IR O VENIR… SIEMPRE ES LO MISMO
Camino en círculos,
siempre lo mismo, siempre con las mismas rutinas que nos aglutinan alrededor
del mismo cuadro. No es una rutina igual para todo el mundo, hay quién las hace
en el camino contrario a como la hacemos nosotros mismos, no es que sea al revés
quienes actúen así, es sencillamente, que ven su recorrido de diferente modo
que nosotros. Sucede lo mismo que en universo, unas estrellas están recorriendo espacios rutinarios alrededor de
determinadas fuerzas grabitacionales, mientras que otras van por libre, no
están bajo la influencia de ninguna otra gravedad que les imponga un
determinado camino a seguir.
Algunos de estos
elementos extraños que los grandes telescopios ven más allá de lo que nuestros ojos pueden percibir,
pueden incluso llegar a ser peligrosos, pero… están vagando en el espacio
infinito, poco se puede hacer para llegar a tener determinada influencia sobre
ellos. Los meteoritos lo mismo que los seres humanos, vamos y venimos sin tener
mucho que decir, y a veces, menos que hacer. En determinado momento nos
encontramos dando vueltas alrededor de un mundo que no nos orienta, no nos
ilumina, no dice nada, solo nos deja ver esquinas y calles, carreteras y
espacios abiertos, que frecuentemente no sabemos apreciar, estamos demasiados
acostumbrados a girar alrededor de la familia, dependiendo de estas fuerzas que
nos atraen bajo su influjo.
Sea que vengamos o
vayamos siempre nos encontramos las mismas personas, con diferentes puntos de
vista, con diferentes opiniones, con nuestra lógica o en el peor de los casos,
con nuestra razón. En pos de estas, vivimos o morimos, como lo hacen los
pequeños asteroides, que cuando quieren penetrar en nuestra atmósfera, se desintegran
dejando solo un haz de luz tras ellos.
Es imposible dejar
escrito nuestro camino en el cielo, es parecido a los caminos que los grandes
barcos dejan en el mar, efímeros, cruzándose con otros que a su vez, van en
sentido contrario con el mismo fin. Solo somos eso, viajantes asombrados de un
mundo que visto desde fuera, puede ser motivo de risas y desesperanza, sin
tener nada que hacer ni que decir. Nos causa tal desesperanza y tanto
desasosiego el perder el rumbo que alguien nos ha marcado…, que cuando este ser
falta, nos revelamos contra todo y contra todos, nos enfadamos y lo primero que
hacemos es buscar culpables a una situación que nadie, ni siquiera ellos, los
que siguen apegados a este círculo lleno de colores de diferentes planetas, se
preguntan el por qué se ha desprendido de esta nube de gases que los mantenía
unidos, ese ser querido que siempre estuvo a su lado, aun en las peores
circunstancias sufridas.
Esto siempre seguirá
siendo así, este trozo de estrella, será substituida por otra que nos haga ir
de nuevo a acá para allá, hasta que nuestra luz se apague.
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