lunes, 25 de marzo de 2013



                                        UN AMARILLO DISTINTO.


En eso de los colores, cada cual los ve de modo diferente. No creas, los colores tienen determinada influencia en las personas, cada cual dice cosas diferentes, por ejemplo en el ámbito de la decoración.
Se dice que el rojo excita, mientras que el verde pálido tranquiliza, no sé yo, esto de los colores es un poco como la música, hay gente que se excita escuchando a Mozart, y otros se tranquilizan escuchando a Beethoven, o al revés, hay quién necesita música bien alta para estudiar o escribir, y otros, el más absoluto silencio. Nada es reprochable en este sentido.
Hace bastantes años atrás, mi abuelo me llevaba a una bodega que todavía existe hoy, cerca del barrio chino de Barcelona, es una peña taurina. Se tomaba un par o tres de barrechas o vermuts y volvíamos para casa. Para eso, cruzábamos el barrio chino, siempre me decía, que no contara a mis padres por donde habíamos vuelto a casa.
“No te preocupes abuelo, soy una tumba”, le decía yo. Pero pensándolo bien, luego me puse a deducir, el porqué le llamaban “barrio chino” si allí, nunca había visto a ningún chino. ¿Raro no?.
Bueno, el caso es que parece que como son bajitos la mayoría, deberían andar entre la gente sin ser vistos. Mira tú si era gilipollas.
Mi padre por otra parte, un republicano convencido como mi propio abuelo, que fue capitán, me contó un día, que este barrio se llamaba así, porque allí estaba todo el negocio de las putas de Barcelona, o la mayoría. Otro follón para mi cabeza, ¿qué tenían que ver los chinos con las putas?.
A medida que han pasado los años, me he apercibido que los chinos no son tan amarillos como yo creía, ni tienen todos, los ojos tan rasgados como pensaba. Chico, yo no sé qué ha pasado, pero creo, que en el fondo, es lo que yo pensaba al principio. Como son chiquitos, pasan desapercibidos, y como quién no quiere la cosa, han construido todo un imperio fuera de China.
¡Ándales detrás con los negocios que tienen…!, es para flipar, ¡unos bazares!, ¡unos almacenes de miles de metros cuadrados, donde venden de todo…!. Acompañé una vez a un amigo a Madrid, para cagarse, naves y naves llenas de todo lo imaginable. Mi amigo compra bolsos de imitación de marcas buenas, sobre todo, Louis Buitton, desde carteras y monederos hasta bolsos.
Todo imitado de los modelos de la última temporada, ahora los chinos me parecen diferentes, no solo por el aspecto del color, que no son tan amarillos como yo creía al principio, ni tan pobres, ¡menudo tinglado tienen montado en Europa!. Manejan la pasta a carros, si, es verdad que tienen sus mafias, pero ¿acaso no las hay entre los europeos?.
Hablo de gente importante, no cualquier pringado, no, gente de peso en la sociedad. Pero los chinos si conviene, los torean como les sale de allí, esta raza tan peculiar ha echado raíces en los lugares que más les conviene. Al principio eran los restaurantes, pero ahora… es que son los reyes del mambo.
Como ahora los chinos son diferentes, estoy por operarme un poco la geta y parecerme a ellos, a ver si así, salgo de la pobreza. ¡Hostias con los chinos…!. Nada oye, gente digna de admirar.


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