EL SABIONDO
De saber sabe un rato largo, todo son buenas reflexiones, grandes decisiones, consejos prácticos... todo eso forma un todo, de esa gran persona que es Rafi. ¿Defectos...? ninguno, según lo mires, unos cuantos consideran, que el hecho de ser gay, es suficientemente malo, como para que lo anteriormente dicho, sirva de bien poco como cualidades que deben cultivarse, que se tienen que estudiar.
Rafi no es cualquier persona, la muestra la tienes en las personas que lo tienen como profesor, como asesor para exámenes de latín o griego, de los libros que lee, y así, de la gran biblioteca que tiene en su casa. Pero claro... otros quisieran tener la ayuda desinteresada que les da Rafi, pero... es que es maricón y claro, quieras que no, pesa mucho a la hora de decidir, especialmente por parte de los padres. Como si la sabiduría tuviera algo que ver con el tener determinada inclinación sexual. Que lean esos padres parte de la historia griega, se darán cuenta que gran parte de los grandes filósofos griegos de las tres últimas centurias antes de Cristo, hasta pasados dos siglos más después del nacimiento de El Mesías, los griegos tenían adoptada esa práctica como algo absolutamente normal.
Así acabaron esa civilización..., pueden pensar algunos, vale, está bien deducido. En cambio, otras potencias, antes y después, terminaron desapareciendo lo mismo que los helénicos. De cualquier manera, Rafi se les ríe en la cara cuando lo miran del revés, no le importa lo más mínimo, tiene a los mejores alumnos que uno pudiera desear, aquellos que no hacen discriminaciones, que miran a las personas por lo que son en conjunto. Se les ha enseñado en las clases de filosofía, que lo importante de la vida, es saber como se debe utilizar el conocimiento que uno tiene, y poder aplicarlo de forma práctica en todos los aspectos de la vida.
¡Mira por ahí va el sabiondo maricón...! Rafi sabe lo que dicen algunos a su paso, pero pasa... Qué, ahora me voy a tener que parar para ponerles las peras a cuarto a estos inconscientes... que no, que tengo muchas cosas que hacer. Continua por el centro de la calle sin tráfico con unos cuantos libros bajo el brazo, y en el otro, un nomeolvides de oro que le regaló un novio que tuvo, con el que vivió cuatro años, que terminó abriendo un pub en Benicarló dejándolo por un cubano con papeles.
Rafi fue sabio al no dejarse llevar por los impulsos, los sentimientos, siguió adelante con su manera de hacer las cosas, ahora disfruta más que nunca de la vida, que le llamen "el sabiondo maricón", es en el fondo, lo mejor que le podía haber pasado, no tiene necesidad de andar identificándose ni tampoco escondiéndose de nadie, ni siquiera de sus discípulos y amigos. Precisamente eso es lo que en definitiva le importa.
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