CADA VEZ SOMOS MÁS.
Por lo menos, cada vez hay más descorazonados. Más gente que piensa, que el tener un futuro, ya no es importante. Más familias desvalidas que opinan debido a sus circunstancias, que el ponerse metas, como estudios superiores o carreras, está fuera de lugar.
Creo honradamente que es un error. Si no tuviéramos la vista al frente, la vida carecería de sentido práctico, las familias no tendrían hijos, las escuelas no tendrían nuevos matriculados, las filas del paro cesarían. En una palabra, la gente se suicidaría en masa, es verdad que de vez en cuando, se lee la noticia de alguien que se ha inmolado al estilo bonzo, o que para no hacer sufrir a los suyos ha desaparecido y llevan años buscándolos.
Pero cada vez hay, también, gente que tiene esperanza. ¿Quién no tiene en su círculo de familia o amigos, a alguien que está acabado por los acontecimientos que reinan a nuestro alrededor?. Difícilmente responderíamos que no conocemos a nadie, todos podríamos señalar a un familiar o amigo que, sin merecerlo, se halla en la cuerda floja.
Conste que no me estoy refiriendo solo a los desempleados, también en este listado, se pueden incluir gentes de todos los estratos de la sociedad, que tienen gran renombre, banqueros, políticos, hombres –y mujeres- de negocios, todo el mundo podría ser incluido en esta lista de los que “somos cada vez más”. Con esto quiero referirme a que estamos todos bailando el mismo baile, mejor o peor, pero al fin y al cabo bailando.
Es vital que apreciemos la vida en lo que vale, Aleksader Isayevich Solzhenitsin dejó escrita una frase que vale su peso en oro “No me asusta morir “un día” me asusta morir hoy”. Los niños son raptados, sus familias pierden el norte, mucha gente es violada, quedan traumatizados de por vida, a muchos se les encuentra tiroteados sin saber porqué, toda la sociedad sufre por esto. Más halla de estos sucesos, la maquinaria de la sociedad, más o menos engrasada continua funcionando.
Agathe Cristie dijo “No se puede dar marcha atrás en la vida, su esencia es seguir adelante. Es una calle de sentido único”. A esta frase se podría apuntar otra de Friedrich Nietzsche “Aquél que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos”. Ciertamente, la lógica de estas frases, refleja que los seres humanos, podemos soportarlo casi todo. Somos animales preparados por la propia naturaleza, para poder formar parte de estos que cada vez somos más.
La población mundial crece por momentos, es cierto que millones mueren cada día por diversas causas, pero nacen muchos más. Ninguno de nosotros somos jueces para establecer por criterios propios, que no deberían nacer tantos niños en el mundo que vivimos. Si pensamos así estamos equivocados, quizás lo que nos lleva a pensar esto son nuestras circunstancias personales, pero ojo, nuestras circunstancias no son válidas para el resto de la población mundial. Cada país, cada cultura tiene sus propias influencias en las gentes que los habitan, tienen sus propias influencias, que no siempre deben ser precisamente religiosas para que tengan unas miras diferentes.
Sería muy largo de contar con detalle cuales son, y como influencian a las personas. En consecuencia no estamos llamados a ser jueces de nadie, ni siquiera a proponer como resolveríamos el problema de la inmigración –fenómeno que también afecta a todo el mundo-. Al fin y al cabo, la inmigración ha existido desde que el mundo es mundo, y hasta hace un par de siglos atrás, se consideraba algo beneficioso para los demás países que estaban bajo su radio de influencia.
Aun hoy día, vivimos del intercambio, no digo del “trueque”, si no de productos que son intercambiados con el propósito de engrandecer las naciones. Sé que algunos pensarán que esto puede parecer charla barata, pero en nuestro país como en el de ellos otros, proliferan negocios de chinos, que crecen y crecen sin cesar. Nadie le hace ascos a este tipo de establecimientos, al contrario los admiramos, y si e apuran los vemos con cierta envidia. Gentes venidas de la otra punta del mundo, con paciencia se han acho un hueco entre nosotros. De manera que, visto por ellos, pensarán “Mira que bien tú, cada vez somos más”.
Ahora que todas las naciones del viejo continente son más grandes; porque ya no son una, si no, un montón de ellas asociadas en una especie de liga europea, no tenemos nada que temer, lo que no se les ocurra a los nuestros, se les ocurrirá a los demás, y así, todos juntos, confiando los unos de los otros, seguro que iremos a buen puerto. A veces ha cosas puntuales que nos desanimarán, seguro, “no llueve nunca a gusto de todos”, pero seguro que en su conjunto quedaremos satisfechos. Ja,ja,ja.
Me río yo de los acuerdos y desacuerdos a los que puedan llegar este atajo de “cuellos duros”, que decía mi abuelo. Pero eso indica, que debemos hacer esfuerzos individualizados y redoblados, para ser cada vez más y mejores.
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