RECUERDO Y ME
ATORMENTO
Me
encuentro abrumado por los recuerdos, he vivido tantas cosas, tantos
acontecimientos, recibido tan trágicas noticias, que creo no poder más con este
débil espíritu mío.
El
caso es que sigo caminando en un mar de dudas, en el filo de una espada, en un
barco sin timón ni rumbo, en una palabra, sin saber qué hacer ni a quién
llorar, creo que en el fondo, después de haber hablado con un amigo mío, me he
dado cuenta de que me lamento demasido por mí mismo.
Hace
poco me hizo entender que no soy el único que padece, que hay mucha gente
normal, que veo caminar por la calle con su paraguas, en la cola de un
supermercado esperando la vez para comprar pescado o carne, que están en peores
circunstancias que la mía, pero no dan evidencia de sufrir.
Ves
a la gente encopetada, paseando por la calle, parados en los escaparates, con
niños en los carritos de bebé, y muchos de ellos, están hechos un desastre en
su interior. Mujeres casadas que venden sus cuerpos para comprar algún extra
conque dar de comer o sorprender a sus hijos o familias, vamos, de puta pena.
Me
lamento y lloro solo, dentro de mi casa, pensando que la vida es cruel conmigo,
que el sufrimiento que llevo encima es injustificado, que no merezco estar
siempre sobre ascuas, viviendo una vida que no me corresponde.
Algunas
veces, cuando estoy un poco más entero de ánimo y en consecuencia de fuerzas,
me alivia pensar que siento que puedo ayudar a alguien necesitado de mí cariño,
de mi amabilidad, de mi consuelo. Luego a solas de nuevo, me pongo a pensar en
la soledad de mi casa, que no, que no puedo hacer eso, y si lo hago me obligaré
tanto que me quedaré sin fuerzas antes de lo necesario para seguir viviendo
medianamente bien.
Ya
ves que dilema, ¿Qué debo hacer y cómo…? me gustaría saberlo para arrancar mi
motor sin necesidad de quedarme tirado en mitad de una carretera, que no lleva
a ningún lugar. Hace poco, creía saber el porqué de las cosas, las razones que
llevan a sacar conclusiones lógicas de lo que sucede a nuestro alrededor, no he
podido, he deducido que estoy demasiado centrado en mí, de ese modo no hay
forma posible, de encontrar soluciones a las extenuantes interrogantes que me
asaltan a cada instante.
¿Sería
una solución vivir lejos, no tener hijos, dejar de sufrir por ellos? Puede pero
es imposible plantearme esta cuestión, no puedo vivir lejos de ms hijos, me
necesitan, no puedo evitar sufrir por ellos.
Otra
vez la misma historia, soy como un disco rayado, que en determinado momento de
la melodía, vuelve otra vez al principio. Esa no es forma de vivir, ¿Qué hago
entonces? me pregunto sinceramente… ¿Cómo vivir de una forma digna sin perder
mi identidad, y que a la vez pueda ser un
alma libre de esta condena que me entristece?
Me
han sugerido que viva el día a día, que no vaya hacia atrás ni hacia adelante,
más de lo estrictamente necesario. Los que me ven en el lugar donde vivo, no
saben el trasfondo de mi vida, así que poco me debe importar lo que digan o
piensen de mí, ya tengo algo claro, ahora debo dar el paso siguiente. ¿Qué puedo
solucionar hoy? Atacar ese desafío, es difícil, debo hacerlo poco a poco, no
puedo precipitarme, de otra forma me echarán de la carrera de fondo que estoy
corriendo. Quién me descalifica soy yo mismo, si es que eso sucediera.
Vale,
ahora voy más ligero de peso, noto que mis pies me llevan donde yo quiero, no
como antes, que siempre me conducían adonde ellos querían. Puede que muchos no
lleguen a comprender ese cambio radical que estoy haciendo con mi vida, pero no
debe importarme, mi vida es mía, y ahora tengo cierto nivel de garantías, que
me pueden ayudar a salir de esta situación, donde las arenas movedizas me
estaban engullendo en mitad de mis lamentos diarios.
Me
miro al espejo, es necesario, mi apariencia va cambiando, me encuentro poco a
poco con una persona nueva, dinámica, capaz de poner en práctica algunas de mis
cualidades, que como todas las personas poseemos. Creo que voy por el buen
camino, ¿Qué podría hacer ahora para mantenerme en esta situación digamos que,
potable?
El
próximo objetivo es, probarme a mí mismo. Sí, una especie de ensayo en el que
tenga que hablar con alguien allegado, sin tener que recordar las cosas pasadas,
aislando estas inquietudes que llevo cual si fueran un lastre. Lo pruebo pero ¿con
quién?, debo buscar a alguien en quién poder confiar, y que a la vez sea
comprensivo conmigo, al principio cometeré fallos, seguro, la persona con quién
hablara, debería ser una, que tuviera la libertad de rectificarme, sería, creo
yo, una persona crítica con mis puntos de vista y mis opiniones, en definitiva,
alguien sincero, en quién pudiera confiar.
Sé
que es difícil encontrar a alguien así, pero por otro lado, me estremezco al
pensar que no hay nadie dispuesto a ayudarme en este sentido. Me ayudaría a
cambiar el rumbo de mi vida, no quiero decir con eso que tenga que ser una
persona imprescindible, nadie lo somos, pero si es verdad, que todos nos
necesitamos. Algún día, si lograra recuperar el equilibrio perdido, podría
ayudarla a otros, todos nos necesitamos en un momento u otro de la vida. Se
puede hacer, es fácil, es cuestión de proponérselo. “Si uno se enfrenta a todos
los porqués podrá tener respuesta a todos los cómos”. De modo que tengo que
enfrentarme a la realidad, dejar de estar aprisionado por el pasado, y dejar
que el futuro, decida qué es lo que hay que hacer.
El
recuerdo es solo eso, recuerdo que se puede olvidar, por lo menos en lo que
refiere a los acontecimientos negativos, traumáticos que lo que hacen es abrir
viejas heridas, otros traumas, y así se consigue abrir en canal el corazón de
un ser que se quiere renovar, que desea con todas sus fuerzas, renacer de sus
cenizas.
El
futuro puede ser fantástico, inimaginable cuando se aborda con deseos de
vivirlo auténticamente, ¿quién puede parar a un ser así, con ese espíritu, con
esas ansias?
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