VIVO PARA PODER
CONTARLO
La vida te da
muchas oportunidades, solo hay que saber aprovecharlas, es cuestión de método,
solo se te exige tener voluntad y saber qué de todo cuanto te pasa, puede ser provechoso
o no en provecho de tu propia vida. Tenemos la fórmula adecuada para poder
distinguir que es lo instructivo o no, eso significa pasar de largo de las
cosas que no nos interesan. No quiero decir con eso que uno pase de auxiliar a
algún herido, ayudar en un accidente de carretera por ejemplo.
Sin embargo, en
cuestiones personales, cuando alguien tiene la costumbre de implicarse en
asuntos que le son indiferentes, hay que retirarse, aun tratando de ayudar, nos
podemos ver envueltos en un problema que no era nuestro y ahora, por nuestra
mala cabeza, lo es. ¡Que diferente es una cosa de la otra, no os parece! Personalmente,
considero que es necesario saber diferenciar estas circunstancias, lo contrario
haría, que siempre estuviera en el punto de vista de alguien y no quiero, no
por miedo, solo por prudencia.
Todos los seres
humanos deseamos vivir lo máximo posible, de forma que, para poder cumplir con
este deseo, que para algunos ya representa un sueño, tenemos, se nos exige que
seamos selectivos a la hora de evaluar qué vale la pena considerar como algo
nuestro, puede que el problema de alguien conocido, y entonces involucrarnos.
Somos sensibles, tenemos un corazón y sentimientos, eso de por sí, es una
ventaja a la vez que un inconveniente en estas situaciones, no podemos
ausentarnos de mundo que nos rodea, formamos parte de él, de forma que cuando
vemos sufrimiento, deberíamos sufrir con el que sufre.
De ahí a dejarnos
nuestra propia salud, en tratar de resolver ecuaciones que solo dentro de los
hogares de los demás tienen que hacer, hay un abismo. Por eso, ayudar sí,
responsabilizarnos de lo que pasa dentro de una casa, no. Hay muchísimas frases
célebres que nos ayudan a anteponer nuestros intereses a los de los demás,
otros, dependiendo si son existencialistas o materialistas, piensan lo
contrario. Curiosamente muchos, me incluyo yo mismo, cuando vemos que las cosas
se complican, te envuelven de forma, que es como si hubieran dejado caer una
gran red sobre ti, de la que no puedes escapar, quieres retroceder y ya es
imposible. Te has liado, no te han liado, te has metido tú solito en este berenjenal,
y ahora ¿quién se tiene que atar los machos para poder salir? Nadie lo va a hacer
por ti, tiene que ser tu propio espíritu de reconocimiento, que te has metido
en un gran lío del que no podrías salir fácilmente.
Decididamente no
somos policías, no podemos arreglar lo que se nos antoja, no se nos paga más
que con la desgracia, que a veces es inevitable. Ante la posibilidad de poder seguir
viviendo dignamente, elijo esta, no está la vida para ir regalando cosas que te
son necesarias a ti. Vive y deja que los demás elijan el modo de vida que
prefieran, al fin y al cabo, ha sido decisión suya hacerlo así.
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