jueves, 2 de abril de 2015

NO QUIERAS SER COMO YO


                                              NO QUIERAS SER COMO YO

Mira hijo, te podría enumerar un montón de cosas en las cuales tu padre se ha equivocado, tengo defectos como todo hijo de vecino, pero te anticipo que algunas de las cosas que te voy a contar acerca de mi, no te van a gustar, son defectos que he arrastrado desde siempre y que ahora, ya tan mayor no necesito ponerme bajo el examen de una lupa. No merece la pena retroceder en el tiempo solo para recordar las cosas buenas, sé que hice muchas cosas mal, que herí a mucha gente, que engañé y mentí. ¿Crees que puedo enseñarte algo de todo esto, que puedo ser un ejemplo para ti? no, definitivamente no, no quieras ver solo las cualidades de este viejo, trata de ver las cosas buenas que te queden en la memoria, lo mucho que hicimos en casa para que tuvieras una infancia más o menos feliz.
La felicidad siempre se mide en términos de relatividad, nunca es suficiente para nadie, siempre se quiere más y eso es una de las cosas que debes evitar, ser ambicioso hasta el punto, que te haga perder el horizonte, el auténtico propósito de la vida. La vida es corta hijo, hace muy poco en términos relativos, que yo era un joven orgulloso y con cierto éxito entre las chicas de mi edad, eso me costó después, muy caro, llevé esta especie de bandera anclada en mi montura, tu madre te puede contar mil cosas que demuestran lo que te digo. Durante mucho tiempo creí que lo que hacía era un secreto, pero no fue así, ella estaba al tanto de todo. Siendo pequeño como entonces eras no pudiste captar los problemas que este comportamiento mío causó en casa, pero los hubo y a veces gordos, por eso en ese sentido no trates de imitarme no aprenderás de mí más que cosas malas.
Gracias a dios las cosas han cambiado, con el impulso del perdón de los que me rodean y la tolerancia que me ha sido concedida, lo que puedo enseñarte es a vivir de un modo más digno. No es que sea un maestro, pero en cambio soy tu padre, y esa es suficiente razón para que me ofrezca a darte todo lo que pueda en ese sentido, todo lo que tú sientes ahora, yo lo he experimentado antes, te puedo ayudar a superar las decepciones que te traigan amores no correspondidos, por otra parte, a apreciar lo que tienes ante tus ojos, la estabilidad que necesitas como el pan que comes.
En lo demás no quieras imitarme, no he sido el mejor padre del mundo como si lo pensabas al principio, cuando tenías ocho o diez años, y salíamos en bicicleta juntos a pasear con tus hermanas e íbamos a la playa, a comernos unos helados. Ya entonces este, tu padre, todavía estaba bajo el influjo de deseos que no se correspondían con el buen hacer por parte de un buen padre de familia. Tu madre siempre fue muy condescendiente y tolerante conmigo en este sentido, ¡tengo tantas cosas buenas que agradecerle! jamás me dio motivos de celos o dudas respecto a su manera de actuar, todo cuanto hacía entonces iba encaminado al bien común de la familia, ya la ves ahora, sigue igual con el mismo deseo y las mismas ganas, aunque ya las fuerzas, la hayan abandonado un poco.
No quieras ser como yo, labrate tu propio sendero, trata de aprender de todo lo bueno que hay a tu alrededor, escucha a la gente que tiene cosas que enseñarte, aplícalas en tu vida, al fin y al cabo somos meros imitadores los unos de los otros, pero evitando las cosas que pueden entorpecer nuestras metas. Ante todo ten una meta, cuando la hayas conseguido sigue en ella sin tratar de desviarte, no hay nada ás que cosas malas, inciertas a los lados del camino despejado.
En lo referente a las cosas humanas ,no hay nada que descubrir, pero tú eres joven y necesitas consolidar esta posición privilegiada que le vida te ha dado.

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