INOLVIDABLE AMOR
Sí, eso fue lo que me dijo el día que hablamos por teléfono. Podemos ser muy felices, claro está que las cosas no pueden ser igual que antes, han habido circunstancias durante estos años de separación que hacen que sea imposible volver a tener la relación que tuvimos antes de tu despedida, cuando escapaste de casa dejándonos por otra persona con la que creías ser feliz para siempre. En cambio, si es cierto, que podemos reenprender de nuevo, el camino que nos lleve al pleno conocimiento el uno del otro, sabes que hay un inconveniente, mi enfermedad, me va consumiendo poco a poco y el estar en esa dinámica, en esa espiral de desarreglos físicos continuos va a mantenernos un tanto distanciados.
En una palabra, lo que le estaba diciendo a su anterior marido, era que se estaba muriendo, que una terrible enfermedad la estaba consumiendo. Él, habida cuenta de haber oído en otras ocasiones cosas parecidas, tenía que cerciorarse de si esto era tal y como ella decía, en apariencia parecía que la cosa iba en serio, pero siempre fue así, ya en otras ocasiones convenció a varios jueces que él la había abandonado y la había dejado en la indigencia, sin nada que llevarse a la boca, sin apenas lugar donde vivir y con deudas.
La juez sin más le impuso una sentencia que él debía de pagar, una pensión compensatoria que duró cerca de quince años, con la consiguiente merma en la paga que recibía su marido por un accidente laboral, eso duró quince años, mientras ella se recuperaba y hasta compró un apartamento en el pirineo, a costa del dinero que recibía por sentencia. Siempre lo mismo, siempre igual, siempre exagerando las cosas y siempre dependiendo de algún que otro pringado que la mantuviera, cuando quisiera que fuese que el tonto de turno se apercibía de lo que se traía entre manos, la dejaba, su interés estaba concentrado en tener sexo a tope y que se lo pagaran, naturalmente. A decir verdad, en algunas ocasiones se podía permitir el capricho de escoger a quien ella quería con ese fin, siempre fue una mujer de buen ver y con un gran poder de persuasión.
Jovencitos casi imberbes, cayeron en sus garras, o en su seno según se mire, pero al fin de cuentas, ellos también se daban cuenta de que aquellas relaciones puramente sexuales, solo eran una nube de verano, una muesca más en la culata de su pistola. Ella dice que eran personas desagradecidas, que no tenían conciencia, que no tenían consideración alguna de ella. Yo me pregunto ahora... ¿Qué esperaba, que acabaran rendidas a sus pies cómo gente que no podrían levantar el vuelo sin su permiso. Que no mujer que eso terminó ya hace mucho... ahora las relaciones físicas es como cuando uno juega una partida de parchís y punto. Ella creía que con la experiencia acumulada a base de años, de relaciones con diferentes personas, habiendo probado diferentes calibres, y hecho casi todo lo que uno puede imaginar respecto al sexo, podría atarlos al pliegue de su falda, pero... eso en los tiempos que corren es poco menos que imposible.
La demostración evidente de lo que digo, fueron unas notas a mano trascritas por ella en un libro, en las contraportadas de una novela, allí escrito de su puño y letra recordaba la experiencia vivída con un joven amigo de mis hijos, a quien ambos, habíamos visto a su madre embarazada de él. Treinta y pico de años separaban a los dos amantes, una de ellas mi antigua esposa. "Deseo tenerte entre mis brazos, tu amor es mi fuerza, tu juventud alivia mi edad, me siento como ave que está llena de amor volando por los cielos, que son nuestros, mi corazón se llena de gozo cuando me posees y me aprietas con tus recios brazos contra tu pecho, solo espero que no olvides mi nombre del mismo modo que yo nunca olvidaré el tuyo". Después, tres letras, las que definen el nombre del joven al que durante determinado tiempo tuvo protegido en su casa, para que la justicia al otro lado de la frontera no lo tuviera presente, ni fuera buscado allí donde jamás se les hubiera imaginado buscar.
He vivido entre ellos, he procurado mantener una buena actitud con mis hijos, también en cuanto a ella, la que fuera durante veintisiete años mi mujer, he procurado tener una relación de normalidad sin vivir con ella, en otro piso alquilado, pero en cuanto aparecía por su casa por la mañana con el propósito de saber que hacía y como se encontraba, la primera palabra que sonaba antes de los buenos días era dinero, nos hace falta dinero urgente para eso o lo otro, estamos en un aprieto, tenemos que solucionar eso antes del mediodía de hoy... son precisamente esas cosas las que encendieron mis alarmas, ¿cómo fue que de la noche a la mañana me encontré sin un solo euro en mi cuenta corriente? me da vergüenza reconocer, que fue solo culpa de mi exceso de confianza, el que tuviera que buscarme la vida para ir al banco al otro lado de la frontera y pedir prestado dinero a mi banco con tal de salir de allí a escape. Por la noche, auténticos amigos que ya me habían advertido acerca de este asunto, emprendían viaje para subir a buscarme, sin apenas parar a descansar anduvieron más de ochocientos kilómetros, con el único afán de sacarme de lo que se había convertido en un infierno para mí.
Tuvimos no pocos problemas a la hora de salir de aquel callejón, mis hijas se interpusieron delante del coche, no querían dejar que se les escapara la gallina de los huevos de oro, al fin y al cabo, hasta tres meses, antes fui yo el que los sacó de los problemas económicos sin agradecimiento alguno por su parte. Me han enseñado siempre, desde mi niñez que "es de bien nacidos ser agradecidos", ahora me doy cuenta, que yo fui durante este corto espacio de tiempo, afortunadamente un pringado más en ese ente de corruptelas y líos económicos que a decir verdad siempre ha arrastrado mi primera mujer.
Felizmente descasado, libre de hacer y decir aquello que se me antoja que es verdad, la mía por supuesto, paso por esas experiencias sin pena ni gloria, bueno eso no es del todo cierto, con más pena que gloria porque la verdad es, que esas cosas entristecen, te hacen pensar que clase de vida es esa qe llevan, siempre a salto de mata, esperando encontrar a algún que otro bienintencionado personaje que los crea, al que puedan convencer que todo aquello que ve es cierto, que todo lo que que se desenvuelve a su alrededor es fruto de la desgracia ajena, y que él, es la persona escogida para redimir a los desamparados.
¡Pobrecillo del que piense así...! caerán sobre sus espaldas mil cruces que será incapaz de sobrellevar. Hay gente que son capaces de vivir así durante toda su vida, esta les da la experiencia necesaria, para poder vadear las riadas que pueden llevarse por delante sus propósitos y con ello sus vidas, sus desgraciadas vidas. Inolvidable amor que un día bien amanecido, llegó a mi vida como un regalo del cielo, ¿cómo ha podido convertirse con el tiempo, en un tormento imposible de olvidar con tantos años que han pasado?
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