CÁSATE Y VERÁS
¡Es
cojonudo, una pasada oye…! ¿Tú sabes lo
que se siente cuando te casas…? Bueno, inexplicable, es como si subieras al
cielo y volaras como Superman, para luego bajar en picado como si fueras un
halcón a trescientos por hora a la caza de una paloma, que va cantando la
canción de Los pajaritos, pero sin el acompañamiento del acordeón de María
Jesús.
Claro
que al principio, te dices a ti mismo… ¡Que guay ha sido el asunto tú, me lo he
pasado de miedo, no podía imaginar lo que se puede llegar a sentir estando
casado!
Luego,
pasados solo unos meses, te preguntas cómo coño has bajado del cielo, se supone
que es infinito, no tendrías que haber llegado a tocar techo. ¡Incauto,
infeliz, capullo…, que sí hombre, que no es lo mismo, que de la nube siempre se
baja…! ¿Quieres ser feliz de verdad…? pues no te cases mendrugo, que las
apariencias engañan. Que en cuanto subes y subes, después el recorrido es para
abajo y en picado, que llegan las desilusiones, los contratiempos, que antes no
existían cuando estabas soltero, digo. ¡Joder, pero es que a ella le hacía
mucha ilusión casarse por la iglesia y eso…! vale bien, comprensible, pero
ahora seamos lógicos ¿vale?, ¿Cuántas veces ha ido a la iglesia antes de
casarse, cuando hizo la primera comunión, para presentarse cual virgen casta a
Cristo nuestro Señor, o no?
¡Qué
has tenido que pedir un crédito a La Caixa de doce mil euros para la boda solo
infeliz, o no te das cuenta! Sí claro ahora me dices que tengo razón… vaya
huevos que tienes calzonazos. Pues si
no me caso por la iglesia despídete de boda no me caso contigo… ¡Que fuerte… oye! o sea que si te casas por
la iglesia te amará siempre, sino no, no, pues ole sus ovarios, los tiene más
grandes que tus cojones. Y ahora, a currar pluriempleado repartiendo periódicos
desde las cinco de la mañana, para sacarte dos chavos más para ayudar a pagar
la boda, porque se ha casado contigo para hacer de ama de casa, hacerse la manicura
dos veces por semana y el sábado a la peluquería.
Pero
casarse también tiene sus ventajas, no me lo niegues, tiras de beta lo que
quieres a excepción de la semana roja y los días de jaquecas, dolor de espalda,
de pies por ir a los grandes almacenes, o en el peor de los casos, por la
depresión que le causa estar metida siempre en casa. Yo la verdad, preferiría
casarme, porque ir de soltero por la vida y luego tratar de ligar sin éxito sale
muy caro, pagar para echar un mal polvo, no mola nada. Bien pensado, si te casas
con esta mira como perspectiva, sale muy caro pinchar, aunque sean tres o
cuatro veces en semana, que eso es al principio, luego con el paso del tiempo,
comienzas a ver a todas las tías, mucho
más buenas que la tuya propia. ¿Qué pasa entonces…? que se te multiplican los
gastos, tienes que mantener a tu casa, con hijo, y si tienes suerte que viva la
suegra con vosotros, cuando acabas el curro, o a escondidas, te dedicas a darte
una vuelta por algún puticlub próximo a casa, o a algún club nocturno que sea
un poco más privado, aunque más caro.
Casarte
tiene además de todo un gran inconveniente, si tu mujer es guapa de verdad,
está maciza y enrollada, los amigos se encargan de hacer cachondeo todo el que
puedan contigo. Oye que tú mujer está
enrollada con el panadero, te cuento… va mi mujer a buscar el pan ayer, no
había nadie en la tienda, mira para la trastienda, al obrador, y allí se
encuentra al Mateo, de morreo con Silvia tu mujer. Claro tú te enciendes, vas a
casa y le montas el pesebre a la parienta, ella te grita, tú suegra interviene y
entonces ya… te puedes cagar en todo.
Comienzan
los reproches y los malos rollos, te vas al curro con la cabeza hinchada, y los
amigos se parten el culo a costa tuya, te tachan de pringado y mañana se
inventan cualquier otra cosa con tal de joderte. Lo malo de todo esto, es que
tú no te enteras de nada, tu mujer te es fiel, por lo menos de lo del rollo con
Mateo, que de otras cosas, a lo mejor no te enteras, puedes intuir detalles con
el tiempo, perfumes que son de hombre y que huele a ellos, determinada
vestimenta que hace solo unos meses no era habitual en ella, medias con
ligueros, tangas diminutos y o transparentes, en fin… mil cosas que te hacen
sospechar pero que después del primer follón infundado que tuviste con ella no
te atreves a comentar con ella.
Y
eso es lo peligroso, la falta de comunicación, comienzas a evitar que hayan
discusiones si hablas de estas cosas con ella, porque detrás del escenario por
decirlo de algún modo, está la suegra a la que no puedes alzar la voz, porque
cuida de tu hijo y contribuye con su pensión al mantenimiento de la casa. Mal
rollo amigo mío, la cosa no camina ni con slikcs de fórmula uno, o lo enmiendas
o la cagas, y eso no se puede dejar pasar ni un solo día, hay que abordarlo ya,
sin paliativos. Sino no haberte casado, capullo, si no vales para esto no vales
para nada. ¡No haberte casado paleto de mierda…!
Mañana
te doy un par de consejillos más.
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