RETORNO AL PASADO
Ha
sido una luz en la oscuridad la que ha hecho que vuelva la vista hacia este
lado, estaba fuera de mi vista, lejos, en un lugar aparentemente deshabitado,
poco entendí entonces el significado de todo aquel desmán de errores de rumbo.
¿Dónde
dirigirme ahora después de andar buscando un destino que hasta entonces creía
perdido en el tiempo, en el espacio?
Poco
imaginaba lo que iba a encontrar en aquel punto meridional, que no se hallaba
en el mapa que llevaba conmigo, luego, repasando una y otra vez los puntos de
referencia encontré aquel insignificante espacio. Por lo menos eso creía yo,
pues conforme me iba acercando, me di cuenta de lo grande que era, de lo mucho
que podría significar en mi futuro.
Siempre
me ha gustado señalizar los caminos por los que he andado, así que en esa
ocasión no iba a ser diferente, paré en lo alto de una pequeña loma, me puse a transcribir
lo que mis ojos contemplaban, al principio no me di cuenta pero luego… me
apercibí que estaba estado trazando un círculo en mi andadura. Es como si
volviera a mis orígenes, este descubrimiento me ha causado una sensación
emocionante y rara.
Voces
que se me habían olvidado… cuando volvieron a sonar en mis oídos me llenaron
todo el cuerpo de escalofríos, el corazón se volvió loco y el cerebro se puso a
palpitar de forma alarmante. Ese fue el efecto que me causó saber que había
estado dando vueltas en círculos alrededor de un lugar que siempre es el mismo,
la tierra es redonda, vayas donde vayas, siempre regresas al mismo lugar, puede
que tarde más o menos pero eso es lo de menos, si vuelves al lugar de salida,
al sitio de encuentro.
Realizar
esa hazaña, ha hecho que deje por el camino, grandes tropiezos, trampas que
frecuentemente y sin darme cuenta, me han roto algún que otro hueso al caer en
ellas. Y ahora… sin saber muy bien cómo, me encuentro retornando al pasado,
pasado que espero que sea presente, ni siquiera al futuro miro a la cara, no
merece la pena, el futuro es un mero chasquido de dedos que si lo haces mal
puede llevarte a la muerte. Una vez conocí a un chico, que me dijo que se había
casado dos veces con la misma mujer, le pregunté cómo había sido eso, me
contestó sin dudar… “Es que yo he dado
dos veces la vuelta a la tierra ¿sabes?”
Pensé
que me estaba tomando el pelo, pues no, era verdad, conoció a su mujer y
después de eso se casó con ella, luego distracciones de la vida le llevaron al
divorcio, se perdió en mitad del bosque, ¿qué quieres…? anduvo perdido la ostia
de tiempo, y después de buscar el retorno al punto de partida, se encontró a la
vuelta de la esquina de una calle con unos brazos abiertos. Al principio se
asustó bastante, luego, poco a poco, fue adaptándose a esa sensación nueva, y
se casó de nuevo con la mujer a quién de veras amaba.
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