IDEAS DE PAPELERA
Por
favor lectores de este blog; no hagáis caso de la mitad de las cosas que
escribo en estos relatos que a veces son insulsos, repetitivos, absurdos y
otras veces soeces porque utilizo palabrotas fuera de contexto, son fruto de la
locura de alguien que soy yo, que las más de las veces escribe por escribir, me
desahoga hacerlo, me libera de no sé qué inventarme un tema y ponerme a escribir
como un desesperado de la vida.
Lo
digo en serio, se me ocurren cosas, muchas que encontraréis ahí en mi blog que
deberían ir directamente a la papelera, pero el caso es que no tengo. Sí,
aunque parezca mentira, y sin ánimo alguno de tachar de necios a los que les
gustan estos escritos, muchas veces escribo porque no sé qué más hacer, no sé
cómo me las manejo a veces, para hacer sonreír a alguien que lee muchas de las
tonterías que tecleo sin cesar.
Ea
dicho queda, descargo la conciencia, es así, debo ser sincero conmigo mismo.
Otros lectores me critican con razón, lo aprecio, mejor que te digan a la cara
lo que piensan que no te estén maldiciendo y pasen de largo un escrito porque
piensen… Va este tío es un imbécil. Dicho
sea de paso y no cómo justificación, el imbécil lo hacemos todos alguna vez en
la vida, pero lo mío, se conoce que es crónico. No puedo criticarme a mí mismo
salvo por esa confesión que os hago.
Quería
ir a un cura para pedir perdón por los pecados cometidos, por ejemplo cuando he
dicho ni sé las veces, hijo puta, me cago en satanás, maldita sea tu estampa,
que te joda un pez espada, y no me acuerdo de otras que pueden ser peores o
menos graves, pero como que yo no me juzgo, que lo hagan los lectores que para
esto están. Además no edito nada, todo está abierto al público como si fuera
una tienda de mercado, entras, te paseas y compras, o no, según te convenga.
Ahora
que comienza el dos mil quince me compraré una papelera, se la pediré a los
reyes majos de occidente, a lo mejor quién sabe… me la encuentro el día seis en
la puerta de la calle. Oye que conozco a uno que se trajo a casa un carrito de
Caprabo y lo usa de papelera, que es una guarrada… puede, pero no tiene que
andar haciendo viajes cada dos por tres al cubo de la basura, lo jodido es que
fuma mucho, un día de estos mira que se lo tengo dicho, se quemará vivo.
Yo
quiero una chiquitita, que quepa lo de cada día que sea desechable, lo digo por
si me arrepiento y de golpe me da un ramalazo, me viene una idea, y teniendo la
papelera al lado revuelvo un poco los papeles y sale lo que ando buscando. No
seré el primero ni el último que hace cosas geniales combinando ocurrencias y
eso.
Perdón
de nuevo por dar la lata, lo digo con toda humildad, de nuevo, perdón, amigos.
Al que no quiera abrir nunca más el blog, bien está oye, para gustos están los
colores, que yo siempre escribo en negro pues mira alguna vez a lo mejor, se me
ocurre escribir en amarillo o rojo, ve tú a saber, y eso… si me condenáis, que
no sea al fuego eterno del infierno, que allí hace mucho calor y eso les va muy
mal a los ordenadores.
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