EL PROCESO
Tengo que adaptarme, no toca otra, no
es fácil ni automático cambiar y pillar el tranquillo a una clase de clima, de
costumbres, de ambiente solitario a uno que se ve que va a ser ruidoso y hasta
cierto punto diferente del que hasta ahora he llevado. Ella también sufre, se
queda sin un amigo, sin un confidente por expresarlo de algún modo. Es normal
que este proceso lleve consigo tristezas, te dejas de ver con aquella persona
querida por la amistad que corresponde a dos seres traídos y llevados por los
vientos de la historia de sus propias vidas. No es agradable para uno de los
dos, para el otro solo es eso, cuestión de adaptación, en el caso de ella, la
invadirá la soledad, causa esta que entristece a quién se marcha.
Podría haber desertado del proceso de
la reunificación con la familia, sí podría decidir que la familia no es más que
un ente minado de problemas y explicarme a mí mismo, que lo único que lograré
estando de nuevo con ellos serán problemas, pero no es cierto, bueno si lo es,
traen problemas los mismos que yo les puedo producir a ellos, y claro está que
esta balanza que se va compensando poco a poco a medida que pasan los años,
equilibran los problemas, unas veces los tienen unos y otras otros, yo mismo
sin ir más lejos.
Los médicos me cuentan que mi mal no
tiene remedio, que estoy hundido en unos sobreesfuerzos mentales que me dejarán
“aturat” en un momento u otro de la vida, no me gustaría que sucediera
demasiado pronto, por eso los necesito, quiero poder abrazarlos y sentir el
pálpito de sus corazones, verlos, después de tantos años. La simple acción de
tenerlos delante será una emoción inexplicable, los quiero, ¿cómo no se puede
querer a los hijos?, imposible, siempre he pensado en ellos, los he soñado, han
aparecido en mis sueños de mil formas diferentes, como princesas mis hijas,
como un gigante mi hijo pequeño. No son nada de esto, pero la mente no obedece
a conformidades cuando sueña, vuela alto, y de forma dispersa, hace del sueño
un espacio mágico y sutil.
Lo más probable es, que el proceso sea
largo, la cabeza que da vueltas, que no enfoca bien las cosas y a las propias
personas, tiene más dificultades para hacer retratos objetivos de todo cuanto
le rodea, no será fácil. Si todos me sostienen en alto cuando los fantasmas me
visiten… la cosa irá bien, de otro modo, igual que nos dijimos ola nos diremos
adiós, aunque en honor a la verdad no creo que esto suceda. Decidme hasta
pronto solo, no sé a lo que me enfrento, creo que todo irá bien, tranquilo y de
forma paulatina, si quien se queda sola aquí, donde estoy ahora, necesita de mi
apoyo, lo tendrá siempre, ya le he dicho que la vida nunca es definitiva con
nadie.
Buena parte de lo que soy se queda con
ellos, saben que pueden esperar de mí, pero mientras pienso en ellos, que son
importantes para este pobre cuerpo mortal, debo seguir el camino que la vida va
trazando a través de montañas y valles, de cumbres y barrancos. No sé adivinar
el futuro, nadie lo sabe, hay quién pone velones de colores para sembrar el
odio entre las personas, otros acuden a la magia negra, en mi caso, como no
creo en nada de eso pienso que a quién la fastidie saber que estoy de nuevo con
ellos, con los míos, abrazando a mis hijos, mientras acepto sus defectos y
cualidades como yo las tengo, lo tendré todo, y eso sin vacilaciones ni peros
de parte de mi persona.
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