ADELANTOS DE LA CIENCIA
Cada
día que pasa se oye decir que se han descubierto cosas nuevas. Desde pequeños
componentes electrónicos que son más pequeños que la uña del dedo meñique, que
a su vez son mil veces más potentes, que
los de última generación que se descubrieron hace poco menos de unas semanas
atrás.
A
eso se le llama trabajar, eso es adelantar en el campo de la electrónica, por
ejemplo. En algunos lugares, con fines más o menos provechosos para el
desarrollo de la cultura, educación y el progreso en general, los hombres han
inventado robots que hacen el trabajo de personas en toda su extensión. Desde
recibir encargos, hasta empaquetar el producto y dejarlo dispuesto para su transporte
al cliente, con todas las verificaciones exigidas. No fallan, no se equivocan,
no enferman, trabajan sin descanso y sin pedir aumentos de sueldo, no se les
dan vacaciones ni pagas extras, es la leche… esa es una de las razones, por la
cual el mundo progresa del modo que lo hace.
De
la informática se sabe ya mucho, ahora se trabaja en asuntos más complejos, la
cibernética pongamos por caso. Determinados científicos estudian todo lo
relativo al hombre y lo están aplicando a aparatos que hagan todo aquello del
mismo modo que lo hacemos nosotros, es diferente de los robots, en comparación
estos últimos están desfasados.
¿Por
qué?, se pueden preguntar algunos. Pues porque estos tíos súper sabios,
estudian nuestro sistema nervioso, y lo estudian en profundidad para aplicarlo
a una máquina sea esta fija o camine. ¡Ojo que tiene tela el asunto… no creas!,
claro puestas así las cosas uno termina por preguntarse para qué quieren
dedicar tanto esfuerzo, tiempo y millones de dólares o euros, para conseguir algo
así.
A
lo mejor me equivoco, pero deduzco que un día de estos, iremos circulando por
una carretera y se parará delante nuestro, un aparato parecido a una nave
especial, rara y sin ruedas que nos adelantará y saldrán de ella dos Robocops.
Una voz metálica que saldrá de una boca inexistente, nos exigirá la documentación
que para entonces será probablemente un pequeño chip que llevemos implantado en
la muñeca de la mano derecha, o izquierda, lo mismo da.
No
se te ocurra preguntarle, porque tienen los nervios a flor de piel, metálica
naturalmente, y con recubrimiento de un material ligero y duro, más que el
propio acero de la espada Excalibur o la de Conan el Bárbaro. Bueno pues te
darán una especie de tarjeta metálica que deberás presentar en una oficina que
no es tal, estarán en cada esquina de cualquier calle por la circules, deberás
pagar con una tarjeta que equivale a dinero y santas pascuas, a seguir con lo
tuyo.
Si
te quedas en la calle, sin casa, no pasa nada, en lugar de desahuciarte vendrán
unas cuantas máquinas de esas cibernéticas, con unos aparatos colgando de la
cintura, son pequeños para que sean manejables, llamarán a tu puerta, y en
cuanto abras, se meterán en casa a la fuerza, te señalarán con esa especie de
pistolas, por llamarles de algún modo, y te desintegrarán a ti y toda la
familia. Por cierto no olerás a quemado cuando se lleve cabo esta operación, ya
van preparadas con unos líquidos que huelen a rosas de abril. Lo hacen así,
porque no quieren pobres viviendo debajo de los puentes, la ciudad tiene que
estar limpia, no se puede dar mala imagen al turismo que viene de fuera. Siendo
el caso que otros olerán a rosas, saldrán echando leches hacia los lugares de
pago para que no les pase lo mismo a ellos, es digámoslo así, una medida de
advertencia, para que no termines igual que los vecinos del tercero.
Todo
estará controlado como cuando había un gobierno democrático pero con menos
ostentación y menos gente. Esto está bien oye, los mangantes no hace falta que
salgan de sus casas para ir a juicios, los políticos corruptos habrán
desaparecido, todo estará bajo el control de la cibernética, así los que no
salgan de casa, como los mencionados antes se podrán dedicar a la numismática o
la papiroflexia, que no creas tú, son ciencias al fin y al cabo.
Eso
sí, como salgan a la calle ya están listos, serán como todo el mundo,
controlados por los guardias del futuro, por fiscales con trajes también
metálicos pero de otro color, y los jueces serán la leche, estos llevarán
escoltas especiales, estarán protegidos por tierra mar y aire.
Hay
que confiar en estos adelantos científicos, los productores y directores del
cine actual ya nos lo vienen advirtiendo con películas alusivas al tema. Y como
en el caso de Julio Verne, o Steven Spielberg, nuestros ojos verán desarrollada
esta ciencia, y si no… ya lo verás, al tiempo.
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