jueves, 27 de noviembre de 2014

POSIBLEMENTE TUYO


                                            POSIBLEMENTE TUYO



Entiendo que me veas como una amenaza, tengo tras de mí una historia harto conocida por ti. Sabes quién soy, de donde vengo, cual ha sido el recorrido de mi vida, es comprensible que dudes aunque a decir verdad, a mí particularmente no me afecta la vida que has llevado antes de establecer mi relación contigo. La comprendo, entiendo tus necesidades, que eras joven y necesitabas sentirte querida por alguien, por quién fuera, no quiero significar con eso que fueras una fulana, dios me libre de deducir por tus actos algo así.

En cuanto a mí, cuando nos conocimos en serio, decidimos sencillamente vivir juntos, no te escondía nada de lo que había sido, nunca te escondí que fuera por amor que me juntara contigo, siempre te dejé claro, creo, que te quería, que el amor podía llegar más tarde, y así fue, tal fue el apego que sentimos de forma mutua, que nos hizo inseparables, con problemas y alegrías derivadas de nuestras decisiones. Nos casamos y sin decirnos nada, solo con vernos, con rozarnos, nuestras almas entraron en esa otra fase del llamado, amor verdadero.

Ignoro si en todos los casos sucede lo mismo, lo cierto es que no adivino después de determinados años, como es que nos abandonamos, dejamos que los vientos cambiantes, nos llevaran allí donde quisieran ellos. No lo comprendo, es como si de golpe despertara de un sueño raro, de una situación de letargo amargo, como cuando te despiertas de una anestesia, con la cabeza dormida, el espíritu quebrado, que cualquiera puede hacer de uno lo que quiera.

Pudiera ser que aspiráramos ambos a ser propiedad privada, cada cual en su parcela, con vayas de espinos a cada lado, juntos pero separados, saludarnos, darnos tres besos, compartir perro, ¿cómo podía él adivinar a quién querer más? No sé antiguo amor mío, las cosas son propiedad de aquel que la compra, ¿también es así con las personas? ¿Quieres decir, que por estar casados, somos propiedad el uno del otro? No sé, quizás tengas razón tú cuando dices que has hecho por mí lo imposible para que esté como estoy ahora, lejos de ti, conste que con esas palabras no deseo en ningún momento juzgarte.

Por mi parte, pienso, que a pesar de estar tan lejos el uno del otro, es suficiente razón para que ya no nos pertenezcamos, si fuéramos unos niños sería normal sentir que somos propietarios el uno del otro pero… ¿ahora…? no me parce ser de personas cuerdas sentir que todavía soy tuyo, ni tú mía. La realidad se impone, esa realidad me dice sencillamente, que somos dos peonzas que rodamos tiradas al suelo por diferentes fuerzas, ignoro que fuerza impulsa la tuya aunque es fácil adivinar por pura lógica que son los que te rodean, hijos, nietos y demás familia.

La fuerza que impulsa la mía, es el aire, el fuego, la lluvia, la tierra, son tan grandes que no tienen punto de comparación alguna. Posiblemente creas que soy tuyo, pero no es así, solo nos une una dependencia, el dinero, dependes de lo que me comprometí en su día que te daría mientras pudiera, y el poder es el del cariño también, cuando acabe por desaparecer del todo, no seré nada para ti, para mi serás una inestimable amiga a la que siempre quise, a la que adoré en sueños, a la que deseé con locura, la propia de una persona aún joven y seguramente malcriado en asuntos del cariño, del amor. Se hace difícil hablar de estas cosas cuando estás en una situación como en la que me encuentro, no es que me auto compadezca, es más bien que es bastante incomprensible pasar por tantas sensaciones diferentes en tan poco tiempo.

Me recuerda la época en la que estuve cambiando de casa cuatro veces en solo dos años, en aquel caso fueron cuestión del trabajo la que me obligaba a trasladarme de manera continua, hasta que llegó el momento que me estabilicé y logré conservar la vivienda durante diecisiete años. ¡Joder que logro…! pensaba en mi interior, te has pasao nene, tela, esto es el cielo comparado con lo vivido anteriormente.
Pues fíjate tú, lo que piensas que más debe de durar, que por lógica sería el matrimonio, es como un petardo dentro de una letrina.

Siento tener que poner este ejemplo de mal gusto, posiblemente innecesario, pero la realidad se impone, ya no tenemos nada que ver nada el uno con el otro. Procuraré estar a la altura de las circunstancias, espero que no tomes a mal lo que te describo aquí con tanta sinceridad, pero indiscutiblemente, los caminos de dos personas que se separan van a parar a diferentes estaciones, hasta puede que alguno de los dos se quede en una vía muerta, sin embargo, por si algún día sucediera que no volviéramos a tener contacto alguno de cualquier tipo, sepas que te he querido cuanto he podido o sabido, y que ahora, por momentos, mis sentimientos hacia ti, disminuyen de forma alarmantemente. Es natural, es lo propio, es lo auténtico visto desde la perspectiva de la vida propiamente vista desde la lógica.



                                                    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-





No hay comentarios:

Publicar un comentario