LO NORMAL SE HACE INMENSO

                                                  LO NORMAL SE HACE INMENSO

Siempre de un modo u otro en la vida, ocurren circunstancias como esa, esa es la forma de explicar esta situación que acaba de ocurrirme esta misma mañana de finales de  primavera. Hemos cogido el coche de mi amigo Jose, y junto a su familia nos dirigimos a los Picos de Europa. Magnífica experiencia esa de rodar entre montañas, asombrado al contemplar a esos temibles bloques de granito, orgullosamente alzados sobre las cabezas de los humanos. Nos ven y se ríen de nosotros sin decir nada, solo nos indican hacia donde debemos mirar, nos dicen... "mirad que grandes somos... y todo, gracias a los movimientos tectónicos que vosotros no sois capaces de percibir". Me quedo boquiabierto cuando veo la cantidad de agua que surge las entrañas de la Tierra, es una muestra del palacio donde residen estos gigantes rocosos.
En otro tiempo, grandes gobernantes vieron esos montes, como espléndidas atalayas desde las que observar a sus enemigos, construyeron sus castillos en estos reinos que los protegían de todo mal. Solo los acuerdos entre reyes y príncipes, hizo que cesaran estas guerras intestinas entre los hombres. Ahora, todos estos parajes, son un paraíso natural, un lugar casi mágico, lleno de rincones inimaginables, lleno de poderosas cataratas que sacuden la tierra allá por donde pasan. Gracias ho bosques poblados de cabras montesas, de muflones y lobos, de rebecos y cernícalos que observan desde el cielo su alimento, culebras, ratas de campo y lagartijas.
Y toddo en conjunto, hecho para que gocemos juntos de la inmensidad de posibilidades que nos regalan estos rincones. No he podido resistirme al embrujo, de bañarme en las aguas de un salto de agua, en una poza no demasiado profunda pero inmensamente hermosa, como si la montaña tuviera grandes melenas de cabello, que recorren y decoran con todo su esplendor, todas las maravillas que la naturaleza esconde.
Bajamos ya, camino de vuelta a casa de nuevo, montados en el vehículo, he vuelto la vista atrás y una poderosa mano imaginaria, me decía... "Hasta otra vez amigos".

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