PERDER Y GANAR
Ganar
y perder lo mismo da, al derecho o al revés el resultado siempre es el mismo.
Todos en la vida jugamos a vivir, unos comenzamos a ganar pronto, mientras
otros demasiado tarde comienzan a perder.
¡Cuántas
formas hay de hacerlo…! infinitas, como las combinaciones que pudiera hacer
cualquier ruleta, mientras el dado rueda a través del aro alto, deslizándose
esté trucado o no, para que se detenga en determinado lugar, determinada
casilla.
Perdemos
cuando nos pasamos al dar por sentado que la persona amada, va a consentir
determinados comportamientos por nuestra parte, y que esto no va tener
consecuencia alguna, ¡al fin y al cabo vamos a casarnos…!
Perdemos
cuando confiamos en que nuestros defectos van a ser tolerados por todos los que
nos rodean, que a nadie vamos a tener que rendir cuentas, porque mañana
ganaremos, porque mañana es nuestro día de suerte, y así permanecemos en vilo,
padeciendo insomnios permanentes, otras veces, esperando que los demás se
acostumbren a nuestra forma de ser, pasando de los que no la aprecien.
Ganamos
cuando nos rendimos, si no devolvemos el golpe, si no nos aventuramos a la
aventura que pueda representar el futuro, que se alinea con el abismo por donde
transcurre el camino de la vida. A veces escoger un camino más largo aunque sea
más duro es mejor, siempre te sorprende con buenos finales.
Ganar
o perder es fácil, está en nuestra mano escogerlo, en cada mano llevamos la
misma cantidad de piedras, todas son valiosas, todas tienen un precio, sirven para
mil cosas diferentes. Se usan como moneda, unas veces como trueque por algo que
se necesita, otras para cruzar el rio de la vida, y darlas todas a cambio de
nuestra existencia.
Si
consideras que ya eres mayor y sigues lamentándote de tu pérdida, de la mala
fortuna que has tenido en la vida, primero pregúntate el porqué, si contestas
sinceramente a esta cuestión, poniendo el corazón en ello, dejando de lado
intereses creados, posiblemente descubras que la culpa ha sido tuya, si no
sabes que contestarte a ti misma, puede que la razón sea otra.
Ya
sé, es posible que hayas priorizado personas o cosas que has amplificado con tu
forma de ser, desengaños amorosos, casamientos desafortunados… ve tú a saber.
Claro
en la vida no juega uno solo, son miles sino millones los que están alrededor
de la mesa de Bacarrá, o del siete y medio. Perder o ganar es lo mismo, lo que
puedas considerar que ganas por un lado, lo puedes considerar perdido por otro,
lo contrario también es cierto.
¿Sabes?,
de momento y pesar de haber echado a perder fortunas, no todas de mi propiedad
por cierto, de modo que soy un ladronzuelo cualquiera, vivo cómo cualquiera lo
hace, en el filo de la navaja, cortándome la suela de los zapatos paso a paso,
cagándome en mi sombra por haber entrado en este juego. Pero ahora ya… ¿Qué voy
a hacer…? seguir jugando las cartas que me han caído en suerte, tratar de atar
un palo, guardarme los triunfos para más tarde cuando juego a la brisca.
Si
es que da lo mismo cómo quieras jugar las cartas, siempre hay jugadores mejores
que tú eso fijo, profesionales de élite. A algunos los he visto jugar con la
suerte y oye… da miedo verlos, a veces han perdido mucho dinero, otras veces
han perdido la mitad de su vida con infortunios cualesquiera que sean. Pero el
caso es que en cuanto se reponen, juegan de nuevo, ole sus huevos. Saben que
van a volver a perder o ganar, eso que más da, lo que importa es que estén en
el juego como todos, estando todos jugando dentro del mismo local, en un
momento u otro nos veremos las caras.
-------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario