sábado, 15 de noviembre de 2014

LAS BUENAS BARRIGAS


            PROCEDIMIENTOS PRÁCTICOS PARA EL DESARROLLO
                                      DE UNA BUENA BARRIGA



He tenido el placer de conocer a barrigudos fantásticos, señores y señoras famosas y destacados miembros de grandes academias y otros que se dedican a diferentes artes y oficios. Es un hecho que en la mayoría de los casos, visten de modo adecuado a su volumen y lo hacen sin complejos, uno se imagina, sin morbo alguno que tienen que vestir prendas que van más allá de la imaginación, prendas interiores que incluso adelgazan estas figuras, esplendorosas.

Determinados otros personajes los ridiculizan en silencio y piensan de ellos, que son personas sin personalidad ni buenos hábitos de salud. Nada más lejos de la realidad, son personas con grandes barrigas y a la vez, muchos de ellos disponen de grandes personalidades. Cantantes de ópera, científicos que son seguidos con interés a través de todo el mundo, pensadores y filósofos.  A mí, me gustaría ser como ellos, saber lo que ellos saben, disponer de esa facilidad que tienen para comunicarse con otros, pero no con esos tipos que tienen, parecen barriles, ¡que barrigas…!

Para  adquirir esos conocimientos, saber pintar como lo hacen, deducir y saber escribir los libros que los han hecho famosos, todo esto los ha llevado a tener que hacer grandes sacrificios, a menudo inconfesables. Tener que hacer dietas impensables, para poder encontrar el equilibrio apropiado, sí, se han privado de llevar una vida normal entre comillas, para que con el transcurso de los años, pudiéramos saber cómo podemos mejorar nuestro modo de vida, al tratar con otras personas, estas personas que son doctores en materias tan diversa como la sicología y la sociología, son consultados frecuentemente por sistemas policiales, intervienen en consejos de administración, para dar un nuevo golpe de impulso, para captar clientes con el fin de aumentar las ventas en determinado proyecto.

Logran hacer eso a base de sacrificio, por eso tienen estas barrigas, tienen que estar visitando grandes hoteles y restaurantes, comiendo de determinado modo, con el fin de agradar a las personas u entidades que los contratan e invitan, con el fin que les descubran algunos sistemas prácticos para sus propósitos. Tienen digestiones difíciles, los obligan de algún modo a que las sobremesas sean de horas, hasta altas horas de la tarde o la noche, no se pueden permitir hacer gimnasias y mantenimientos de sus cuerpos a base de hacer spinning o abdominales.

No están hechos para eso, entre tanto les invitan a copas de determinados licores digestivos, y cuando se levantan de esas mesas, su mente no ha dejado de trabajar, de producir, de  inventar, de sugerir y recomendar.
Surge una pregunta al respecto de todos estos personajes, ¿se fija la gente en sus barrigas o en sus voces, cuadros, sinfonías, ideas. etc?

El mundo no sería igual sin esos seres barrigudos, de esas mujeres sugerentes que sonríen como auténticas sirenas, que atraen a todo el mundo como moscas a la miel. Eso es lo cierto, puede que no sean guapos, esbeltos, con formas recortadas a golpe de bisturí, pero son gentes felices, felices por ser como son y hacer aquello que quieren hacer, su pasión, su trabajo es hacer justamente eso, su oficio, sin complejos, siempre con una sonrisa en los labios que adelgaza sus barrigas.   Debería usted cuidarse más, les dice el médico, pero no pueden dejar de hacer aquello para lo que están hechos, se niegan involuntariamente a seguir estos consejos, temen cambiar su forma de pensar, que las ideas se escapen de sus cabezas y queden transformados en personas gordas e inútiles.

¿Es o no esa, suficiente razón para que sigan con su camino, con su proceder, con su vida? Particularmente prefiero a esas personas con barriga, que son capaces de enseñarme y educarme, de despejar algunas incógnitas que hace años llevaba sin contestar en mi interior.
No despreciemos a esos seres humanos, no les digamos que están engordando, mientras nuestras mentes adelgazan a golpe de no pensar, de no apreciar todo aquello que nos pueden enseñar. La mayoría de nosotros hemos seguido un régimen de ignorancia y de despreocupación, nos limitamos a vivir porque sí.

Estos hombres de los que hablamos aquí y de estas mujeres, se han preocupado desde pequeños a pensar por nosotros, a cantar por nosotros, nos ayudan a cerrar los ojos ante la belleza que han sido capaces de descubrirnos, de los descubrimientos que nosotros con nuestros limitados métodos, no hubiéramos sabido ver jamás, ¿qué importa que tengan barriga?, son sus nombres lo más importante.



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