lunes, 29 de agosto de 2016

PROBLEMAS DE AMORES

                                                       PROBLEMAS DE AMORES

Si hay una causa en el mundo que cause problemas como para parar un tren, es el mal de amores. Se ven a parejas felices, con cuatro o cinco hijos frutos de ese amor, organizando la vida del mejor modo posible, y haciendo que este amor siga floreciendo cual rosal que puntualmente, se abre en primavera para dar evidencia de que el amor perdura. ¡Qué así sea por muchos años! Pero el amor trae problemas consigo, cuantos más años continúa junta la pareja, más se conocen, eso es naturalmente así, por el hecho de que la convivencia sigue un ritmo, no es el mismo que cuando se conocieron la primera vez, sería una estupidez pensar que eso no ha cambiado en nada.  
Hay cambios, y frecuentemente profundos pero que no se dejan ver de forma fácil. En un momento u otro de esa relación llega el hastío, el cansancio de ver en la cama la misma cara, de trabajar siempre dentro del mismo ámbito y eso… cansa. No queremos reconocer que somos los mismos de siempre, y en cierta manera es verdad, las personas no cambiamos, cambia nuestra actitud ante lo que se nos viene encima.
Los niños crecen, y con ellos, los problemas que se derivan de la edad, es entonces cuando los padres nos volvemos más permisivos o por el contrario, más restrictivos. Los chicos lo saben y así saben a quién deben acudir en determinadas situaciones, según ven el ejemplo de sus propios padres en la familia, desarrollan personalidades que los hace personas felices o por el contrario, infelices en virtud de lo que viven a diario.
Es cuando alguna d estas parejas se separan al margen de la edad que tengan padres e hijos, que sufren una transformación, volviéndolos seres apreciados o despreciados, todo depende de cómo acusen el golpe de la separación de sus mayores. Algo tan común como son los divorcios, cómo se produzcan y dicho sea de paso, el efecto que tiene en cada uno de los cónyuges esta separación, tachan de forma definitiva el comportamiento y la moral de los hijos. Si todavía son pequeños, reparten el tiempo entre uno y otro, y cada cual tiene su forma de instruir a los hijos del modo que mejor saben, o les place.
El amor es un problema que tiene muchas formas, muchos enfoques y muchas interpretaciones, así pues no es extraño que una gran mayoría prefieran pasar del amor clásico, del amor de bodas y convites, para seguir siendo seres autónomos que buscan el amor en las esquinas, o en los clubs nocturnos, si lo piensas fríamente… ¿qué hay de malo en esa clase de amor?


                                                          ---------------------- 

No hay comentarios:

Publicar un comentario