sábado, 4 de abril de 2015

CAMINO SIN DETENERME


                                                  CAMINO SIN DETENERME

¿En cuantos líos me he metido...? no los cuento no vale la pena hacerlo si es con el propósito de ponerme medallas y alardear de las peleas que he ganado. En estas cosas nadie gana y todos pierden, sí, es paradogico pensar, que cuando alguien queda en el suelo después de una riña, el que has ganado eres tú. De eso nada hermano, estás equivocado si piensas de ese modo, tarde o temprano se levantará para vengarse de ti si es que vale la pena.
Por eso mismo, camino sin detenerme, sin mirar atrás, sin tener en cuenta las veces que he ganado o he perdido que en honor a la verdad, son las que más nos negamos a reconocer. Caminar sin detenerme, sin echar la vista atrás es lo más prudente y lo más inteligente, ¿que se gana con recordar cuantos puñetazos has dado a ni se sabe a quién? nada, reconozco que sin ser una persona beligerante, he tenido disgustos de ahupa, unas veces por seguír la corriente a algún prepotente, que además era mucho más fuerte que yo, y otras, por meterme donde no me llaman.
No, no, eso se acabó, el corazón no está para tanto trote, si abusas de su fuerza y haces que la sangre esté continuamente hirviendo en las venas, petas, puedes tener un infarto o quedar como un mero idiota. Hay que caminar mirando siempre al frente, ¡me he encontrado destruido a menudo, por no hacer eso precisamente! ¿que me han insultado por no presentar batalla...? que me insulten, vale más una retirada a tiempo, eso siempre es una victoria.
Dejarse provocar es fácil, cuando alguien se caga en tus muertos, o te llaman hijo de tal, bueno, vale más hacer oídos sordos a estas calumnias que responder y meterte en problemas que puede que llegue a mayores. No lo digo porque ahora sea mayor y no esté para estos trotes, incluso cuando era joven, y por alguna circunstancia me había dejado provocar, pensaba en qué era lo que había ganado salvo poner de los nervios a la persona que me acompañaba, que generalmente era mi esposa.
¡Maldita sea...! y pensar que con simplemente no hacer caso, del payaso que me lanzaba improperios en una caravana de coches hubiera podido impedir incluso poner en mi contra a mi mujer... da que pensar. Las mujeres, no todas, son casi siempre más tranquilas, sobre todo y ante todo conduciendo un coche, otras en cambio, parece que se les va la vida cuando alguien adelanta en un lugar prohibido, pues oye hermano, algunas se ponen como locas tú, se les ponen los pelos de punta y se vuelven peores que el que las ha insultado o provocado. Conozco a unas cuantas de esas, que no quisieras encontrarte en la carretera, achantan al más valiente, y hasta si son hombres, acaban levantando la ventanilla, para no escuchar la respuesta a los insultos que les hacen.
Que no, que hay que ser juicioso y mirar siempre adelante, ir a tu rollo sin pensar en otra cosa más que en que hay que llegar vivo a casa, y si puede ser, tranquilo.

                                                               ---------------------

No hay comentarios:

Publicar un comentario