jueves, 9 de abril de 2015

NO DES MÁS LA LATA ANDA...


                                                NO DES MÁS LA LATA ANDA...

Pues la verdad, no sé de que ayuda me sois los amigos... la verdad.    Ya está dando el coñazo otra vez el pesao este, ¿ahora que quieres, vamos a ver?    Hombre tío, os estoy preguntando vuestro parecer sobre el matrimonio y me dais la espalda... oye que no me quejo de vicio que es verdad ¿vale? pasáis de mi como de la mierda.    Matías, llevas dando la lata con el rollo de tu novia y sus parientes casi un año, comprende que nos gusta hablar de otras cosas que no sea este asunto y del Barça.    Vale hombre, vale, está bien saberlo, sabéis que es un tema trascendental para mí, que os pido consejo para no equivocarme en esta decisión, y vais y me soltáis los dos este soplamocos, pues vale... ¡arrieritos somos y en el camino nos encontraremos!    Donde quieras nos vemos chaval, pero o cambias de tema, o te doy un tortazo, que te plego la cara por la mitad, y te la transformo en un  portafolios.
¡A cualquier cosa le llaman un amigo...!    ¿Te quieres ir a cagar ya al río... pesao?    Que conste que si me equivoco en parte será por culpa vuestra, luego no vengáis a decirme que soy un capullo o que simplemente, sabíais quién era ella, pero que no queríais meteros en medio.    Vale lo que tu digas... ahora decídete si vas a continuar cortando el membrillo o te quedas aquí con nosotros a tomarte una copa de forma tranquila.
De cualquier forma, es cierto que en parte los amigos están para las ocasiones, no para todas claro, pero cuando alguien le pide opinión a sus amigos, estos están obligados a responder, como mínimo a dar su opinión. Sandro no tiene a nadie que le aconseje, con un padre alcohólico y una madre enferma desde que él recuerda, de una enfermedad mental, no tiene más que a los amigos donde poder acudir y ahora resulta que es pesado... lo tiene claro, va a decirle a su chica que sí, que se casa con ella, sin tener seguridad alguna, si lo que siente, es un simple enamoramiento, o de veras la quiere, que va de camino a amarla con todas sus fuerzas vamos.
La decisión la ha tomado sin que sus amigos íntimos sepan nada de la boda, al fin y al cabo, ha sido una boda sencilla, que se ha celebrado en un juzgado de un pueblo, algo apartado del lugar donde vive. Los amigos que no conocían a la novia, bueno, lo que no sabían, era que fuera con Alicia con quién se iba a casar, se echan las manos a la cabeza cuando se enteran de quién es la novia, la conocen a la perfección. La nueva esposa de Sandro estuvo trabajando en un burdel de carretera antes de que un coche la atropellara y le rompiera la pierna, el dueño le dió de baja del local, una puta coja no mola mucho. El caso es que cuando se puso bien, ya no volvió al puticlub, atendía en casa, pero hasta de eso se cansó, estos oficios son muy duros para depende quién. Por eso cuando conoció a Sandro y este a ella, congeniaron enseguida, quedaron, y el chaval alucinó pepinos cuando se fueron a la cama, vaya que se le metió en la cabeza como si fuera lo único que existiera en este mundo, su chica.
El caso curioso es, que desde entonces ya no ha vuelto a darles la lata a sus amigos, no ha buscado más su consejo ni su ayuda, solo tomó la decisión, solo lleva el tema del matrimonio con su querida Alicia. ¿Que si es perfecto...? no hombre... un matrimonio nunca es perfecto, siempre hay cosas, si no las hay malo, debe de haberlas. Pero así como sus amigos, tenían la costumbre de contarles los zapitiestos que a veces tenían en casa con sus esposas e hijos, él no cuenta nada.
¿Tú que dices de esto que me ha pasado Sandro...? a lo que Sandro contesta con toda la sangre fría del mundo... No me des la lata anda... dejarme tranquilo que he venido aquí a tomarme una copa, si no cambiáis de tema me piro.
Es lo que anuncia el dicho "Donde las dan, las toman".

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