miércoles, 27 de mayo de 2015
FORMAN PARTE DE MÍ
FORMAN PARTE DE MÍ
Es un hecho, no en un sentido sentimental, forma parte de mí porque entiendo que nos entendemos en la forma y manera, que con solo mirarnos, sabemos que es lo que podemos pedirnos el uno al otro. En ese sentido forma parte de mí, y si ahora por cualquier razón esa relación de profunda amistad me faltara, seguro que en mi interior me faltaría una razón para vivir.
Quizás alguien interprete mal lo que trato de explicar en este breve escrito, pero se equivoca quién piense, que hay algo más que una simple, buena amistad. Además no tengo motivo alguno para andar dando explicaciones a nadie de mi vida, y como la vivo. Ella es así, dicharachera y simple, sin complicaciones ni caras escondidas, dobleces, es franca y directa, cuando algo de mí no le gusta, va y me lo dice sin más, sin ambagues ni medias tintas.
Bajo a su casa, ella sube a la mía, en silencio me pone una lavadora y al terminar la tiende al sol, luego aspira la casa, la frega y pasa la cera, para conservar en buen estado el parket. Cuando me despierto por la mañana, yo bajo a la suya, casi siempre duerme a esta hora, duerme poco y mal, enciendo el ordenador, me hago café en la cocina y en silencio también, espero que el sol se establezca. Es una buena relación, faltaría algo en mi vida ahora si esta se truncara por cualquier motivo, de manera que, pienso mantenerla contra viento y marea.
Su casa es mi casa, la mía es suya y de su hijo, los tres formamos un buen equipo, nos confortamos, nos auxiliamos, nos ayudamos en todo aquello que haga falta hacer, y eso amigos míos, es lo más grande del mundo para mí. No deseo nada más que estar al lado de ellos, son mis ojos, mis piernas y mi cabeza cuando esta me falla. No es para nada fácil la situación en la que me encuentro, pero junto a mi vecina y su hijo las cosas se hacen más soportables, más llevaderas, es como si alguien en determinados momentos, te aupara para que fueras andando por encima de la gente.
Todo es posible gracias a su apoyo, me anima cuando estoy decaído, o cuando no tengo ganas de hacer nada más que dormir, porque soy pasto de la depresión reactiva. Forma parte de mí, esta mujer es única por haber pasado gran arte de su vida bajo presión, bajo la sobrecarga del trabajo, con el único fin de mantener a flote a su familia, ahora yo formo parte de ella.
Todo cuanto tengo es suyo, del mismo modo que todo cuanto ellos poseen, me lo dan cuando estoy en algún apuro económico puntual. Es hasta gracioso decirlo, pero en algún sentido somos como los tres mosqueteros, todos para uno y uno para todos.
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