LA EXPEDICIÓN
Pudiera haberse
denominado también caminata, cambio de lugar con una meta, excursión sin un
final concreto. Sin embargo este hombre de talento y pocas luces, le llama expedición,
hombre cada cual le da el color que quiere a su tema.
Él le llama expedición
porque cuando va a hacer algo importante, y conste que llevar a cabo ese cambio,
es de verdad, una acción de envergadura extrema, va a la aventura, como en
cualquier situación parecida llevaba al campo de la investigación o el
descubrimiento de nuevas andaduras,
cartografiar territorio, establecer contacto con otros pueblos y culturas.
Pues anda que le
hace falta pretexto alguno para coger, cargar la mochila con las cosas
necesarias y tirarse como quién dice, al monte. Puede que no tenga muchas
luces, en cambio su simpatía es de aquello más depurado, no le cuesta conectar
con la gente tengan el talante que sean. Eso es porque ha conocido a mucha,
quizás en ocasiones, como él mismo reconoce, ha salido demasiado, a veces
cuando físicamente no ha podido marcharse de su casa, ha recorrido con la
imaginación, poniéndose en la piel de esos personajes anónimos, desparramados
por la tierra. Su consciencia de lo que puede encontrarse allá donde vaya, le
hace ser un tipo extraño, para algunos que lo conocen, sin anclas, sin
ataduras, y eso lo lleva a no vacilar cuando toma una decisión.
La última vez que
lo vi, me dijo que se iba a una tierra donde reina el frío, no sé exactamente
del lugar del que me hablaba, luego con una llamada de móvil, me hizo saber que
andaba por tierras que no me gustaría pisar en determinadas épocas. Me mostró
unas fotos enviadas por teléfono móvil y vaya… si eso parecía el polo norte,
sin focas ni osos, eso sí, pero nieve, nieblas y su pose en la calle donde
vivía, que de veras parecía estar en el confín del mundo.
Uno que es
mediterráneo, pensaba… pobrecillo, este se queda más tieso que la mojama en
cuatro días. Pues oye resulta que no, que la cosa le funcionaba, que simpatizó
con aquellos hombres y mujeres que viven sin dificultad en esos lares, se
adaptó bien a su estilo de vida, es más, a algunos de los que han nacido allí,
les enseñó más de cuatro cosas que desconocían. Costumbres sanas, comidas,
maneras prácticas de combatir el frío…, cosas que quieras que no, la gente
agradece si las lleva a la práctica y ve el beneficio.
El caso es que la
expedición duró más tiempo del que él mismo esperaba, cuando eso ocurre, la
gente de la que se despidió en su día fue olvidándolo. Hasta hubo alguno que
dijo que se había olvidado de la familia y los amigos, no es cierto, a mí me
llama periódicamente y me anima a seguir con mi vida, me felicita, me pregunta
por los míos.
No soy un amigo
especial para él, de manera que me imagino que quién no hable con él, será
porque le duela que no haya vuelto, o le guarde rencor por las habladurías que
los demás digan de él sin haberlas corroborado.
Su gran
expedición es solo suya, a nadie debería importarle los porqués de porqué
decidió marcharse y no ha vuelto, nadie es dueño de nadie a pesar de enfermedades
que manifieste el huido, todos tenemos el derecho de morir donde queramos.
Podemos argumentar sobre lo que sería más o menos conveniente que hiciera, pero
esto es solo conjeturar, seguro que muchos deciden pensar que se ha vuelto
loco, otros, que hay una mano oscura que lo maneja.
A su favor he de
decir que apruebo lo que hizo, que hay algún motivo para irse de expedición a
ese lugar lejano y duro, no puedo juzgarlo no soy quién para hacerlo, a mí me
asaltan dudas a veces acerca esa larga excursión que ha decidido hacer, en
cambio lo comprendo, cuando nos veíamos, su rostro me decía que algo no andaba
bien, que algo se traía entre manos, y mira por donde… se hizo realidad, se
manifestó este malestar que se reflejaba hasta en su ánimo, no le pregunté
jamás a que se debía.
Cuando nos
despedíamos siempre me decía…, a este le pasa algo gordo, ya verás, sino al tiempo,
en su cabeza está danzando algo que sin saber que es, va a resultar en una de
esas aventuras que emprende en solitario. Y así fue, ahora me doy cuenta, que
es difícil querer leer entre líneas la mente de las personas.
Por eso a los
aventureros que no saben si su lugar es el apropiado, pongo a mi amigo como
ejemplo, es un todo camino y por lo que sé hasta ahora de él, es feliz al fin
de cuentas, eso es lo que importa.
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