miércoles, 10 de febrero de 2016

LO QUE SON LAS COSAS

                                                           LO QUE SON LAS COSAS

Tengo constatado que cuanto menos sepan de uno, en algunos sentidos, es mucho mejor. Tú dices que ganas mil quinientos euros al mes y la gente se imagina que no les dices la verdad, que lo que ganas son dos mil euros. No tienes obligación de decirle a nadie lo que ganas o dejes de ganar, pero… lo que son las cosas, hay una cantidad de gente, que termina por no creerte. Es así de claro y sencillo, ya puede ser un parado, alguien que gane mucho más que tú haciendo un trabajo de inferior categoría.
Roberto sale del banco, es el ayudante del director y esa labor forma parte de su obligación como trabajador de esta sucursal. Baja las escalinatas de mármol del banco y como la mayoría de personas que pasan por allí dejan de transitar por los alrededores, baja un par de escalones más hacia la calle, el motivo es lógico, busca a otras gentes que le presten ayuda. Antonio reconoce a Roberto y lo llama por su nombre. ¡He Roberto…! Este vuelve la cabeza y observa con cierto espanto a Antonio. ¿Qué haces aquí Antonio, te hacía en un buen bufete, trabajando en algún departamento de responsabilidad?   Sí, estaba… pero la empresa quebró y nos echaron a la calle, ya sabes en que repercuten estas cosas, mi familia me dejó y desde entonces ando vagando por ahí.   Bueno Roberto ¿vienes o qué?   Si señor enseguida estoy con usted. Bueno Antonio ya nos veremos, que te vaya bien, estoy invitado a comer con el jefe, enarcando las cejas.
Señora Mariana hoy no tengo casi nada para usted, me ha sobrado muy poca cosa, ya no se vende casi nada, estamos pensando mi esposa y yo irnos a vivir con nuestra hija al pueblo, a la casa que tienen en Murcia, la gente va a las grandes superficies a comprar  las ofertas de frutas y verduras, la televisión está perjudicando demasiado a las tiendas pequeñas, lo pongas al precio que lo pongas, es un desastre.   Pues mira que bien, a mí que ya se me ha terminado la pensión, no tengo ni para una bolsa de pipas, bueno que se le va a hacer, otro día será, ha y lo siento mucho, de todos modos hasta mañana.
¿Oye Joaquín, porqué están tirando abajo estos bloques de pisos?   Será que porque antes estaban en pie.  Ya ha saltado el gracioso, Jesús eres el rey de los pensadores.  He contestado a tú pregunta nada más.   Coño, pero algún motivo habrá detrás de todo esto.  Ah, que ahora tengo que hacer de detective ¿no?   Yo no he dicho eso, lo averiguaremos los dos juntos.   A de eso nada, yo me voy a tomar mi vermut y luego a comer a mí casa. Date cuenta, la gente viviendo a quinientos metros de los edificios en chabolas y ahora le pregunto a un hombre que viene de la fuente trajinando agua y me dice…   Van a hacer un parque para la nueva urbanización que edifican el año que viene para los ricos, a nosotros no nos han dicho dónde nos envían, vaya usted a saber.
Un corredor de seguros ha recorrido la zona de determinado barrio, tres veces sin éxito alguno, solo ha contratado una póliza con un edificio pequeño.   Nada oye que no hay forma de sacar nada de ahí, es como un cementerio.   A lo mejor es que no lo sabes hacer bien del todo, si quieres te acompaño yo mañana y nos repartimos las comisiones.   Vale, una puerta cada uno, ¿vale?  Venga, mañana nos vemos.  Al cabo del siguiente día han conseguido doce pólizas.  ¿Cómo puede ser eso tío? no me lo puedo creer.  Mira lo primero que tienes que hacer es ir bien vestido, me explico, has ir como mínimo, si es posible con corbata y zapatos bien lustrados, y sobre todo y ante todo, ve al dentista y que te hagan una buena limpieza de boca, tienes un aliento que tira de espaldas.
Dos hermanos están jugando en el parque, uno con un balón, y la niña con un patinete de dos ruedas. Al cabo de media hora, la niña quiere intercambiarse el juguete con su hermano, como suele suceder a menudo el hermano se niega en redondo. Los padres están a lo suyo, tomando una cerveza en el bar, no se dan cuenta del pequeño drama que está sucediendo entre los niños. Al cabo de unos minutos se escucha un llanto, es la pequeña Claudia la que llora, está tendida en el suelo con raspaduras en las piernas y doliéndose del pecho. El asunto acaba en urgencias de un hospital cercano donde es atendida y curada.  La que les espera  es chunga, cuando llegan a su casa reciben los dos una reprimenda de mucho cuidado, no eran ellos los que peleaban por el patín, un tercer niño que estaba en el parque sin padres ni persona mayor alguna que lo supervisara ha sido el culpable de esta situación, ha escapado como alma que lleva al diablo.

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