ENREDOS Y TELARES

                                                  ENREDOS Y TELARES

-En menudo telar te has metido chico, y no será porque no te avisáramos del problema en el que te ibas a liar.
-Sí es verdad, pero si no te fías de los tuyos ¿de quién te vas a fiar?
-De nadie, ni de tu propia sombra, hay gente muy mala en el mundo tío, y están esperando verse enredados en cualquier problema para enbarancarle a uno.
-¡Que pena oye, yo creía que iban de buena fe! No supe ni por un instante imaginar que me iban a dar un palo como este.
-Haber, ¿cuanto tiempo llevaban sin tener contacto alguno contigo?
-Pues del orden de casi veinte años, la última vez que los vi fue en un juicio que tuvimos con motivo de un dinero que le estuve pasando por sentencia durante más de quince años.
-Ya ves... y a lo mejor piensas, que todo lo que te sucedió después fue fruto de la mera casualidad. Que lo tenían estudiado todo te lo digo yo, y con eso no quiero decir que soy ningún sabio.
-Menos mal que a pesar de dejarme pelado respondisteis a mi llamada de socorro que sino...
-Respondimos porque nos dimos cuenta desde el principio que querían acabar contigo, ¡a saber que hubieran intentado después del telar que te montaron. Sinceramente, creo que lo hubieran acabado poniendo todo a su nombre, tu nómina y hasta te habrían arrancado poderes para manejarte a su antojo.
-No creo, esto jamás lo hubiera consentido, ya tuve una experiencia anterior y me habría opuesto.
-Mira que eres tonto... que hay mil maneras para llegar a la fibra sensible de la gente, y tu eres un buena fe, de una forma u otra l habrían conseguido.
-Ostia tu, que te haga esto tu propia familia es grave... bueno, ex familia, porque de verdad, que al pequeño lo encontré bastante desconocido. Está metido en temas de drogas y esas historias que a mi no me gustan nada, el argumento... que el cannabis debería estar permitido, es sano y curativo.
-Puede, pero no hasta el punto de trapichear con el a base de paquetes que pueden llevarte a la cárcel.
-Cada vez que lo pienso...
-¿El qué?
-No, nada nada. Solo sé que en cuanto llegué allí, todo fueron parabienes, no cabían en si de alegría y en tres días me dejaron en cueros vivos. Los hubiera ayudado te lo prometo, pero me pareció que las cosas no pintaban nada bien desde el principio, de forma que comencé a pensar que me habían llamado por algún interés específico.
-Te pidieron pasta ¿a que sí?
-No te equivocas amigo mío, es más, tuve que pedir prestado al banco dinero, un anticipo, para mandar a llamaros que me vinierais a buscar, menos mal que tengo solvencia que si no. Lo más gordo es, que cuando ya sabía mi ex mujer que ya planeaba volverme para mi casa, llama a mi hermano diciéndole, que mis hijas me habían encontrado un apartamento precioso cerca de donde ella vive. Precisamente cuando yo ya tenía todo embalado de nuevo para volver a casa. ¡Que morro tiene esta mujer!
-Hay chaval que metedura de pata, en menudo telar te querían meter! Si tardas un poco más de tiempo, que digo tiempo... horas, ya estabas como los corderos, colgados por las patas en el matadero.
-Y que lo digas, a veces creo que hay una mano oculta que nos hecha una mano a los desvalidos, quiero decir a los que no vemos más allá de nuestra propia fuente. Nunca tendré suficientes motivos para daros las gracias por todo lo que hacéis por mí.

                                                            --------------------