lunes, 2 de mayo de 2016

PAPEL DE WÁTER

                                                              PAPEL DE WATER

Hombre es incómodo ir con un rollo de papel en el bolsillo del pantalón, por eso se han creado, fabricado, alguna mente privilegiada, paquetitos con tissues, sí tissues que los hay de todas las medidas, más finos, más suaves. Con más o menos cantidad, perfumados o no, dependiendo de para que los uses, el problema es que lo mismo que antes tenías que guardártelos en el bolsillo como los de algodón antiguos, de la época de nuestros abuelos, ahora tienes que hacer lo mismo, eso o ir acumulándolos en el bolso, o en esa hermosa mochila de moda que te ha costado una pasta gansa o que te han regalado hasta que encuentras una papelera y los vacías allí delante de algún ojo observador, que siempre los hay.
Confieso que en ocasiones, cuando he estado resfriado, he colocado un rollo de papel de wáter encima del escritorio y lo he ido apurando poco a poco hasta que lo he terminado lleno de mocos. Me escandalizo, ¡joder sí que tenía porquería dentro del cuerpo, qué barbaridad! He, que hay quién se empapela la mano para soltar un moquillo de nada, a estos les dura el rollo de papel cul dos sonadas, y se queda con el cartón del interior en menos que canta un gallo.
Por eso han hecho unos rollos de papel de wáter, que son como industriales, el único inconveniente es que no sabes que donde colocar este rollo de papel, aunque hay que reconocer que prácticos si lo son. Familiares se diría que son, y la familia se nota que es más feliz, tienen más de dónde tirar, eso sí, luego vas al wáter y allí tiene que haber aunque solo sea por estética, otro rollo de papel, ¿por qué? Porque el constructor ha colocado estratégicamente un soporte para el rollo del wáter.
¿Qué elegir entonces… el rollo del soporte de la cocina o el del wáter? Cualquiera de los dos sirve, eso sí, dándoles el uso debido. El uso de este papel va  debido va la voluntad de cualquier deseo. El papel de wáter además se confunde con el de la cocina, ¡es el mismo…! De manera que no vayamos de quisquillosos por la vida… ¡“Oye que para sonarse está el papel del wáter, guarro!” No hace falta ser tan soez, dejemos que cada cual se suene, use el papel de wáter de modo que mejor le plazca.
Malo no es, puede ser que huela a rosas, a lavanda o a pedos de chimpancé. Es el uso lo que vale, que no vaya uno por las esquinas sujetando los agujeros de la nariz y cuando cree que no lo ve nadie soltar el chicle en una esquina o en la pernera del pantalón de alguien.
Tissues… ¡venga ya hombre…! Cuando te venga la necesidad imperiosa de sonarse o limpiarse sea lo que sea en el lugar que sea, deberíamos ser como los monos, ellos si hace falta se cagan en la cara del que sube detrás de ellos por el árbol. ¡Y no se escandalicen por favor, no hay porqué! Estamos hablando de cosas que son perfectamente normales, naturales, cristianas, legítimas… y yo que sé cuántas cosas más se nos podría ocurrir.
Pero se nos ocurra lo que se nos ocurra, el papel de wáter será siempre un motivo de discusión limpia y saludable, así que, aunque no sea plan de estimular a utilizarlo, le pese a quién le pese lo seguiremos usando. Y hay de nosotros cuando de vez en cuando no lo tengamos a mano…


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