viernes, 19 de abril de 2013



                                 EL RIO SECO.


Los más ancianos de los pueblos por donde pasa el rio Cazalón, desde siempre hacían huertos en el límite del cauce. Los alcaldes de estas localidades no quieren meterse en problemas con los vecinos, algunos tienen esos huertos transmitidos de sus padres o abuelos.
Hay higueras y árboles frutales plantados en la ribera, algunos lugareños recuerdan el cauce del rio siempre seco, incluso van cuando se levanta la veda a cazar conejos y zorros, tienen sus madrigueras en las faldas del cauce.
No pocos son los que usan el cauce seco, para cruzar al otro lado del pueblo, de ese modo, no tienen que recorrer el camino, que los conduce a uno de los dos puentes para cruzar a la otra parte, allí hay almacenes, la gasolinera, y unos cuantos comercios más, que se establecieron allí desde hace generaciones. Hasta los niños lo usan para ir a la escuela, es muy práctico, con el tiempo, se han hecho senderos, que se utilizan para tal fin.
Aunque cueste creerlo, gran parte del lecho del rio, se ha convertido en aparcamiento, el crecimiento del polígono industrial del pueblo, ha dejado sin espacio a los vecinos para aparcar los coches. Se ensucian más eso es cierto, pero cómodo si lo es.
El año pasado, hubo que poner vigilancia oficial, nada, un par de guardias civiles, que pasaban a determinadas horas, vigilando a algunos guarros, que tiran basuras. Con la tontería, pillaron a un par de individuos que desmontaban motocicletas, y dejaban allí los restos inservibles.
Un rio así, no es un rio, es más bien un estorbo, una cicatriz geológica, que impide que se lleven a cabo determinadas obras, proyectos, algunos de ellos importantes, ¡vaya cabeza tienen algunos miembros del ayuntamiento, en lo que se refiere al aprovechamiento del suelo, son auténticos genios!. Pero… el rio es el rio, ¿y si alguna vez reclama su territorio?, si porque el rio, no tiene que echar instancias a un ayuntamiento para reclamar lo que es suyo, él espera tranquilo, a verlas caer.
Tras el pueblo, a eso de unos veinte kilómetros montaña arriba, está su nacimiento, una pequeña fuente, que sale de entre unas rocas, que alguien ha procurado reconducir, poniendo piedras y una caña, que sirve para llenar recipientes, dicen que este agua es buenísima para la salud, por eso, se ven coches casi cada día al margen de la carretera, con gentes haciendo cola para llenar garrafas y otros utensilios, y llevarse esta agua a sus casas.
Siempre ha sido así marzo de este año, se anunciaron lluvias, en el telediario como siempre, cuando acaban las noticias. Comenzó a llover, se anunció que estábamos bajo el influjo de una gota fría, a eso, hay que añadir que ese invierno, las montañas estaban llenas de nieve, ¡vaya invierno…!. Si en los pueblos de ahí abajo nevó, cosa que no era muy habitual, imagínate en las montañas próximas.
El rio comenzó a coger vida propia, en poco más de una hora se recogieron ciento diez litros por metro cuadrado, la gente se comenzó a asomar a los pretiles del rio, luego, se pasó un bando en el que se decía que sacar los coches del improvisado parking del lecho del rio, a unos les dio tiempo a otros no, el rio iba ganando fuerza, los ojos del puente de piedra del rio, pronto quedaron bloqueados por toda la suciedad que se había depositado en él. El rio reclamaba sin piedad su camino, los huertos desaparecieron ante el lamento de muchos, al no poder desaguar sus aguas por su camino, comenzó a desbordarse, la gente empezó a temer que el maldito rio se metiera en sus casas.
Y se metió, en buena parte de ellas, que estaban cerca de la ribera, el rio las ahogó, literalmente trazó otro recorrido a través de ellas, el rio no sabe nada de la vida de la gente, solo quiere fluir hacia su destino. La lluvia y la nieve que comenzaba a fundirse, aumentaron el caudal hasta límites insospechados, toda la porquería que desde hacía años se venía acumulando en el rio Cazalón, fue la culpable de que se le maldijera. Pocos fueron los que se apercibieron del desastre que se avecinaba al no hacer una limpieza periódica del cauce del rio.
El Cazalón no se puede defender, solo está ahí, como un gigante dormido, como una gran herida en la tierra, que debe despertar un día u otro, ahora ha llegado la hora de levantarse. Le culpan, le injurian, le insultan, pero en el fondo, saben que la culpa no es de él, nadie lo ha lavado en años, nadie lo ha peinado ni arreglado.
Eso sí, a la hora de buscar culpables, es más fácil culpar al Cazalón, sacarse las pulgas de encima, ¡que injusticia!. Algunos piensan, va, no es para tanto, él siempre está ahí y nosotros somos seres vivos, humanos. Cierto, pero si el Cazalón fuera un rio vivo, bien que se aprovecharían de él, ahora, cómo ha causado tantas desgracias, no hacen sino que mentarlo en la televisión, cómo el responsable de tanta ruina y desasosiego.
Es el protagonista de todas las portadas de los periódicos, lástima que sea en estas circunstancias.
Lo peor de todo este asunto es, que El Cazalón no puede responder a las acusaciones que se vierten sobre él, no puede acudir a los tribunales para defenderse, ni poner demanda alguna por injurias. Tiene que morderse la lengua, y esperar que el temporal amaine. Cuando vuelva a recuperar la forma que tenía, y el uso que se le daba antes de la tormenta, ya se habrá olvidado todo, la gente volverá a aparcar sus coches en su lecho, los vecinos y los niños atajarán por su antiguo cauce, y otros seguirán echando las basuras dentro de él.
Los ecologistas, seguirán reclamando al ayuntamiento soluciones para que esto no vuelva a suceder. La respuesta que les dan,  “No tenemos suficiente presupuesto para llevar a cabo una limpieza regular, reclamaremos al gobierno”. Pero el expediente, lo entierran bajo un montón de otros cientos de asuntos, que jamás van a ser atendidos.
Cuando vuelva a pasar un suceso como el que acaba de ocurrir, ya se sabe, la culpa la tendrá El Cazalón.


                                                       -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-  
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario