domingo, 4 de enero de 2015

IDEAS DE PAPELERA


                                             IDEAS DE PAPELERA



Por favor lectores de este blog; no hagáis caso de la mitad de las cosas que escribo en estos relatos que a veces son insulsos, repetitivos, absurdos y otras veces soeces porque utilizo palabrotas fuera de contexto, son fruto de la locura de alguien que soy yo, que las más de las veces escribe por escribir, me desahoga hacerlo, me libera de no sé qué inventarme un tema y ponerme a escribir como un desesperado de la vida.

Lo digo en serio, se me ocurren cosas, muchas que encontraréis ahí en mi blog que deberían ir directamente a la papelera, pero el caso es que no tengo. Sí, aunque parezca mentira, y sin ánimo alguno de tachar de necios a los que les gustan estos escritos, muchas veces escribo porque no sé qué más hacer, no sé cómo me las manejo a veces, para hacer sonreír a alguien que lee muchas de las tonterías que tecleo sin cesar.

Ea dicho queda, descargo la conciencia, es así, debo ser sincero conmigo mismo. Otros lectores me critican con razón, lo aprecio, mejor que te digan a la cara lo que piensan que no te estén maldiciendo y pasen de largo un escrito porque piensen…  Va este tío es un imbécil. Dicho sea de paso y no cómo justificación, el imbécil lo hacemos todos alguna vez en la vida, pero lo mío, se conoce que es crónico. No puedo criticarme a mí mismo salvo por esa confesión que os hago.

Quería ir a un cura para pedir perdón por los pecados cometidos, por ejemplo cuando he dicho ni sé las veces, hijo puta, me cago en satanás, maldita sea tu estampa, que te joda un pez espada, y no me acuerdo de otras que pueden ser peores o menos graves, pero como que yo no me juzgo, que lo hagan los lectores que para esto están. Además no edito nada, todo está abierto al público como si fuera una tienda de mercado, entras, te paseas y compras, o no, según te convenga.

Ahora que comienza el dos mil quince me compraré una papelera, se la pediré a los reyes majos de occidente, a lo mejor quién sabe… me la encuentro el día seis en la puerta de la calle. Oye que conozco a uno que se trajo a casa un carrito de Caprabo y lo usa de papelera, que es una guarrada… puede, pero no tiene que andar haciendo viajes cada dos por tres al cubo de la basura, lo jodido es que fuma mucho, un día de estos mira que se lo tengo dicho, se quemará vivo.

Yo quiero una chiquitita, que quepa lo de cada día que sea desechable, lo digo por si me arrepiento y de golpe me da un ramalazo, me viene una idea, y teniendo la papelera al lado revuelvo un poco los papeles y sale lo que ando buscando. No seré el primero ni el último que hace cosas geniales combinando ocurrencias y eso.

Perdón de nuevo por dar la lata, lo digo con toda humildad, de nuevo, perdón, amigos. Al que no quiera abrir nunca más el blog, bien está oye, para gustos están los colores, que yo siempre escribo en negro pues mira alguna vez a lo mejor, se me ocurre escribir en amarillo o rojo, ve tú a saber, y eso… si me condenáis, que no sea al fuego eterno del infierno, que allí hace mucho calor y eso les va muy mal a los ordenadores.




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