domingo, 18 de enero de 2015

LA HUELLA PÁLIDA


                                                   LA HUELLA PALIDA



Este año ha habido muchos incendios, la gente no aprecia el valor de la vegetación, lo que hace por nosotros en el más absoluto silencio. Creo que van por ahí los tiros, cada pequeño brote que sale de la tierra, necesita luz para hacer su trabajo a posteriori, pero es tal la ceniza que se eleva hacia los cielos, que tal la suciedad que queda en el suelo, que el incendio despoja del suelo los nutrientes que deben hacer crecer esos jóvenes verdeles. Es como todo en la vida un ciclo, un ciclo necesario que si se amputa por alguno de sus lados, se rompe, cercenamos con ello nuestra propia supervivencia.

Por otra parte, todo el mundo desearía tener a la vista cuando se levanta de descansar de sus camas, vistas hermosas, árboles, verdor abundante, desde la terraza de sus casas ver ríos alimentando campos de cereales, haciendo crecer pastizales donde vacas y caballos, corzos, jabalíes y lobos, todos juntos sacan provecho de la exudación de la tierra. Las ciudades han hecho de una u otra manera, que este afán sea un imposible humano, y todo porque muchas veces, el bosque beneficia más a sus dueños, quemado que verde, impidiendo que los pinos suelten todo su aroma, llenando el espacio donde vivimos. Por eso nos limitamos a llevar pinos en los coches, ambientadores de arma concentrado de pino para que cuando terminamos el trabajo, ese olor impregne nuestro cerebro y nos relaje, absurdo, esto es, de locos.

La huella blanca cenicienta y sucia, con el paso del tiempo da paso a grandes urbanizaciones de lujo, el medio que las rodea así lo exige. Al dueño de aquella parte del monte le han pagado buen dinero por él, le sale más a cuenta que cumplir con las exigencias de la ley, que le obliga, a mantenerlo limpio de maleza que es combustible, yesca inflamable que arde como si de gasolina se tratara. Poco le importa la angustia que sienten los pinos sanos que se han quedado llorando a sus muertos en este cementerio improvisado i obligado, con las raíces ancladas en el suelo del monte.
Pronto todo este suelo será pálido de nuevo, pero esta vez será de asfalto de lo que se trate, calles bien iluminadas, aceras anchas para que puedan pasear los nuevos habitantes de la zona, las vacas y los corzos han desaparecido de la zona, ese era su hogar, ahora estorban, son alimañas a las que hay que combatir a cualquier precio.

El jabalí es más tozudo, no le importa pasear entre los coches aparcados, pero si se les ve frecuentar por la zona… se les mata y punto pelota, este territorio ahora es de los humanos, de estaciones de esquí y telesillas, de casitas de madera, de hoteles y restaurantes donde ahora sirven a los jabalís en bandeja, carne de ciervo, buenos quesos que producen vacas y ovejas. Se las han llevado a pastar a otras zonas, ahora las alimentan con piensos compuestos y algunas veces se vuelven locas las pobres. ¿Qué…? ¿Ha, las ovejas y las cabras…? pues más de lo mismo, antes pastoreaban por estos campos, ahora tienen que llevárselas lejos para que puedan encontrar alimento.

Si eso es cierto, los dueños de los rebaños antes lo tenían todo más a mano, pero las cosas cambian, no les sale a cuenta criar esa clase de ganado, se los llevan a un matadero y los sacrifican, la explotación de esos negocios ya no son rentables. Trabajan en los negocios que compañías de hoteles y otros servicios, se han hecho para los esquiadores, recogen basuras de las zonas donde han estado los turistas, sobreviven con malos sueldos de temporalidad dudosa, dependen del tiempo, de los inviernos y primaveras, de los veranos y otoños, en eso el mundo no cambia, tiene sus caprichos como cualquiera de nosotros. La pálida huella, aquella que antes quedó de aquellos incendios provocados en su mayoría, ahora, mira tú por donde, da un giro inesperado a las cosas, de alguna forma todos quedan contentos, los que dicen estarlo lo hacen, a cuenta de aquellos que en la misma zona, las están pasando putas.



                                                         -------------------------










No hay comentarios:

Publicar un comentario