se hacen las madroñas, un calzado enteramente hecho de madera, que evita la humedad y los suelos helados. Pese a todo este mundo lleno de prisas y fraude que nos rodea, se puede ser relativamente feliz, solo hace falta proponérselo, se puede vivir con lo imprescindible y seguir disfrutando de la vida.
Si ya no dependes de aquello que tienes, porque te lo han arrebatado, busca alternativas al día, atiende con rigor, con serenidad y reflexión que es aquello que puedes hacer mejor, como sustituir lo perdido, asegurándote en la medida de lo posible, que nadie quitándote eso que tienes de nuevo, si te lo quita vas a ser un infeliz. Solo así se entiende una vida sencilla, adaptándose, casi esclavizándote a los sucesos que pueden ir surgiendo con el paso del tiempo.

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