HOTEL DE LUJO
Todo
allí, desde que llegas a la recepción, huele a ambientadores especiales, se
respira un aire sano aunque raro, ambiente de hospital que te hace sentir, que
has entrado en otro mundo. Este mundo, es el universo de los médicos y
enfermeras, de auxiliares que sin aviso previo, entran y salen de las
habitaciones a cualquier hora del día y de la noche. Sus caras reflejan cierto
grado de simpatía, tratan con toda clase de enfermos, unos que tienen cura
y otros que no tienen solución alguna, a
unos y otros les dan la atención necesaria, es el protocolo de los hospitales… “Tratad a los enfermos como personas sanas,
que tienen las mismas posibilidades de superar su mal que los que estamos sanos”
Es
imposible que tengan trato preferencial con determinados enfermos, están ahí
porque están en una situación crítica, eso mismo los hace personas sin
identidad, catalogados con una pulsera plástica que indica que deben comer, que
tratamiento deben seguir y en consecuencia, cuanto tiempo estiman los médicos
que deben permanecer allí. No me esperaba ser un enfermo de cáncer, ahora,
después de las numerosas pruebas que me han hecho, han determinado que tengo
esta terrible enfermedad que en algunos casos cabalga hasta acabar con tu vida.
En cambio, a otros, por razones de tolerancia a determinados tratamientos,
responden a ellos y se curan. No puedes escoger en que fila estás, esto lo
marca tu propio aguante y la respuesta a la medicación.
He
hablado con la doctora que hace el seguimiento de mi caso… “Sea cual sea mi caso, no olvides que quiero
tener calidad de vida, no quiero estar metido siempre en el hospital, necesito
ver a los míos, departir con ellos, dialogar con los amigos, tengo ganas de
discutir de asuntos que todavía tengo pendientes, y eso solo lo puedo hacer si
estoy fuera de este complejo hospitalario”
“Esto está muy bien, tú debes decidir sobre lo que quieres hacer con tu
vida, pero por mi parte yo estoy obligada a exponerte la situación en la que te
encuentras y hasta qué punto esta va a afectarte”
Estamos
de acuerdo en lo esencial, solo que un médico cuando comienza su turno ve a
todo el mundo del mismo modo, enfermos que necesitan ser curados, sin pensar
demasiado en que es lo que precisamente les hace falta, se guían por los
resultados de las analíticas, por la respuesta a determinados regímenes que se
les impone a los enfermos. En definitiva… no pueden salirse de este guion, no
se les deja ensayar, los protocolos de los tratos que deben tener con los
enfermos los coartan para poner en práctica, las cosas nuevas que vienen
aprendiendo en masters que han llevado a cabo en universidades de Estados
Unidos, o cualquier otro país europeo. Están convencidos de los efectos
curativos de determinadas enfermedades con tratamientos especiales. El problema
es… que aquí el negocio de las medicinas funciona de otra manera, si algún día
conviene, y el gobierno y los grandes laboratorios se ponen de acuerdo, los
enfermos saldrán beneficiados de estos adelantos tan necesarios para salvar
vidas.
De
momento, los hospitales cada vez son más modernos, el trato más humano, los
laboratorios de estos mismos centros, más desarrollados, es como si uno mismo
se contara para su interior… por lo menos estoy siendo tratado en uno de los
hospitales más adelantados del país.
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