domingo, 24 de mayo de 2015

¿PARA QUE CAMBIAR, ADONDE IR?


                                                      VOLVER... ¿PARA QUÉ

Siempre, en un momento u otro de la vida he soñado con volver a mi tierra, pero es imposible, el motivo es, porque mi tierra es una gran desconocida para mí. Los últimos cuarenta años de la vida, los he pasado fuera de allí, y ahora ya no es plan de que vuelva. Me fui de allí de forma voluntaria, no me gustaba el ambiente de mi antigua ciudad, eso me llevó a vivir dentro de la misma comunidad pero a unos ochenta kilómetros de la capital.
Ahora, lejos de allí, pienso a veces en los buenos momentos pasados cerca de los amigos, amigos de la infancia que ve tú a saber donde paran, sé que algunos de ellos están muertos, accidentes y enfermedades se los llevaron por delante, no quiero recordarlos así.
Lo cierto es que lo mejor de mi vida lo he pasado en el lugar donde he pasado los últimos años, sin lugar a dudas fueron unos años felices, por diferentes razones este lugar costero me ha procurado momentos de placer infinito. Pero ya no estoy allí, me auto exilié de este rincón de costa, la Costa Dorada, ¿que donde vivo ahora? en algún lugar donde soy un desconocido, y a la vez, alguien a quién se le considera una persona decente. A lo largo de la vida tengo comprovado que, si eres persona lo tienes todo, con eso quiero significar que si no eres alguien problemático, aspiras solo a sobrevivir, y das a los demás lo mismo que recibes de ellos, vale la pena no moverse de aquí.
Por esa razón puramente existencial, ¿para que cambiar? ¿adonde puedo ir mejor que donde estoy? aquí he encontrado el sosiego y el equilibrio, no se puede pedir más. Bueno, hay quién trabajó durante toda su vida en el extrangero, para con el tiempo construirse una casa en su pueblo natal. Pasron años y años, algunos pasaron toda su vida para ahorrar y enviar dinero al resto de la familia aquí en España con el fin de volver a su terruño querido. Que quieres, yo no pienso igual, prodría ser que fuera un apátrida, un sin nación, sin bandera alguna que defender, pues bien, puede que sea así, un maldito aventurero, que voy por la vida a pesar de las circunstancias difíciles a las que me enfrento casi continuamente, cantando canciones siempre nuevas.
¿Para qué más...? ¿Porqué me tendría que conformar con menos?

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