lunes, 9 de julio de 2012

SICERAMENTE... NO ME IMPORTA.


                              ¿SINCERAMENTE…? NO ME IMPORTA.


“A mí, siempre me han enseñado, que si no puedo solucionar los problemas de alguien no me meta oye, así que no me calientes la cabeza.”
-Pero es que es nuestro amigo tío, tendremos que decirle algo. ¿No ves como va el pobre por la calle, cada vez más triste más hundido?.
“También estoy triste yo, y tú, cualquier día de estos nos echan a la calle sin ni siquiera darnos una palmadita en la espalda, ¡después de haber estado aquí más de veinte años!.
-A, vale hombre, ¿a ti no te gustaría que te dijeran las cosas tus amigos?.
“Depende de qué, la verdad es que estos asuntos son cosa de la pareja, tienen que solucionarlo ellos. Imagina que con la mejor voluntad, le haces ver las cosas claras, te suelta un soplido y te dice que te metas en tus cosas, ¿entonces qué?, pierdes un amigo. ¿Estás resuelto a perder su amistad por un correveidile?, porque yo no.
-Pues a mi me gustaría, que un amigo me dijera las cosas, fueran cuales fueran las consecuencias. Piensa que la familia entera se puede ir a hacer puñetas, y eso es algo que podríamos evitar abriéndole los ojos, seguro que nadie ha hablado del asunto con él. Es un buen tío, a mi me sabría mal que acabara mal este asunto.
“¿Y quién te dice a ti que no está al corriente de todo y de ahí esa actitud que dices que tiene?.
-No hombre, eso es imposible, ¿cómo va a saber que cada día la recogen en la esquina de la calle dos pavos y van juntos al bingo?, bueno, digo al bingo por lo que yo sé, que puede que se vaya con esos dos tipos a algún otro sitio menos recomendable. Total, hasta que su marido sale del curro, puede hacer un millón de cosas.
“Mira chaval, si tan preocupado estás, ve y díselo, eso sí, ves con la armadura puesta porque te puede soltar un moco que no seas capaz de sacártelo de encima.
-De verdad, he, como eres. O sea que no puedo contar contigo eso está claro.
“Pues no, no puedes contar conmigo, pero no es porque no quiera, es porque no puedo. ¿Tú sabes la de cosas que tengo que solucionar en mi casa?. Imagino que a ti te debe pasar lo mismo, a veces queremos solucionar las causas ajenas dejando de lado las nuestras propias. No quiero caer en esta trampa, siempre hay cosas que uno debe solucionar entre los muros de su hogar, quien lo vea de otro modo, pobrecillo de él.
-Vale hombre, todas las opiniones son respetables, pero te digo que yo soy capaz de solucionar las dos cosas a la vez. El año pasado sin ir más lejos, tenía problemas en casa con mi hija, la que estudia en el Liceo, y a la vez mi cuñado se quedó sin trabajo, pues solucioné las dos cosas al mismo tiempo, y mira ahora, en lugar de escaparse con aquel sinvergüenza que le prometía el oro y el moro, sigue en casa, y mi cuñado está trabajando en la oficina conmigo ¿Qué te parece?.
“Huy es que tú eres un fiera, pues nada, al toro, mejor que tú nadie para abrirle los ojos como tú dices. Entonces… ¿qué falta te hago yo?.
-Hombre, es más bien para que me des apoyo, para que vea la seriedad del caso. Para que se dé cuenta de que una mujer decente no debe comportarse así, como una cualquiera.
“Y como c… sabes que es lo que hace cuando sale de casa esta mujer?, podría ser fácil que fuera a limpiar un banco, o que se reunieran unos amigos a jugar al tute.
-¡Venga ya!, tú sabes igual que yo que eso no es posible… ¿tú sabes cómo sale vestida de casa?, vamos hombre ni me chupara el dedo. Esa mujer tiene algún lio por ahí y su marido ni se entera. El pobre debe llevar unos cuernos que no debe poder pasar por la puerta cuando llega a casa.
“Pues eso, si tienes tanta información cierta, ves tú y habla con él. Yo creo, que estaría agradecido a un amigo, si me pusiera al corriente de una cosa así. Pero para eso hace falta que tengas todos los datos, porque de no estar seguro, te aventuras a perder su amistad.
-Bueno, y qué, por lo menos aré una cosa buena, según me dicta mi propia conciencia. Me iré a dormir en paz conmigo mismo.
“Vale, si tú lo ves así de acuerdo pero ya te digo que no cuentes conmigo, sinceramente… no es de mi incumbencia. Anda tú y que te vaya bien, rezaré por ti.
Estuvo bastantes días dándole al tarro, que si hablo con él, que si no, al final fue que sí. Lo esperó delante de su casa y lo abordó.
-Hombre… ¿qué tal?, oye que hace tiempo que no nos vemos y tenía ganas de tomarme un par de cervezas contigo, ¿puede ser ahora?.
· Claro faltaría más, siempre viene bien una cerveza fría y más cuando te invitan, vamos aquí al lado, sirven una de barril que ya me dirás.
Después de hablar de naderías poco a poco fue entrando en materia preguntándole como estaban todos en casa. Contestó que bien dentro de lo que cabe esperar hoy, que hay muchos gastos, los niños crecen y con ello los problemas, pero no hablaba de su esposa, al amigo le constaba que bebía los vientos por ella.
-Oye, que se me hace raro que cada día la vengan a buscar los mismos hombres en el mismo coche a eso de las cuatro y media.
· Ya, a mi también. Antes no salía de casa, pero es que ahora la mujer se tiene que desdoblar para ayudar en casa. Los que la vienen a buscar son mi hermano y mi cuñado, les han dado para limpiar un restaurante en el polígono industrial La Acequia, es un restaurante grande con brasería y demás servicios, ella limpia los servicios y luego barre y limpia con el mocho el resto del restaurante. Les pagan nada y menos, pero por lo menos con ese dinerillo, tiene para extras que siempre surgen en una casa con hijos, no veas lo que gastan. Lo que más me fastidia, es que a veces, cuando voy con el turno cambiado, no la veo hasta las diez de la noche o más. Oye Ramiro, que hace un par de días me dijo que estaban buscando a alguien para que los ayudara, si sabes de alguien o tú esposa quiere ir, las condiciones no son malas, la asegurarán a media jornada, tiene unas pequeñas pagas dos veces por año y vacaciones. Díselo a tú mujer a lo mejor le interesa. Cotizar en la seguridad social siempre es bueno, por eso de la jubilación y el paro, faena la tiene segura.
La mujer del amigo Ramiro, que viene comiéndole la cabeza por salir a trabajar… como ya tienen al niño algo grande  -13 años-  este ya se puede valer, además está la abuela que lo controla, menudo genio tiene la abuela. Total, que el viernes, la mujer de Ramiro firmó el contrato con los dueños del restaurante, hasta le han propuesto hacer comidas que guardan en el frigo para servir al siguiente día. Es una cocinera excelente, hace mucha comida de mercado que se le llama.
“Qué chaval me han dicho que a tú mujer la han visto subirse a un coche con dos hombres y una mujer, ¡a saber dónde va!, ¿ya lo sabes?, porque la gente habla del tema.”


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