lunes, 6 de abril de 2015

VISITA LA DOCTOR


                                                 LA VISITA AL DOCTOR

Doctor ¿que le parece a usted mi estado de salud después de ver las analíticas?   Lo cierto es que revelan que está usted bien, claro, de forma relativa, verá, tiene una falta de diferentes vitaminas que son esenciales para mantenerse en forma dada su situación de enfermedad que tiene.   ¿A sí...?    Sí, le voy a recetar unas cápsulas que le van a ayudar a recuperar esta desconpensación que tiene, dentro de tres meses vuelve usted y me dice que tal se encuentra ¿de acuerdo?   Vale, lo que usted diga, confío en usted y espero mejorar.
Pasan los tres meses y el hombre vuelve a la visita del doctor.   ¿Que tal se encuentra? se le ve francamente mejor que la última vez que lo atendí.   Pues no sé yo, he perdido seis kilos desde la última vez que lo visité hace tres meses, no sé a que se debe. Una cosa si que sé, que no paro de vomitar, dos o tres veces por día, lo hecho todo.   Adelgazar no es malo no crea, puede ser debido a la propia reacción del medicamento, hay quién lo soporta mejor y quién lo rechaza, de todos modos le voy a recetar una cosa nueva que lo va a poner a tono, lo que conviene es que no pierda peso porque sí.   Eso creo yo, ya me he tenido que comprar ropa nueva porque algunas cosas se me caen, y con según que otras hago un ridículo espantoso parezco un espantapájaros.   Va hombre... no será para tanto.
Otros tres meses después vuelve a la visita del doctor.   Hola, ¿cómo se llama usted...?    Francisco Facua.   ¿Lo he visitado otras veces...?   ¡Coño, si lleva usted tratándome desde hace dos años!   Si tengo aquí su historial pero no lo recuerdo, ¡visito a tanta gente al cabo del día...!    Pues si que estamos jodidos... lo digo porque si no sabemos por donde vamos, no pienso comenzar otra vez desde el principio.    No se preocupe, está todo en orden, aunque no lo recuerde tenemos en el ordenador toda la información, un momento por favor.
Consulta el ordenador y al final, después de unos minutos...   Bien, vamos a hacerle una exploración computerizada del estómago, parece que lo último que le receté no ha hecho el efecto deseado. Vaya con este papel a administración y le darán instrucciones de todo. Nos vemos de aquí a mes y medio.
La madre que me parió Pepa, que malo es esto, y tengo que tomar todavía un litro más, esto es de locos. Tendría que estar yo con la bata blanca en la mesa del médico y él aquí, ya verías tú como las cosas cambiarían, a este lo curaba yo a gorrazos.   Venga hombre no seas quejica, lo tienes que hacer por tu bien.    Sobre todo no vayan al lavabo a orinar, dice la enfermera que se ha presentado allí de sopetón, sino la prueba no saldrá bien.   Lo que faltaba... me estoy meando a pedal, no sé si aguantaré, antes de mearme encima yo voy y meo, que sea lo que dios quiera.
¿Bueno doctor, que dicen los resultados?   No es definitivo, tenemos que hacerle una resonancia magnética, así sabremos fijo lo que hay.   Pero oiga, vamos a ver, no me dijo usted que con eso de la computadora tendríamos resultados fijos.   No, yo no le dije eso, le dije que era necesario hacerla para descartar determinadas cosas, la máquina no hace milagros Francisco, nosotros sabemos lo que tenemos que hacer, no se preocupe.   Vale, pero que conste que ya estoy mosqueado, la verdad, me da la impresión que voy a tener algo malo oiga.   No sea así, si hubiéramos visto algo dudoso ya estaría usted operado.
Otro papelito a la administración y otra prueba, esta ha durado casi una hora, en pelotas y con solo una bata verde de papel con el culo al aire, ha permanecido estirado en la camilla tapado con una sábana, ¡un frío del copón! pero al final, cuando se ha vestido de nuevo, se siente persona de nuevo.
Buenos días doctor, ¿que me cuenta?   Nada Francisco, está usted más sano que un ajo, lo único que tiene que hacer es no comer tanto fiambre, tiene usted unos niveles de colesterol bastante altos y eso es malo para el corazón, muy malo. Limítese usted a comer sano, dieta mediterránea, es la mejor que hay.   Oiga doctor, que nosotros en casa, cocinamos con aceite de oliva, comemos pescado y carne, fruta y verdura, comemos de todo.   Si, esto está muy bien, pero en su caso concreto lo va a tener que comer todo, pesado, y evitar dulces, el tabaco, los alcoholes sean del tipo que sean, los dulces, ya sabe por los azúcares...    Vale vale, ya lo entiendo...   Mire yo lo digo por su bien, su estómago ha estado sometido a mucha presión durante años por los excesos, a de haber una inmediata moderación de todo lo que le he dicho que no debe comer ni beber. Ha, y lo del tabaco ya puede comenzar a planteárselo en serio, de dejarlo digo.
Me cago en todo... ¿has visto que clase de vida voy a tener que llevar desde ahora Pepa?   Pues la que debieras haber llevado hace ya mucho tiempo atrás cariño, del cuerpo no se puede abusar, si quieres seguir vivo y sano... ya sabes.   No pienso volver al médico en mi puñetera vida.   No digas nunca, de ese agua no beberé.

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