sábado, 25 de julio de 2015

LA VEDADD NO SE ESCONDE

                                                            LA VERDAD NO SE ESCONDE

Es cierto que la verdad siempre tiene dos caras, una de ellas es la media mentira, si dices o haces algo que no es comprobable, que tiene dos versiones, que tiene más defensores que detractores, probablemente sea verdad, al fin y al cabo ¿quién lo va a La verdad es mucho más? Difícil situación esa, todo es posible, nada es mentira; consecuencia, la verdad ha ganado la partida.
La verdad es mucho más conspicua de lo que parece, es muy relativa, se adapta a los caracteres de la gente, hace de más y de menos, por ejemplo… todas las religiones tienen sus razones para que su dios sea el dios verdadero, y es verdad, todos los dioses son el dios verdadero. La única diferencia está en que a los discípulos, a sus seguidores, se les exigen diferentes disciplinas, a unos les dicen que deben cumplir con determinados dogmas que van desde hacer prosélitos de casa en casa, hasta yacer con el gran maestro que se supone que en su interior tiene la verdad que hace que fluya hacia los demás a base de procrear hijos con él.
¿Quién dudaría que esto es la verdad? No se les pide más que eso, nada más, y mientras todo esto ocurre, trabajan en la granja que tiene doce o quince hectáreas y que es el sustento de toda la colonia, niegan todas las demás cosas presentes, las dan a su director, a sus hermanos de fe, al futuro en determinado lugar llamado paraíso, un lugar en que nadie dudaría estar, una tierra limpia y llena de gente buena, amable y ante la perspectiva de vivir allí eternamente. Prescindiendo que llegue un asteroide más grande que el propio sol, llegue directamente a la tierra, y joda todo el chiringuito.
La verdad, lo que es la verdad no se altera de cualquier forma, pueden cambiar las formas, también los maestros o comités o lo que quiera que sea, pueden tener la forma que quieran, ser feos o simpáticos, altos o bajitos, llevar barbas hasta los pies o ir rasurados hasta la cejas, da lo mismo. La ventaja la tiene el que es más persuasivo, mejor orador, el que deja a todo el mundo con la boca abierta, que le hacen pasillo cuando termina sus disertaciones. En su día, eso mismo le pasó a Marco Tulio Cicerón, cuando se levantó en el senado contra la malversación de fondos del reino romano, convenció a todo el mundo, contando verdades como puños. Claro está que muchas de las cosas que dijo, no se podían verificar, aun así esos discursos llamados Filípicas tuvieron un gran peso y poder a las palabras que dijera, su maestría, sus ademanes, el volumen en los momentos indicados en los puntos principales, fueron la clave para poder convencer a la mayoría de senadores asistentes.
La verdad siempre es genuina, quién piense lo contrario se equivoca, confunde las apreciaciones, el modelo subjetivo de la verdad, de esa forma todo cobra sentido, todo se relaciona con la manera de vivir los sentimientos de los que la defienden, los oradores saben mirando a los ojos de sus oidores, cuál es su forma de pensar, dirigen sus esfuerzos a estas emociones externas y ganan. Gana la verdad, todo lo demás es pura apariencia, dicho en otras palabras, mentira.

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