domingo, 6 de marzo de 2016

HOTELES DE LUJO

                                                                 HOTEL DE LUJO

Todo allí, desde que llegas a la recepción, huele a ambientadores especiales, se respira un aire sano aunque raro, ambiente de hospital que te hace sentir, que has entrado en otro mundo. Este mundo, es el universo de los médicos y enfermeras, de auxiliares que sin aviso previo, entran y salen de las habitaciones a cualquier hora del día y de la noche. Sus caras reflejan cierto grado de simpatía, tratan con toda clase de enfermos, unos que tienen cura y  otros que no tienen solución alguna, a unos y otros les dan la atención necesaria, es el protocolo de los hospitales…  “Tratad a los enfermos como personas sanas, que tienen las mismas posibilidades de superar su mal que los que estamos sanos”
Es imposible que tengan trato preferencial con determinados enfermos, están ahí porque están en una situación crítica, eso mismo los hace personas sin identidad, catalogados con una pulsera plástica que indica que deben comer, que tratamiento deben seguir y en consecuencia, cuanto tiempo estiman los médicos que deben permanecer allí. No me esperaba ser un enfermo de cáncer, ahora, después de las numerosas pruebas que me han hecho, han determinado que tengo esta terrible enfermedad que en algunos casos cabalga hasta acabar con tu vida. En cambio, a otros, por razones de tolerancia a determinados tratamientos, responden a ellos y se curan. No puedes escoger en que fila estás, esto lo marca tu propio aguante y la respuesta a la medicación.
He hablado con la doctora que hace el seguimiento de mi caso…  “Sea cual sea mi caso, no olvides que quiero tener calidad de vida, no quiero estar metido siempre en el hospital, necesito ver a los míos, departir con ellos, dialogar con los amigos, tengo ganas de discutir de asuntos que todavía tengo pendientes, y eso solo lo puedo hacer si estoy fuera de este complejo hospitalario”    “Esto está muy bien, tú debes decidir sobre lo que quieres hacer con tu vida, pero por mi parte yo estoy obligada a exponerte la situación en la que te encuentras y hasta qué punto esta va a afectarte”
Estamos de acuerdo en lo esencial, solo que un médico cuando comienza su turno ve a todo el mundo del mismo modo, enfermos que necesitan ser curados, sin pensar demasiado en que es lo que precisamente les hace falta, se guían por los resultados de las analíticas, por la respuesta a determinados regímenes que se les impone a los enfermos. En definitiva… no pueden salirse de este guion, no se les deja ensayar, los protocolos de los tratos que deben tener con los enfermos los coartan para poner en práctica, las cosas nuevas que vienen aprendiendo en masters que han llevado a cabo en universidades de Estados Unidos, o cualquier otro país europeo. Están convencidos de los efectos curativos de determinadas enfermedades con tratamientos especiales. El problema es… que aquí el negocio de las medicinas funciona de otra manera, si algún día conviene, y el gobierno y los grandes laboratorios se ponen de acuerdo, los enfermos saldrán beneficiados de estos adelantos tan necesarios para salvar vidas.
De momento, los hospitales cada vez son más modernos, el trato más humano, los laboratorios de estos mismos centros, más desarrollados, es como si uno mismo se contara para su interior… por lo menos estoy siendo tratado en uno de los hospitales más adelantados del país.

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