LA INCOMPRENSIÓN
No es fácil comprender todo lo que
sucede a nuestro alrededor, unas veces porque son cosas que nos pillan de
sorpresa, en otras ocasiones porque no tenemos un panorama completo de los
acontecimientos de los que solo sabemos, nos
informamos por televisión por ejemplo. ¿Cómo es que esta chica se viene
aquí a vivir sola siendo que los padres viven a cien metros de su casa? Esto es
solo un ejemplo, pero lo cierto es que hay muchas cosas parecidas a esto que
escapan a nuestra imaginación, y que en consecuencia, se nos hace difícil entenderlas.
La incomprensión lleva a la duda, a
la sospecha, a hacer juicios de cosas que en realidad desconocemos. Entre
nosotros, me refiero entre la familia, se habla de estas cosas pero no se
pueden sacar conclusiones por las razones ya expresadas antes. Aun así, nos
empeñamos a veces en juzgar las acciones de los demás, dejamos de ser
comprensivos, nos anticipamos a las situaciones que nos rodean, sin saber
siquiera que es lo que en realidad ha pasado para que una persona se marche de
su casa, se emancipe.
Hay una cosa que es clara, es
inimaginable los motivos que se esconden detrás de determinadas acciones, eso
de por sí debería hacernos pensar en qué posición estamos nosotros en
comparación con el caso. Hay quién quiere hacerse el profeta anticipándose a lo
que puede o no suceder, malo, eso es malo, muy malo, ni somos profetas ni somos
jueces, lo que le pasa a nuestro vecino nos puede pasar a nosotros mañana, la
felicidad que nos rodea hoy puede ser desgracia pura y dura mañana, y a veces,
sin saber por qué.
Esa realidad debería hacer que fuéramos más comprensibles,
a medida que alguien se esfuerza por desarrollar esa cualidad, nos hacemos más
comprendidos por los demás, es, un toma y daca, un modo práctico de saber hasta
qué punto somos tolerantes, y por qué no decirlo, magnánimos con el resto de
personas que nos rodean. La comprensión hace que uno sea tolerante y tolerado,
esa cualidad desarrollada al máximo, hace que aquellos que están a nuestro
alrededor respiren un aire de liberación y alegría de corazón.
Por el contrario, la incomprensión
endurece nuestras facultades, facultades que todos tenemos pero que no queremos
exteriorizar, no debe nadie avergonzarse por ser tolerante, quién por el
contrario esconde esta cualidad, se descalifica para llegar a ser una persona
ecuánime con un pleno sentido de la responsabilidad, que conlleva el ser uno
más, dentro de la sociedad. ¿Podemos imaginarnos a un labrador ataviado con una
toga y facultado para emitir un juicio maza en mano? No, es impensable, pues
del mismo modo aquel que no quiere desarrollar la comprensión se encontraría en
esta situación. Sin saber nada sobre magistratura, difícilmente puede emitir
sentencias sobre cualquier asunto que se presente ante él, es lo mismo de
cualquiera de nosotros que nos negáramos
a ser poco o nada comprensibles, es una exigencia en la vida de las personas
ser así. Se nos enseña a no devolver mal por mal a los demás, normalmente, este
es el caso de los que sabiendo que debemos ser considerados y tolerantes, nos
negamos a serlo.
Esa es la principal razón para
coexistan la ley y la aplicación de esta, guste o no, a aquel que se le
administra. Cierto es que la ley es una cosa y la comprensión de la misma sean
diferentes asuntos, sin embargo esto no le quita ni poder ni autoridad al poder
de la comprensión en sí, como cualidad indivisible y universal.
------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario