sábado, 10 de enero de 2015

PERDER Y GANAR


                                                 PERDER Y GANAR



Ganar y perder lo mismo da, al derecho o al revés el resultado siempre es el mismo. Todos en la vida jugamos a vivir, unos comenzamos a ganar pronto, mientras otros demasiado tarde comienzan a perder.
¡Cuántas formas hay de hacerlo…! infinitas, como las combinaciones que pudiera hacer cualquier ruleta, mientras el dado rueda a través del aro alto, deslizándose esté trucado o no, para que se detenga en determinado lugar, determinada casilla.
Perdemos cuando nos pasamos al dar por sentado que la persona amada, va a consentir determinados comportamientos por nuestra parte, y que esto no va tener consecuencia alguna, ¡al fin y al cabo vamos a casarnos…!

Perdemos cuando confiamos en que nuestros defectos van a ser tolerados por todos los que nos rodean, que a nadie vamos a tener que rendir cuentas, porque mañana ganaremos, porque mañana es nuestro día de suerte, y así permanecemos en vilo, padeciendo insomnios permanentes, otras veces, esperando que los demás se acostumbren a nuestra forma de ser, pasando de los que no la aprecien.
Ganamos cuando nos rendimos, si no devolvemos el golpe, si no nos aventuramos a la aventura que pueda representar el futuro, que se alinea con el abismo por donde transcurre el camino de la vida. A veces escoger un camino más largo aunque sea más duro es mejor, siempre te sorprende con buenos finales.

Ganar o perder es fácil, está en nuestra mano escogerlo, en cada mano llevamos la misma cantidad de piedras, todas son valiosas, todas tienen un precio, sirven para mil cosas diferentes. Se usan como moneda, unas veces como trueque por algo que se necesita, otras para cruzar el rio de la vida, y darlas todas a cambio de nuestra existencia.
Si consideras que ya eres mayor y sigues lamentándote de tu pérdida, de la mala fortuna que has tenido en la vida, primero pregúntate el porqué, si contestas sinceramente a esta cuestión, poniendo el corazón en ello, dejando de lado intereses creados, posiblemente descubras que la culpa ha sido tuya, si no sabes que contestarte a ti misma, puede que la razón sea otra.
Ya sé, es posible que hayas priorizado personas o cosas que has amplificado con tu forma de ser, desengaños amorosos, casamientos desafortunados… ve tú a saber.


Claro en la vida no juega uno solo, son miles sino millones los que están alrededor de la mesa de Bacarrá, o del siete y medio. Perder o ganar es lo mismo, lo que puedas considerar que ganas por un lado, lo puedes considerar perdido por otro, lo contrario también es cierto.
¿Sabes?, de momento y pesar de haber echado a perder fortunas, no todas de mi propiedad por cierto, de modo que soy un ladronzuelo cualquiera, vivo cómo cualquiera lo hace, en el filo de la navaja, cortándome la suela de los zapatos paso a paso, cagándome en mi sombra por haber entrado en este juego. Pero ahora ya… ¿Qué voy a hacer…? seguir jugando las cartas que me han caído en suerte, tratar de atar un palo, guardarme los triunfos para más tarde cuando juego a la brisca.

Si es que da lo mismo cómo quieras jugar las cartas, siempre hay jugadores mejores que tú eso fijo, profesionales de élite. A algunos los he visto jugar con la suerte y oye… da miedo verlos, a veces han perdido mucho dinero, otras veces han perdido la mitad de su vida con infortunios cualesquiera que sean. Pero el caso es que en cuanto se reponen, juegan de nuevo, ole sus huevos. Saben que van a volver a perder o ganar, eso que más da, lo que importa es que estén en el juego como todos, estando todos jugando dentro del mismo local, en un momento u otro nos veremos las caras.



                                                       -------------------


No hay comentarios:

Publicar un comentario