LOS BÁRBAROS TODAVÍA EXISTEN

                                                       LOS BÁRBAROS TODAVÍA EXISTEN

Los veo cada día en los autobuses y los transportes metropolitanos, ¡y que bárbaros que son algunos…! Mira, yo que alguno tenga prisa por un contratiempo un imprevisto y deje sin asiento a una señora de edad, se puede justificar. Pero es que hay otros que lo hacen a cosa hecha, se pillan dos asientos porque en la próxima parada, se suben dos amiguetes más, con los que tienen que discutir cosas que si los oyes no son más que sandeces. Otros se intercambian notas del colegio o la universidad mientras unos cuantos ojos, los miran con desprecio.

A menudo, son los mismos que cuando salen del instituto, se mean en las jardineras que los porteros de los edificios elegantes de las zonas altas de la ciudad se esmeran en mantener impolutas, bien podadas y adobadas. Son tribus urbanas que se autodenominan antisistema. Que se enteran que hay una reunión de políticos en determinada parte de la ciudad, allá que van con sus mochilas y sus pasamontañas, aun a riesgo de ser pillados por los antidisturbios pero con la confianza de que sus papás, los sacarán del calabozo en menos que canta un gallo, con cargos ase sí, pero saldrán.

En este sentido la humanidad no ha cambiado tanto, desde los unos, vikingos y un largo etcétera por nombrar solo a unos cuantos pueblos que se atrevieron a desafiar la autoridad de otros señores de la guerra, era un mundo en expansión, ¿y qué hay de las cruzadas, o de la Inquisición? Va peccata minuta comparada con los hechos de estos bestias.

Pues no señor, las cosas como son, lo que ara unos pueda parecer una atrocidad para otros puede ser una falta leve, lo contrario también es cierto. Vigilemos pues que somos, con quién compartimos nuestras aficiones, y en que nos podemos llegar a convertir.

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