COMO HEMOS CAMBIADO...
-Yo no, si acaso has cambiado tú, siempre me he comportado igual.
-Lo que tú digas, la que no he cambiado jamás he sido yo, mira como hemos criado a nuestros hijos, de la misma forma y manera que me criaron mis padres a mí.
-Así les va... que llegan los críos frustrados del colegio, no les dejas ni respirar, merendar y a hacer lo deberes ya.
-Pues mira, en esto llevas razón, pero a mi no me ha ido tan mal, todo lo que he aprendido en la vida ha sido gracias a la insistencia que han tenido conmigo, y a la rigidez conque me trataban.
Lo cierto es que ambos han cambiado, las circunstancias de la vida, el esfuerzo para tirar adelante a la familia, cambian a la gente, y esos cambios, no son a veces bien asimilados por la pareja, del mismo modo. La esposa busca escapes a ese mundo monótono que la rodea, de cualquier modo imaginado. No le dice nada a su marido, sigue con sus rutinas, con sus tareas diarias, y a veces, sin que nadie sepa nada hechan una canita al aire, con el fin de cambiar las mismas formas de amar que desde hace años tiene con su marido.
En el caso de el esposo las cosas se presentan del mismo modo, mujer de buen ver del trabajo, aburrida de la vida que lleva, habla durante el mediodía con el esposo que hasta entonces había sido fiel. Sus miradas lo dicen todo, no hacen falta palabras que expliquen la situación. Por la noche, antes de que se ponga el sol, mientras deberían ir camino de casa el uno y la otra, alquilan una habitación en cualquier esquina de poca importancia y se aman. Bueno amarse es una forma de hablar, ahí no hay amor ni nada por el estilo, solo sexo animal y poco discutido.
¡Hasta mañana y gracias por todo, creo sinceramente que necesitaba este pequeño encuentro!
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